Exponencial demanda de bicicletas en pandemia: Peretti fabrica 400 por día y agota stocks

Sergio, fabricante de las SLP, advirtió que la industria nacional se ve sobrepasada, con dificultades para importar insumos. Nahuel Amore

La pandemia provocó en poco más de cuatro meses diferentes cambios de hábitos, entre los cuales se consolidó el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo y económico, no sólo ante la falta de colectivos urbanos, sino también como opción segura en términos sanitarios. De la mano de esta tendencia, en todo el país se dispararon las ventas, de modo tal que la oferta está resultando insuficiente, más aún cuando todavía persisten dificultades en las industrias para poder trabajar al ciento por ciento.

A nivel regional y nacional, una de las firmas que se impuso en el mercado fueron las bicicletas SLP, fabricadas por la familia Peretti, de Rafaela. Según manifestó a DOS FLORINES Sergio Peretti, socio y presidente de la empresa santafesina, la producción se pudo reactivar tras vivir un fuerte parate durante la cuarentena estricta, pero los dejó con inconvenientes para poder cumplir con la incesante demanda de rodados, situación que es común incluso en sus competidores argentinos.

“Estamos fabricando casi 400 bicicletas al día. La demanda está sobrepasando los stocks que tenemos”, alertó el empresario, que desde 1985 decidió junto a su esposa abrir un taller para realizar reparaciones y desde ese momento no dejó de crecer. Actualmente, la firma, que tiene la planta productiva en la localidad de Susana, a 14 kilómetros de Rafaela, es el sustento de unas 97 familias, quienes se esfuerzan por poder seguir siendo competitivos en un mercado cada vez más sofisticado y exigente, que incluso debe enfrentarse a productos importados.

En este sentido, los desafíos de cara a la pospandemia son múltiples. “Trabajamos constantemente con la innovación, teniendo una estructura chica. Acá trabajo yo, mis hijos, mi sobrino, mi hermano. Es una empresa manejada familiar y austeramente. Eso hace que sea más fácil acomodarse en épocas de vacas flacas. También, el hecho de tener la fábrica en un pueblo chico nos permite, con una responsabilidad enorme, tener costos menos elevados que una ciudad grande, como la seguridad”, reflexionó el empresario, que mueve entre el 60 y 70% de la economía local.

Demanda

Sergio Peretti es un conocido ciclista rafaelino, que ha participado de diversas competencias, entre ellas el gran desafío Iron Man. Durante su vida, pudo convertir la pasión en un emprendimiento, por lo cual entiende de la materia y ofrece al mercado más de 100 modelos de bicicletas. Según indicó a este cronista, hoy en día comercializan en toda la Argentina y asegura que en pandemia crecieron fundamentalmente los pedidos del interior, “porque al tener menos problemas es el que más demanda está absorbiendo”.

Sin dudas, los tiempos de confinamiento obligaron a todo el sector industrial a estar preparados. “A nivel mundial hay una gran demanda de bicicletas y por eso la gran demanda hace que haya poca oferta, incluso en todo el mundo. Las fábricas no están trabajando al ciento por ciento, entonces eso hace que haya problemas para poder abastecer los pedidos”, planteó.

Consultado por cuáles son las proyecciones para los próximos meses, avizora un cierto equilibrio del mercado. “No creo que se sostenga este nivel de demanda hacia nosotros, que está ayudado un poco por el Día del Niño para esta época pico del año. Es decir, el nivel de demanda se sostendrá, pero lo que va a haber es un poco más de oferta. Hay colegas nuestros que están con problemas de fabricación más serios. O sea, cuando todos estemos fabricando al ciento por ciento de vuelta, vamos a cubrir esa demanda, sin dudas”, anticipó.

Restricciones

Los primeros días de cuarentena fueron letales para el sector, porque los guardó en el freezer sin capacidad de producción. “La pandemia nos afectó porque estuvimos 45 días parados. Ahora estamos trabajando con reducción horaria y de personal. No estamos trabajando al 100%. Mientras tanto, la demanda está. No hay colectivos en muchas ciudades y siguen con restricciones, entonces la gente está tratando de usar la bicicleta para moverse”, señaló.

En este escenario, Peretti definió como “muy complejo el primer mes, a pesar de que recibimos la ayuda del ATP”. En otras palabras, todavía sienten el arrastre de haber estado paralizados, a pesar de que los niveles de facturación se sostienen. “Fue muy complejo porque el primer mes se pagan todos los impuestos del mes anterior que hubo bastante actividad, entonces eso hace que sea bastante difícil”, manifestó.

En relación a la reactivación, que para algunos sectores se manifiesta desde junio como un “veranito” extendido, reconoció que “la rueda comenzó a circular de nuevo y eso hizo todo sea más llevadero”. No obstante, remarcó una vez más que la empresa todavía está “pagando ese mes y medio que no pudimos fabricar y nos vinimos abajo con los stocks enseguida”. “Además, el hecho de trabajar después con horarios restringidos y personal restringido, son complicaciones que hacen que no podamos tener la producción como quisiéramos”, explicó.

