Con rotación de días y horarios, el 25% del personal trabaja para la producción maderera y de comercio exterior. Por Nahuel Amore
Johnson Acero SA es una de las industrias más grandes de Paraná, con alcance en el mercado nacional e internacional. En el marco de la cuarentena obligatoria que rige en el país para frenar el avance del coronavirus, debieron readaptarse para sostener en funcionamiento únicamente aquellas actividades que quedaron exceptuadas al decreto presidencial. Se trata precisamente de la línea de amoblamientos y del comercio exterior, amparados en las disposiciones nacionales.
Ante la consulta de DOS FLORINES, las autoridades de la empresa indicaron que de un total aproximado de 400 trabajadores que conforma el plantel de recursos humanos, sólo un 25% del personal comenzó la semana pasada a trabajar. Para ello, según remarcaron, garantizaron desde el primer día estrictos protocolos de higiene y salubridad, que se suman a los estándares de bioseguridad industrial que se vienen aplicando históricamente en una fábrica con más de 50 años de vida.
De este modo, Johnson Acero sostiene el ritmo de producción a cuarta máquina, sin la posibilidad hasta el momento de poner en marcha al sector metalúrgico que continúa por fuera del listado de excepciones. En este sentido, en la empresa están a la espera de novedades en relación a los pedidos que elevó el gobernador Gustavo Bordet a la Jefatura de Gabinete de la Nación, que tendrá que definir si se amplía en las provincias el abanico de excepciones. Claro está, a ello debería sumarse el eslabón comercial, para completar las piezas de una cadena que requiere de todas las partes para cerrar el proceso de comercialización.
Sectores
Ante rumores y comentarios que circularon en redes sociales y ponían en duda la posibilidad de trabajo de Johnson Acero en esta cuarentena, desde la empresa emitieron un comunicado que fue publicado por la Fan Page Paraná hacia el Mundo, donde detallaron las normativas que los amparan para fabricar determinados productos.
Por ello, destacaron que la empresa está exceptuada del aislamiento preventivo obligatorio “por la Decisión Administrativa 450/2020 del Gobierno Nacional, Art. 1, inciso 3 y 4 que autoriza el trabajo a las fábricas de productos de madera por un lado y a actividades vinculadas con el comercio exterior (exportaciones de productos ya elaborados)”.
De esta manera, explicaron que la fábrica no está desarrollando tareas ajenas a la fabricación de muebles y exportaciones, con destinos a Chile, Uruguay y Estados Unidos.
Respecto de esto, explicaron además a DOS FLORINES que la puesta en marcha de la fábrica en estos sectores específicos es en función de pedidos pendientes y no de nuevas ventas, todo ello enmarcado en las normativas nacionales. Aclararon, además, que la empresa pudo haberse amparado en otro punto de la norma, que autoriza la venta de insumos y materiales de la construcción provistos por corralones. Sin embargo, los locales de atención al público se encuentran cerrados.
Protocolos
Respecto de la modalidad de trabajo adoptado, las autoridades explicaron que del 25% que trabaja, la mitad a este cronista que un 50% del personal concurre a la planta los días lunes, miércoles y viernes, mientras que la mitad restante lo hace los días martes, jueves y sábados. Por su parte, aseguraron que los empleados de áreas administrativas y comerciales trabajan en modo home office, gracias a las diferentes herramientas tecnológicas que posibilitan atender y resolver temas puntuales de ventas ya concretadas.
Asimismo, desde la empresa subrayaron las distintas acciones de control con el personal, para evitar sospechas de contagios incluso con ingresos particionados a las 6 de la mañana y a las 6.30, con el objetivo de evitar aglomeraciones. Por ello, al ingreso al establecimiento y también en el transcurso de la jornada se realiza un pormenorizado control de temperatura. Cabe destacar que a cada trabajador se le entrega el correspondiente barbijo, informaron.
Del mismo modo, al interior de la planta, las tareas se llevan adelante bajo estricto protocolo de higiene y seguridad, con descansos en el propio sector de trabajo para evitar el descanso grupal. Todo ello se realiza bajo normativas de control del Departamento de Higiene, la Superintendencia de la ART y Superintendencia de Seguros.
Por último, recordaron que en la fábrica no trabajan las personas mayores de 60 años ni personas con riesgo de enfermedad preexistente, así como tampoco lo hacen las embarazadas.