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Herrero: “Esta es una crisis más de la Argentina y hay que trabajar fuerte para adelante”

El expresidente de Toyota Argentina, ahora con un rol activo en Latinoamérica, destacó que la marca sigue cumpliendo sus objetivos y, “lejos de estar preocupados, busca más gente para trabajar”. Además, analizó el futuro del mercado automotor de cara a 2030. Nahuel Amore – Dos Florines

A pesar de que la Argentina atraviesa un complejo escenario económico y político, que faltan dólares para sostener ritmos de producción, que hay cambios repentinos en las reglas de juego para las empresas, que el mercado automotor arrastra sucesivas caídas de ventas y que el panorama se proyecta con señales poco claras, Daniel Herrero, expresidente de Toyota Argentina, no deja de sostener una mirada optimista del presente y el futuro del país y su sector.

“Esta es una crisis más de las que tiene la Argentina y hay que trabajar fuerte para adelante”; “Argentina tiene un gran potencial a futuro, más allá de las coyunturas que atravesamos”, son dos frases que sintetizan la lectura de la realidad que realiza quien hoy ocupa la presidencia de Toyota Plan Ahorro y la coordinación de Gazoo Racing para Latinoamérica, y que llegó el jueves a las instalaciones de Haimovich Toyota en Paraná para sumar un nuevo servicio a la concesionaria.

En un mano a mano con DOS FLORINES, Herrero analizó las proyecciones que la marca nipona traza a nivel local y aventuró hacia dónde va orientado el mercado automotor con vistas a 2030, con la incorporación de tecnología y de sustentabilidad como imperativos ineludibles. Al respecto, planteó la necesidad de generar mayor empleo especializado y marcó que el desafío radica en la educación.

Coyuntura y desafíos

A la hora de hablar del país, Herrero prefiere correr el eje de la mirada de corto plazo y remarca que “Argentina tiene un gran potencial a futuro, más allá de las coyunturas que podamos estar atravesando hoy”. De todas maneras, para que ese futuro sea posible, apuntó que “la educación es fundamental”.

En esa línea, consideró que “los autos electrificados van a ser plataformas y vamos a necesitar mucha gente más capacitada todavía y, si no arrancamos hoy con ese proceso, va a ser muy difícil que lo logremos”.

Al respecto, desmitificó: “No creo que la tecnología deja gente sin trabajo sino que, por el contrario, genera mucho más trabajo, pero nos vamos a tener que preparar para nuevos empleos que quizá hoy ni existen”.

“Si un chico desde el jardín de infantes hasta la secundaria pasa por cuatro períodos presidenciales, la educación tiene que ser una cosa de Estado y no un tema de la política. Creo que hay que trabajar en ese consenso. La Argentina tiene potencial para salir adelante”, se explayó.

La inauguración del servicio de Garage en Haimovich Toyota contó con la participación de unas 500 personas.

—Independientemente de esa mirada de largo plazo, ¿qué lectura realiza de esta coyuntura que vive el país?

—Creo que es una coyuntura, una crisis más de las que tiene la Argentina y hay que trabajar fuerte para adelante. Yo lo que les pido, y cuando digo que quiero que los chicos se queden en la Argentina, es que hay que pensar en cómo está el mundo y lo que el mundo necesita. Si hablamos de vehículos electrificados, el litio es fundamental. Argentina junto a Chile y Bolivia son los tres países que tienen litio. Si hablamos de que en el mundo va a haber escasez de alimentos, Argentina produce alimentos para más de cinco personas de las que viven en el país. Si hablamos de energía, de agua, de hidrógeno, de minería, vemos que tenemos todo el potencial. Nos falta alinear un poco ese esquema de consensos y confianza que falta para salir adelante. No dudo, al igual que Toyota, del futuro de la Argentina, y por eso se sigue invirtiendo y buscando más personal, intentando en la medida de la posible seguir creciendo con bases sólidas, sustentables. Siempre dije que en este negocio si no teníamos exportación y no generábamos los dólares iba a ser muy difícil sostener los empleos de todas las cadenas de valor. Afortunadamente lo logramos, lo cumplimos y hoy, lejos de estar preocupados, estamos buscando más gente para trabajar.

—Con un rol más activo en Latinoamérica, ¿cómo observa a la Argentina posicionada respecto otros países de la región?

—En términos de evolución de producción automovilística, Argentina está muy por delante. Un vehículo producido en la planta de Zárate sigue siendo más competitivo que uno en Tailandia; o sea que tenemos futuro. Tenemos que prepararnos para este salto tecnológico que va a venir. Desde el punto de vista de infraestructuras quizá estamos un poco más abajo que algún otro país como Costa Rica que tiene 100% de energía renovable y está saltando al segundo paso, que es la fabricación de hidrógeno como energía verde. Tenemos que dar ese paso, tenemos todo para hacerlo. Hay que apostar y generar los recursos y educación de la gente que pueda impulsar esa tecnología.