Respecto de estos inconvenientes, que a la larga impiden equilibrarse ante la incesante demanda, se explayó: “La gente está casi toda trabajando, pero menos horas de las que podrían. El local comercial tiene horarios de apertura y cierre restringidos. El pueblo de la fábrica tiene restricciones horarias y no permite realizar doble turno u horas extras. Los choferes tienen que llegar y no pueden ir más a trabajar hasta que vuelvan de viaje. Eso hace que no se pueda trabajar al 100%”.

Importaciones

Durante estos meses de pandemia, la Argentina extremó también las restricciones cambiarias, en el marco del proceso de reestructuración de deuda argentina y la necesidad de sostener las reservas. Por ello, el Banco Central aplicó diferentes recetas para encorsetar el uso de dólares para importaciones, que se termina traduciendo en fuertes dolores de cabeza para aquellas industrias que requieren de estos insumos para poder generar valor y empleo local.

Al respecto, Peretti reconoció que las trabas también las vive en carne propia. “Las bicicletas que se están vendiendo hoy, de aluminio, tienen un alto porcentaje de componente importado; acá en el país no se fabrican directamente, no es que estén fuera de precio. El caso de la transmisión, del cuadro de aluminio, la cadena, piñón y palancas son todos elementos que no se fabrican en el país y hay que importarlos sí o sí”, explicó.

En esta línea, lamentó el efecto de las políticas nacionales. “Esta restricción nos perjudica bastante. No se pueden realizar pagos adelantados al exterior y eso complica, ya que las fábricas hasta no recibir el pago no envían la mercadería. Entonces, se nos están retrasando todo. Sumado a eso, los chinos están bastante atrasados con las entregas también. Es otra complicación extra que estamos teniendo”, sostuvo.

Del mismo modo, las restricciones comienzan a notarse en los precios que terminan pagando todos los consumidores. “No es sólo costos, sino que China aumentó precios. Hay productos que están con un 15 o 20% de aumento en los últimos cuatro meses, que para China es elevadísimo. No recuerdo otro porcentaje similar. Además, los pedidos que embarcaban en tres o cuatro meses, hoy están pidiéndonos que les digamos los pedidos para embarcar en marzo del año que viene”, advirtió.

—¿Es posible hacer esa previsión, teniendo la mirada tan puesta en el corto plazo?
—No, el riesgo que estamos asumiendo es total. Ya pedir para tres meses lo que va a llegar en seis meses, porque son tres meses que demora en embarcar más dos meses y medio que demora en llegar, es prácticamente una eternidad para la Argentina. Puede pasar cualquier cosa. ¿Quién se iba a esperar que hoy tengamos mucha demanda de bicicletas saliendo de una pandemia o estando en plena pandemia?

Pospandemia

La etapa que viene llena de incertidumbres a los hombres y mujeres de negocios y pareciera que la única opción posible es hacer los deberes internos para poder resistir a los embates de las variables macroeconómicas. Así también lo entiende Peretti. “Nuestra apuesta siempre fue al crecimiento, quizá no tan rápido pero sí firme y seguro, sin correr tantos riesgos, a pesar de que en este país siempre corremos riesgo por algo. Lo que sí estamos apostando fuertemente es a tener la cintura necesaria como para adaptarse a lo que viene, con cambios de comercialización y cambios de modelos”, afirmó.

Sobre este aspecto no menor, clave para una familia de deportistas, señaló: “Tenemos los modelos de bicis más vistosos y de mejor precio calidad que hay en el mercado en este momento. Nosotros diseñamos nuestras bicis, no copiamos nada, o sea que no vas a encontrar una bici igual en cuanto a ángulos, medidas y esas cosas. Es decir, apostamos fuertemente al diseño, a la calidad de la bici, al precio, con la cintura para amoldarse a los tiempos que vienen”.

De todos modos, no deja de advertir sobre las condiciones de producción que enfrentan a diario, como el peso de los tributos, que quita competitividad no sólo interna, sino también a la hora de pensar en cruzar las fronteras. “Siempre estamos peleando porque la carga impositiva que tenemos es fenomenal. Se nos hace imposible pensar en competir con algunos de nuestros países limítrofes o llegar a tener la idea de exportar algo al Mercosur. Eso siempre se está planteando”, lamentó.

Del mismo modo, la competencia con las importaciones es una realidad similar a otras cadenas. “Estamos luchando contra el ingreso de bicicletas armadas por parte de los hipermercados. Es competencia desleal porque hay cosas que se fabrican en el país y ellos están ingresando las bicicletas con esos elementos. El claro ejemplo es una cubierta, que tiene un montón de restricciones para-arancelarias y de aranceles que si uno trae la bicicleta armada no las tiene”, planteó.

En este sentido, interpela al Estado, sin llegar al extremo de pedir mayores contemplaciones. “Hay que ser muy cautos, muy equilibrados, para definir cómo se protege a la industria sin sobreprotegerla”, concluyó.