Las autoridades aprobaron el proyecto de radicación y será la primera empresa junto a la ruta 12 que en breve comenzará a levantar una nave. Gustavo Sánchez Romero
El sueño que tuvo Orlando Lovera por el año 2004 está a punto de comenzar a desovillarse ya que la Dirección General de Industria de la Provincia acaba de aprobar el proyecto de reubicación de la empresa Esperanza Blanca y en breve comenzará a levantar su primera nave en el todavía vacante predio de 14 hectáreas que la ciudad tiene destinado para su Parque Industrial.
Por aquellos años, el por entonces intendente de Cerrito advirtió que existía un predio lindante con Pueblo Moreno, enclavado, nada menos, que en la traza de la ruta 12 y el abandonado ferrocarril.
“Es un lugar estratégico ya que, el día que se recupere la cultura del tren y vuelva a transitar un parque industrial en ese lugar se convertirá en una parada ineludible y ello volverá a impulsar al pueblo generando empleo y riqueza” le dijo Lovera al holandés dueño de la empresa Salentein S.A., propiedad del predio, que no estaba muy seguro de desprenderse de él.
Fueron dos años de duras negociaciones y finalmente el empresario cedió y el predio pasó a la comuna a un precio razonable a pagar en cuotas durante cinco años, según recuerdan en Cerrito.
Apenas un año antes del interés oficial por lograr un predio para el aún inimaginable parque industrial, la empresa Esperanza Blanca, de la familia Paulini, comienza las tratativas para trasladarse de Viale a Cerrito, y negocia con Lovera el alquiler de las instalaciones del viejo y abandonado Matadero Municipal y llevar allí sus impulsos productivos.
Podría decirse que la posibilidad de este espacio industrial y los sueños de crecimiento de una empresa láctea familiar nacieron casi en simultáneo, por lo que no debe interpretarse como una paradoja que el tiempo se empeñe en intersectarlos en un punto de inflexión clave para la historia de la Cerrito. De este modo, la Municipalidad cuenta con las herramientas para acompañar el proyecto de relocalización de la unidad productiva de los Paulini y será la primera empresa en funcionar en el parque industrial y dará el puntapié inicial a una iniciativa que ya cuenta con otros interesados.
Proyecto.
La idea que Esperanza Blanca le narró al Estado Municipal es adquirir 4000 metros cuadrados, lo que corresponde a dos lotes ubicados a la vera de la ruta 12 y por lo que deberán erogar unos dos dólares por metro. Aseguran que hizo reserva por otros 4000 metros más, y por estos días deben presentar una propuesta de pago de esos 16 mil dólares por el terreno.
Si bien no se conoce aún cuál será el monto global de la inversión, se estima que será muy importante ya que la empresa cuenta hoy con 30 empleados y tiene importantes niveles de producción para la elaboración de quesos, cremas, dulces y derivados: procesa 658.000 litros mensuales y proyectan incrementar este flujo a 1.200.000 litros.
Actualmente la capacidad de la planta está al límite y necesitan dar un salto cualitativo que les permita planificar un crecimiento sostenido.
Trabajan el matrimonio Paulini y sus cuatro hijos en los procesos de producción, administración y ventas y en el pueblo se los reconoce por su contricción a la disciplina y por tener una visión moderna de cómo gerenciar una empresa familiar, contando con un protocolo de funcionamiento modelo.
La empresa se remonta a comienzos del siglo XXI y en el sitio web de la empresa puede leerse que Omar Paulini, fundador, comenzó como productor tambero por tradición familiar, siendo su padre socio fundador de Cotapa (Cooperativa Tambera Paraná).
En sus comienzos trabajó como transportista en la empresa Sancor, durante 20 años y hace 15 se unió a pequeños y medianos productores, comenzando con la concentración, transporte y enfriado de leche bajo el nombre de Esperanza Blanca, la que vendía a grandes empresas.
En la crisis nacional del año 2001, surgió como alternativa la elaboración propia; alquilando una planta elaboradora de productos lácteos en Viale. Posteriormente, la Municipalidad de Cerrito ofrece la posibilidad de montar su propia planta en esta localidad, y desde septiembre de 2004 apuntala su destino en Pueblo Moreno.
Se autodefine como una empresa familiar donde todos trabajan y donde cada uno es responsable de un sector. El matrimonio Paulini está a cargo de la coordinación.
“El equipo de trabajo diario está compuesto por personal altamente calificado para la elaboración, distribución y venta de los productos elaborados. Y junto a ellos trabajan, profesionales (abogados, técnicos, contadores, psicólogos, licenciados en comunicación, gente especializada en relaciones laborales, etc.). Si se tienen todos los recursos humanos y asesores profesionales, llevar adelante una empresa familiar es una tarea muy gratificante”, prescriben los Paulini.
Futuro.
La llegada de Esperanza Blanca al flamante parque industrial abre muchas expectativas en las autoridades ya que se cuenta con otro interesado -sería una empresa santafesina- que también expresó su intención pero aún no presentó su proyecto oficialmente.
En 2011, cuando se logró la propiedad final del predio comenzaron las obras de infraestructura en las 14 hectáreas.
Como se presumía que los siete lotes que se recuestan sobre la ruta 12 serían los más demandados, se trabajó allí al tiempo que se comienza con la gestión de fondos para la infraestructura interna.
Primero se desmontó el predio y luego se comenzó a trabajar en la cuadricula interna y el diseño de las calles. Se consigue así un aporte de 3 millones de pesos para poner en condiciones los primeros lotes y luego se realiza la instalación de la primera parte de las luminaria. Recién en la gestión anterior, en 2018, se logra culminar con los cordones cunetas y las luminarias. Hoy el predio tiene agua, pero aún no logra conectar el gas. El gobernador Gustavo Bordet se comprometió a subsidiar los 800 metros de cañería desde la planta hasta el parque, pero existe una controversia entre la empresa proveedora y la Comuna acerca de la presión necesaria que demandará el predio en su total funcionamiento.
Ahora se busca esta concreción para ofrecer los lotes con los servicios completos y echar a rodar lo que para la comunidad será la puerta de acceso a una nueva realidad.
“Este proceso conlleva mucho tiempo ya en el que se han mantenido reuniones con funcionarios locales y provinciales para obtener el asesoramiento adecuado, los requerimientos para la instalación en el Parque, certificados de industria y líneas de créditos vigentes para la financiación de la inversión. En las últimas semanas se ha podido concretar un aspecto importante y que refiere a la necesaria participación de la Dirección General de Industria, dependiente de la Secretaría de Industria y Comercio del Gobierno de Entre Ríos, que define la viabilidad del proyecto para la instalación de una nave industrial, siendo de esta manera la primera empresa que se radicara en el parque industrial de Cerrito”, expresó la viceintendente Vanina Grinóvero a Dos Florines.
