En la búsqueda de un nuevo consenso para promover la Economía del Conocimiento

06/03/2020

¿Cómo generamos condiciones de atracción para que estas empresas y emprendedores se desarrollen en nuestra ciudad y provincia? Por Matías Ruíz*

El año pasado, el Honorable Congreso de la Nación, aprobó la Ley de Economía del Conocimiento 27.506. Fue un gran hito para nuestro país pues se aprobó por unanimidad (a excepción de 2 diputados de izquierda) en sus 2 Cámaras en plena campaña electoral, animaba a pensar que si se pueden hacer “Políticas de Estado previsibles para la inversión en Argentina”. También fue una gran señal para empresas, emprendedores, inversores, Universidades y muchos otros actores incentivándolos a que se animen a apostar a la Economía del Conocimiento y hagan explotar nuestros talentos creativos y profesionales, nuestros conocimientos científicos tecnológicos y que de una vez por todas se transformen en trabajo, riqueza, impuestos y codiciados dólares para nuestro país.

Imagen 1

Pero estamos en Argentina y las Políticas de Estado duran lo que somos. Las nuevas autoridades nacionales la dejaron sin efecto. Después de un tiempo de miedos e incertidumbres, estos se diluyeron cuando el Poder Ejecutivo presentó el 18 de febrero un proyecto de reforma de la Ley que en este momento se está debatiendo. El objetivo de esta nota es comentar estos cambios, buscando no entrar en tecnicismos que puedan aburrir. Quien quiera ampliar puede ponerse en contacto y seguimos conversando.

Es importante destacar que las modificaciones planteadas son parciales, algunos pocos pero importantes artículos cambian y se mantienen muchas de las definiciones importantes aprobadas en la Ley anterior. Se pasa de una visión de promover a través de beneficios más general, transversal a sectores, tamaños y lugares, a una Ley que toma en cuenta parámetros de diferenciación. Esto genera una mejora para sectores con mayores dificultades, particularmente PyMEs, mejorando la progresividad para el acceso a los beneficios. También se ven beneficiados otros sectores poblacionales así como se aspira sea un factor de federalización de la economía.

Imagen 2

Por la negativa, esta segmentación o diferenciación complicará operativamente el sistema en general… tiempo y burocracia. Se pasa de una innovadora Ley donde el beneficiario entra o no al sistema y accede a mecanismos de beneficios simples y generales, a un sistema que tiene muchos aspectos a tener en cuenta tanto al momento de la inscripción, como de la evaluación y seguimiento. Los que más sufren la burocracia siempre son los chicos, los grandes resuelven con equipos profesionales propios.

Determina las mismas actividades económicas “del conocimiento” promovidas, pero hace una diferencia favoreciendo operativamente a las de Software y TIC, y limitando a los Servicios Profesionales de exportación. Para el resto (Industria 4.0, Biotecnología, Nanotecnología, Investigación y Desarrollo, Contenidos Audiovisuales, etc.) les requiere a las empresas que demuestren que son actividades intensivas en el uso de conocimiento, generando una instancia administrativa no automática… tiempos y burocracia.

Imagen 3

Para acceder a los beneficios exige a las empresas que cumplan 2 de 3 de estos requisitos: a) Cumplimiento de Gestión de Calidad, b) Inversiones en capacitación y/o Investigación y Desarrollo, c) % mínimo de exportación. Si bien los requisitos no cambian, hay una mejora sustancial para facilitar el acceso a las Micro y PyMes, disminuyendo estos % exigidos.

Mantiene pero modifica los beneficios, volviendo a la anterior Ley de Software: 60% de reducción en el caso de Ganancias y 70% de rebaja en las contribuciones patronales. El beneficio asciende al 80% para nuevas incorporaciones de a) género femenino, b) profesionales con estudios de posgrado en materia de ingeniería, ciencias exactas o naturales, c) personas con discapacidad, d) residentes en zonas desfavorables, e) previos beneficiarios de planes sociales. Hay disminuciones de beneficios para exportadores pues retienen doble tributación.

Crea un nuevo Fondo FONPEC, financiado con aportes de las empresas (de hasta 4% de los beneficios versus 1,5% anteriormente), el cual estará destinado a mejorar el sector con actividades diversas. La versión anterior usaba el FONDCE que estaba ya creado y no sumaba al ya desperdigado mapa de organismos de promoción y financiamiento a PyMEs que marea y desalienta. Conforma un Consejo Consultivo, constituido interinstitucionalmente, que potencialmente puede ser un espacio de debate, evaluación y mejora del sistema.

Si bien se requiere un estudio más exhaustivo, el impacto fiscal se presume menor que con la Ley anterior, uno de los objetivos buscados con esta reforma, originados en una menor cantidad de empresas beneficiadas potencialmente y en menores beneficios estimados por empresa.

Preocupa el hecho que esta nueva Ley, así como está planteado el proyecto, genera 2 focos importantes de imprevisibilidad a la inversión de largo plazo: 1) limita la estabilidad fiscal a los beneficios de la ley (la anterior era amplia) y 2) establece un cupo fiscal a definir todos los años en la Ley de Presupuesto General, es decir que, en la práctica, todos los años se va a tener que discutir si la Economía del Conocimiento es o no importante.

Aún así, aspiramos que a la brevedad se aprueben estas o cualquiera de las reformas, se reglamente y se pongan en funcionamiento estas herramientas para hacer un país distinto.

¿Qué hacemos en Paraná y Entre Ríos?

El debate, y mejor aún ACCIONES, que hay que dar es ¿cómo generamos condiciones de atracción para que estas empresas y emprendedores se desarrollen en nuestra ciudad y provincia?. Hay que tener en cuenta que el principal capital de este tipo de empresas son las personas, profesionales calificados principalmente. Tenemos muy buenas Universidades que forman excelentes profesionales, tenemos una hermosa y atractiva ciudad para vivir (dejo los pozos de lado) pero no es suficiente.

La competencia de los territorios está dada por los entornos que generan, por los Ecosistemas existentes, entonces ¿qué tenemos, distintivo y competitivo de otros, para seducir a que se formen o radiquen aquí estas particulares empresas? ¿Qué tenemos que hacer? Eso lo dejamos para otra nota.

*Ing. (MBA) Matías Ruiz, Titular de GestINNOVA Gestión de la Innovación y Presidente del Polo Tecnológico del Paraná.

Foto: Mirador

Deja un comentario