—Ante la caída de ventas de unidades en el país, las compañías advierten que el negocio sigue estando en brindar más servicios. ¿Cómo entiende este punto para mantenerse en el mercado?

—Yo entiendo que hay un cambio grande en cuanto a un cliente que es mucho más demandante de lo que era y empieza a valorar mucho más la relación con la empresa que con el producto. Se extiende un poco más la relación y por eso buscamos cambiarnos hacia una compañía de movilidad, buscarle la solución de movilidad que el cliente necesita. Cambió el mundo y a lo que vamos a es a una relación más directa con el cliente, que puede ser digital o personal, pero cambia y el servicio es fundamental para mantener esa fidelidad de largo plazo. Nosotros apostamos a eso y la idea es tratar de maximizar esa satisfacción.

Futuro

“Vamos hacia una relación más directa con el cliente, que puede ser digital o personal”.

En junio de 2017, la familia Reiss inauguraba su reluciente concesionaria oficial de Toyota, ubicada estratégicamente en inmediaciones al Túnel Subfluvial. En ese entonces, Daniel Herrero, por entonces presidente de la firma en el país, afirmaba con seguridad que la marca proyectaba hacia 2030 la producción total de automóviles sin combustión, en una clara tendencia hacia energías más limpias.

Cinco años después, DOS FLORINES le volvió a consultar por ese plan de crecimiento y en qué punto del trayecto se encuentran hoy, para lo cual no dudó en afirmar: “Vamos camino a eso”. “En 2025 ya tenemos que tener una versión electrificada y una convencional de cada uno de nuestros vehículos. Es decir, uno y uno, para que el cliente elija. Algunas de las versiones electrificadas significará eléctrico, híbrido y eventualmente con celdas de hidrógeno”, destacó.

El dirigente empresario tiene en claro que el futuro de los autos es irreversible y la velocidad de su implementación responderá a diferentes factores propios y extraños al mercado. Por ello, no dejó de plantear los desafíos que estas proyecciones implican ante la heterogeneidad de territorios y los desarrollos de infraestructura disímiles entre los países de la región.

¿En qué plazos estiman que se dará este paso para el cliente, entre un auto convencional y uno eléctrico?

—Dependerá de la infraestructura y las distancias que el cliente recorre. A modo de ejemplo en Latinoamérica, un país como Costa Rica, que tiene distancias cortas, energías renovables y es importador ciento por ciento de los autos, probablemente migre a un auto eléctrico mucho más rápido. Pero si vamos a Brasil, donde el 90% depende del etanol y hay 3 millones de personas que trabajan en la caña de azúcar o el maíz, va a ser muy difícil migrar, entonces quizá la solución sea un híbrido. En el caso de Argentina, con asimetrías tan grandes, con ciudades congestionadas como puede ser Rosario o Buenos Aires, y distancias muy largas sin nada, probablemente veamos autos eléctricos en la ciudad, autos híbridos en la ruta y todavía en algunos puntos de trabajo autos convencionales.

—¿Tuvo algún impacto la crisis del gasoil en este plan para la Argentina? ¿Lo modificó?

—No, siguen los mismos planes. Y paralelo a los planes que se trazaron se sigue trabajando en otras alternativas como puede ser hidrógeno, combustibles sintéticos para buscar el abanico más grande a ese problema que es el carbono neutral. Un dato divertido es que las ciudades sólo ocupan el 2% de la superficie del mundo y hay megaciudades donde, quiérase o no, van a hacer que la contaminación o la búsqueda del carbono neutral requieran rápidamente una solución electrificada. España impuso zonas de baja emisión donde solamente se puede ingresar con un vehículo electrificado. Es una tendencia irreversible que va a tener distintas velocidades de acuerdo a la infraestructura del país y las inversiones que quieran realizar.

—¿Cuál va a ser el formato eléctrico de la Argentina? ¿Habrá estaciones de servicio, habrá desarrollo en viviendas o en empresas que brinden servicios?

—Hoy todavía no están desarrolladas las estructuras para mantener un auto eléctrico. Entonces, en el pensamiento futuro, en la medida que se pueda mejorar la autonomía de una batería y que se pueda mejorar el costo de un cargador en tu casa, va a cambiar. El futuro es que vos puedas cargar en tu casa, que sea una emergencia cargar en la ruta y que puedas hacer las distancias de tu día. Hay que trabajar en energías. Hoy el 25% de la energía del mundo depende del carbón de coque, que es lo más contaminante. Tampoco tiene sentido pensar en un auto eléctrico, enchufado en una central que contamina. Hay que trabajar en todos los sectores de esa cadena de la movilidad.