Héctor Bolzán pide bajar impuestos al campo para reactivar la economía
12/05/2024
El presidente de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos advirtió por la presión fiscal de las retenciones, el Impuesto País y el Impuesto al Cheque. Confía en que el Gobierno de Milei lo podrá hacer “si puede ir limpiando la corrupción y ordenando el país”. Nahuel Amore
Héctor Bolzán fue elegido para continuar como presidente de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, institución de referencia en la provincia para las cadenas que agregan valor en origen. En esta coyuntura, planteó que el principal objetivo es “tratar de estar más cerca el Gobierno, dado que en períodos anteriores no nos han dado mucha participación en las medidas que tomaban”. Al respecto, destacó el rol de la entidad a partir del aporte de información estadística para la toma de decisiones.
En ese sentido, valoró el acercamiento con la gestión de Rogelio Frigerio y sus áreas de trabajo. “Tenemos un contacto permanente con el Gobierno y estamos reuniéndonos. Por eso, queremos aprovechar este cambio para trabajar juntos, para darles soluciones al sector agropecuario y todas sus cadenas que han estado muy vapuleados por las políticas impositivas, además del castigo de la emergencia climática”, alertó, en diálogo con DOS FLORINES.
Para Bolzán, el campo viene de atravesar una dura sequía y aún se está poniendo de pie. “La situación todavía no está solucionada”, afirmó, y apuntó contra la presión que ejercen los impuestos en su conjunto que “encarecen los productos” y “son muy perjudiciales”. “Todo eso va en detrimento de la producción y de toda la cadena”, cuestionó, e insistió que bajarlos es clave para reactivar la economía en momentos de recesión.
El empresario se mostró optimista, pero insistió en las medidas fiscales que se deben tomar: “Estamos esperanzados, como lo está una gran parte de la sociedad, de que las intenciones del Gobierno es ir cambiando eso. Sabemos que no es fácil, pero la cadena está pidiendo urgente baja de retenciones hasta llegar a cero, eliminación del Impuesto País y eliminación del Impuesto a Débitos y Créditos, más allá de Ingresos Brutos que también está pegando en algunos sectores”, expresó.
Bolzán fue de los primeros dirigentes agropecuarios en tomar posición ante la necesidad de un cambio rotundo de políticas públicas. De allí que lamentó la herencia recibida por el presidente Javier Milei y valoró sus “ideas firmes” para “ir solucionando los temas del sector”. Desde esa perspectiva, tildó de “totalmente innecesario” el paro general del jueves “porque tiene poco tiempo de gestión y, además, la oposición no lo está ayudando porque les está tocando la caja y quieren vivir del sistema corrupto del país”.
Sobre este último punto, subrayó que será la base que permitirá avanzar en las medidas que demandan. “Si se puede ir limpiando la corrupción y ordenando el país, vamos a llegar a que realmente el Gobierno pueda bajar retenciones y sacar impuestos”, disparó, y acotó: “El productor está asfixiado pero tiene capacidad técnica para producir”.
Problemáticas de productores
Ante los elevados costos en dólares para producir, opinó que “la baja de aranceles a las importaciones –de fertilizantes y otros productos– ayuda y colabora porque los precios internacionales se han deprimido y con las altas retenciones que tenemos en el país se hace realmente inviable casi la producción”. “Tenemos que tener muy buenos rindes para poder seguir adelante y sabemos lo que ha pasado con el clima”, señaló.
Frente a estos desafíos, que se agravan en los últimos años, Bolzán reconoció que preocupa la menor cantidad de productores que quedan en la provincia. “Es una zaranda en la que cada vez más se está quedando sólo con el productor más grande. Se va concentrando la producción porque el productor más chico que se dedica al campo tiene un problema climático y termina muy mal”, consideró.
Ante esta problemática, advirtió por las importantes deudas que deben afrontar. Por ello, consideró clave que haya “crédito para poder solventar esas crisis”, cuya política de financiamiento no estuvo a raíz de las “tasas exorbitantes que era un salvavidas de plomo”. Ahora, con el marcado descenso de las tasas de interés, se mostró “esperanzado de que realmente aparezcan esos créditos de varios años y tasas bajas para poder solventar estas situaciones”.
Por otro lado, advirtió por las pérdidas millonarias en el maíz tardío o de segunda ante el flagelo de la chicharrita que transmite el Spiroplasma. “Nos alarma porque ha sido algo nuevo. Este año no lo pudimos manejar. La chicharrita ha hecho lo que quiso. Prácticamente el total de los lotes de maíz de segunda en la provincia están destrozados, muchos lotes van a consumo animal, otros no se pueden trillar y hay mercadería fuera de estándar, con rindes que no alcanzan a pagar el costo de trilla. Estamos muy preocupados”, expresó.
Sobre este tema, Bolzán anticipó que los productores pensarán dos veces qué hacer la próxima campaña. “Para el año que viene, las decisiones de siembra de maíz están muy verdes y hay que analizarlas porque no le encontramos solución al problema”, anticipó.
Caminos y salida
—¿Cuánto cree que ayudará el aumento presupuestario en Vialidad Provincial para caminos rurales? ¿Cuán grave es la situación para el sector?
—Creo que si aumentan el presupuesto, tiene que ayudar sí o sí. El tema es que hay que apuntar a la gestión. No es sólo plata, sino gestión y gente que lo lleve adelante. Vamos a depender mucho de las personas que deben hacer las reparaciones. Creemos que el recurso humano de Vialidad es el que tiene que tomar un poco la iniciativa, más allá del aumento presupuestario. La situación de Vialidad es igual que toda la provincia con los fondos. Pero venimos con un arrastre en la desidia de la gestión para arreglar los caminos. Como todo, se tendrá que ir mejorando y todos tendremos que poner voluntad para lograrlo.
—¿Cree que el campo está en condiciones de ser un “motor de reactivación” de la provincia y el país como otros sectores esperan frente a esta recesión?
—Eso va a depender de la agilidad que haya en la baja de impuestos. Si se da la baja de retenciones y se sacan impuestos nocivos, el campo se recupera y, si eso sucede, empieza a recuperarse todo. Empieza por la producción, después en darle valor agregado que nos falta en la provincia. Pero a eso se llega cuando el productor empieza a generar ganancias y puede invertir en máquinas para darle valor agregado. La agroindustria es una cadena. La capacidad para revertir esa situación es grandísima. Sólo hay que darle condiciones al sector.