Durante la disertación que ofreció en la Facultad de Ciencias Económicas, el ministro explicó su estrategia para alcanzar esa objetivo. Dijo que el primer desafío oficial es resolver el problema de la deuda externa y señaló que el aumento de los precios internacionales de los commodities es bueno. Danilo Lima
Establecer un rumbo hacia una estructura económica que resuelva los problemas estructurales –como la exclusión y la informalidad, entre otros tantos– asociado al sistema productivo que dé estabilidad a las principales variables de la economía es el objetivo central del Gobierno nacional, según definió el ministro de Economía, Martín Guzmán, durante su visita a Paraná.
“Necesitamos pasar de una economía intranquila a una economía tranquila, sin vaivenes, y con una inflación más baja”, remarcó el funcionario en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER en donde este jueves brindó una disertación con un marcado perfil académico, y con pocas definiciones políticas.
En ese marco, Guzmán hizo un rápido repaso de la economía argentina en los últimos 50 años, habló de las actuales condiciones económicas, describió su mirada sobre cómo salir de la crisis y explicó hacia dónde va el país, desde el punto de vista económico.
Definiciones.
Si bien durante toda la conferencia prevaleció un Guzmán docente, también hubo espacio para algunas definiciones de política económica, como cuando remarcó que “no se puede pasar a una economía tranquila en un solo paso” porque “no hay estabilización posible sin actividad económica ni crecimiento”.
Para volver a crecer y sostener el crecimiento, subrayó, “es necesario contar con divisas” y para eso “es necesario exportar con una dinámica virtuosa”. De lo contario, admitió, “empezamos a quedarnos sin reservas y esto mete presión al tipo de cambio, y no hay nada más regresivo para la economía que una devaluación, hay que evitarla”.
El ministro, igualmente, reconoció que en el país, en la práctica, hay un bimonetarismo: “Es un fenómeno real”, dijo. “La economía no ha logrado una moneda robusta, y, por ende, ante la imprevisibilidad del valor de la moneda, todo el mundo se refugia en el dólar”, admitió.
Para dar estabilidad al tipo de cambio, según la mirada de Guzmán, “tenemos que lograr determinados equilibrios y hacerlo con cuidado. La condición necesaria es garantizar que la economía se recupere, de lo contrario no hay estabilización posible”.
Deuda externa.
Guzmán recordó que el primer objetivo del Gobierno fue “tratar de resolver” el problema de la deuda externa, porque tanto el Estado nacional como algunas provincias “estaban en una situación insostenible”.
En este marco, planteó, “nos fijamos una estrategia federal e integral” y “vamos a seguir un proceso con un conjunto de principios y compromisos que podamos cumplir. Tiene que ser un arreglo que nos dé alivio. Primero hay que deber menos, después producir más”.
Precios internacionales.
En otro orden, aunque sin hacer referencia puntual al tema de las exportaciones de maíz –que generó un fuerte frente de tormenta con los productores agropecuarios, al parecer, desactivado–, Guzmán definió como “bueno” el aumento de los precios internacionales de los commodities, pero advirtió que “hay que trabajar en acuerdos” entre los sectores público y privado para que ese fenómeno “no se transforme en recesivo”.
El objetivo oficial, en consecuencia, es que el productor pueda vender en los mercados internacionales y también, con precios más razonables, en el mercado doméstico. En otras palabras: el Gobierno no descarta seguir con las intervenciones, pero acordadas.
Presupuesto e inflación.
Para Guzmán, cualquier programa económico debe ser plurianual y, por eso, “nosotros ponemos mucho el foco en el Presupuesto, que debe hacerse en forma racional, y estableciendo prioridades”.
Con relación a la inflación –uno de los problemas casi eternos de la economía argentina–, el ministro explicó que se trata de un fenómeno multicausal y enfatizó que su objetivo es ir bajándola año a año. Destacó, en este sentido, que en 2020 “hemos logrado reducirla 19 puntos”.
Mientras eso decía Guzmán en Paraná, el Indec informaba que la inflación de diciembre último fue del 4% y la de todo el año pasado 36,1%.
La estrategia oficial para contener la inflación, según explicó Guzmán en Paraná, es diferente a la que intentó el Gobierno anterior –subir la tasa de interés de referencia– y se asienta en cuatro ejes: política cambiaria, políticas fiscal y monetaria consistentes, tarifas y políticas de precios y salarios. “Buscamos que la inflación se reduzca cinco puntos por año”, remarcó.
A manera de cierre de su conferencia en Ciencias Económicas, Guzmán definió tres temas de gestión que consideró claves:
- Fortalecer el Estado nacional.
- Afianzar y potenciar las capacidades y el desarrollo de los sectores generadores de divisas.
- Definir reglas de juego claras para tener mayor previsibilidad y transitar hacia una economía tranquila, respetando el principio de sostenibilidad social.
