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En Paraná se registran aumentos del 100% en la ropa de abrigo

Para niños, los precios rondan los $8 mil, mientras que una campera para dama cuesta aproximadamente $12 mil y una para hombre entre $15 mil y $27 mil. Marcelo Quiroga, titular del Centro Comercial e Industrial de Paraná (Cecip) analizó el impacto de la inflación. Gabriel Schamne

Hace unas semanas que la temperatura comenzó a bajar en Paraná y abrigarse pasó a ser una necesidad primaria. Al ritmo de la inflación acelerada en el país, las camperas de abrigo han subido hasta un 100% en algunos casos, con respecto al invierno del año pasado, lo que ubica al rubro por encima del promedio que ronda el 58% interanual.

Según un relevamiento realizado por la Redacción de DOS FLORINES, en lo que respecta a indumentaria femenina, renovar una campera o tapado cuesta alrededor de $12.000. De ahí, para arriba. En el rubro infantil, las camperas inflables valen entre $7.500 y $8.000, mientras que las parcas $10.000, aproximadamente. Por otra parte, por el lado masculino, las camperas comienzan con precios cercanos a los $15.000 hasta los $27.000 aproximadamente, dependiendo las marcas y los modelos, siendo las parcas más caras que las inflables.

Marcelo Quiroga, titular del Centro Comercial e Industrial de Paraná (Cecip), dialogó con este medio y dijo que los altos precios de venta en las vidrieras de los negocios responden a la “inflación galopante” que atraviesa el país y que “el gobierno no parece encontrarle la pata al asunto”. “El comerciante minorista lamentablemente tiene que trasladar al precio de una prenda, los valores que tuvo de costo al momento de adquirirla”, manifestó el empresario gastronómico.

En cuanto al consumo, Quiroga hizo énfasis en que se ve un menor movimiento de gente en las cuadras del centro, debido al descenso de temperatura registrado en las últimas semanas. “Históricamente en Paraná cuando empieza el frío la gente se guarda un poquito”, comentó.

Por otra parte, Daniela Borches, propietaria del local Piedra, Papel o Tijera, sostuvo que el consumo subió con la llegada del frío. “En la rama infantil, esta época del año es la más fuerte y se vende más que para el Día del Niño o Navidad. Los chicos crecen y la ropa del invierno anterior les queda chica y por lo tanto, los padres salen a comprar”, afirmó.

En cuanto a ventas, según un informe realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el rubro de indumentaria cayó -9% anual en mayo y -13,8% mensual. “El mayor problema de este rubro fueron los saltos en los precios que no solo desalentó el consumo, sino que activó la venta informal por redes y grupos sociales, perjudicando al comercio formal. También los faltantes de mercadería y las menores opciones de financiamiento, restaron ventas”, explicó la entidad.

Tareas finas

Según los comerciantes del centro de la capital entrerriana, uno de los objetivos principales en la actualidad es poder mantenerse en el tiempo en el negocio. “La idea es permanecer abiertos, por más que eso signifique pedir préstamos o gastar ahorros, teniendo la fe de que en algún momento esta situación se va a revertir”, señaló Andrea Gunther, propietaria de Blomm.

En línea con esto, señalaron que el aumento de precios es la mayor preocupación en este momento.

“Las prendas han aumentado casi el doble hasta ahora y digo hasta ahora porque todas las semanas nos mandan nuevas listas con incrementos en los precios”, indicó la dueña de la tienda de ropa para niños. “Se habla mucho de que el pequeño comerciante es generador de precios y muchas veces tenemos que lidiar con el malestar de la gente”, explicó la titular del local de ropa para mujeres.

“Estamos recibiendo dos o tres listas de cambio de precios por mes y eso nos complica a la hora de ser competitivos en el mercado. Muchas veces tenemos que bajar la rentabilidad para poder vender”, expresó Matías Benítez, dueño del local Midway del centro paranaense.

No obstante, también se refirieron a que la tarea inmediata es cumplir con los compromisos contraídos con las marcas o proveedores, mientras que las de mediano plazo son las relacionadas a cumplir con los compromisos fiscales y municipales, que “cada vez son más altos y cuestan más”.

¿Contado o en cuotas?

La pérdida del poder adquisitivo, marcada por la inflación y los retrocesos salariales, confluye en un incremento de compras con tarjeta por parte del consumidor, es decir, tomar deuda. Según los entrevistados, la temporada de invierno es la más cara y por eso es que la gente opta por financiar las prendas.

“La mayoría de la gente opta por comprar en seis cuotas porque si no se le hace imposible vestir a los chicos, más que nada si son dos o más hermanos/as”, señaló la propietaria de Piedra, Papel o Tijera.

Siguiendo en esta línea, Benítez afirmó que toda la gente se está volcando a la utilización de tarjetas de crédito para la compra de indumentaria, más que nada de abrigo. “La gente ve que de esta manera le gana a la inflación”, remarcó.

Por otro lado, Andrea comentó que “en la mayoría de los casos, el costo de las promociones bancarias es absorbido en un mayor porcentaje por el comercio y en un menor por el banco”. Según la comerciante, esto hace a veces no sea muy conveniente la venta. “Lo que sí ayuda mucho son las promociones de Ahora 3, 6 y 12 cuotas”, destacó.