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Garrapata: hacer las cosas bien, la clave para limpiar los campos

La Provincia debe ejercer en plenitud su rol de policía sanitaria, reclamó el veterinario Alfredo Montiel Barbará. El Estado, enfatizó, debe estar presente para obligar a los productores a cumplir con todos los requisitos exigidos en el plan de lucha. La resistencia a los garrapacitidas y la decisión correntina de abandonar la lucha. Danilo Lima

La aparición en los últimos meses de focos en lugares acaso poco frecuentes –como el departamento Victoria, por ejemplo– puso de nuevo el foco en la lucha contra la garrapata que lleva adelante la Fundación de Lucha contra la Fiebre Aftosa (Fucofa) por delegación del Estado entrerriano.

La Fucofa y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) levantaron la guardia, se reunieron con los productores cuyas tropas aparecieron infectadas para debatir cuestiones técnicas de la aplicación de productos y remarcaron la necesidad de observar todas las medidas de control en relación a los movimientos de animales. En la agenda también está incluido un problema que, de a poco, pareciera ir acentuándose: la resistencia a los garrapaticidas.

La última semana, a través de la publicación de un documento, el radicalismo entrerriano alzó su voz de preocupación sobre este problema sanitario que, se sabe, puede ocasionar grandes pérdidas a la ganadería en la provincia. El texto surgió luego de la una reunión virtual que los integrantes de la Comisión por la Producción y el Trabajo de la UCR mantuvieron con técnicos de las Estaciones Experimentales Rafaela y Mercedes del INTA y especialistas en garrapata de la Fucofa.

Alfredo Montiel Barbará –médico veterinario, productor ganadero e integrante de dicha comisión–, consultado por DOS FLORINES, explicó que, básicamente, las preocupaciones son dos: la necesidad de que el Estado provincial ejerza en plenitud el poder de policía sanitaria y la decisión de la vecina provincia de Corrientes de dejar la lucha contra la garrapata.

Alfredo Montiel Barbará, médico veterinario y productor ganadero.

Poder no delegado.

El artículo 121 de la Constitución Nacional, recordó Montiel Barbará, señala que “las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación”, por lo que la Provincia “es la que debe actuar como policía sanitaria”.

“No estamos en contra de que la Fucofa actúe como delegada porque su trabajo técnico es correcto y está bien hecho, no tenemos objeciones. Lo que sí creemos es que hay establecimientos crónicos sobre los que se tendría que actuar para ponerlos en orden porque hay algunos que llevan hasta 19 años y no han limpiado la garrapata”.

– ¿Por qué esos establecimientos permanecen sucios durante tantos años?

– Por negligencia de los productores, evidentemente. Limpiar la garrapata con los productos que hay en la actualidad, si el productor lo hace bien, respetando los períodos en los que debe aplicar los productos y sin dejar ningún animal en el potrero –es decir bañando a todos, sin excepciones–, no habría ningún problema con la garrapata.

El tema es que algunos productores, a veces, hacen las cosas a medias, y no hay quién vaya y les diga que las cosas deben hacerse bien. Y ahí es donde debiera estar el Estado provincial porque es la autoridad sanitaria.

La Fucofa hace bien su trabajo, recibe y controla las tropas que llegan a los establecimientos entrerrianos y si se detectan garrapatas se mandan de vuelta. Pero, como hay gente que no hace las cosas bien, el Estado tiene que actuar.

– ¿Qué tan grave es la resistencia a los garrapaticidas?

– Creo que, efectivamente, están apareciendo casos de resistencia, pero detrás de esa resistencia hay un mal trabajo.

Por mi experiencia con los productos tradicionales, los campos se limpian haciendo bien las cosas. No estoy diciendo, insisto, que no haya resistencia, digo que las cosas deben hacerse bien, siempre.

La Fucofa debe seguir apoyando y ayudando a los establecimientos con menos de tres años con problemas, y a los otros, a los establecimientos crónicos, el Estado provincial debe obligarlos a que designen a un médico veterinario, matriculado, para que presente un proyecto de erradicación a ejecutar en un año.

Los vecinos de un establecimiento crónico ya están cansados en gastar plata en garrapaticidas porque el vecino con problemas no trabaja correctamente.

Hay que recordar, en este sentido, que la lucha contra la garrapata es financiada en forma solidaria por el conjunto de los productores ganaderos de Entre Ríos, a través de un porcentaje del precio de la vacuna antiaftosa. No la financian los productores con problemas, la financiamos todos.

– ¿Hay todavía vergüenza de los productores de denunciar la presencia de garrapatas en sus rodeos?

– En 2000, siendo funcionario provincial, comenzamos a recorrer los departamentos del norte por este tema, porque sabíamos que había garrapatas y los productores podían tener temor a hacer la denuncia. En esa época decíamos –y decimos ahora– que tener garrapata no era una infracción, pero ocultarla sí.

Corrientes.

Montiel Barbará –director de Ganadería, primero, y secretario de la Producción, después, durante la segunda administración del gobernador Sergio Montiel–, asimismo, expresó su preocupación por la decisión de la provincia de Corrientes, desde donde llega la mayor parte de tropas infectadas, de dejar sin efecto el plan estratégico de control y erradicación de la garrapata en amplias zonas afectadas de departamentos del sur correntino, avalada por el Senasa.

De esta manera, alertó, Entre Ríos “queda en situación de vulnerabilidad” y “hasta desprotegida frente al avance de la garrapata”.

“La falta de infraestructura en los límites interprovinciales es un problema adicional. El control limítrofe con Corrientes no es suficiente, porque hay zonas con muchos pajonales y sin los alambrados correspondientes, que hace que los animales pasen de un lado a otro llevando garrapatas”, añadió.

Po todo esto, enfatizó Montiel Barbará, “debe profundizarse el plan de lucha” y el Gobierno provincial “debe actuar en forma temprana y asumir el rol que le corresponde” en materia de sanidad animal.

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