Sobre el cierre del mes de febrero, han quedado atrás los sobresaltos de fines del año pasado, y la calma ha retornado al sistema financiero local. En efecto, la moderación en la demanda de dólares y su correlato en el comportamiento de los depósitos ha permitido revertir la fuga de capitales. Esto le permitió a las entidades bancarias recuperar liquidez, con un sostenido crecimiento en los depósitos y con una demanda de crédito más ajustada a la actual tasa de crecimiento.
Como resultado de ello, se observó una disminución de las tasas de interés pasivas y correlativamente un descenso en las tasas activas, aunque todavía en un piso superior al promedio del segundo semestre del año pasado. Este mayor equilibrio del mercado, dio empuje a que las entidades vislumbren un inicio del semestre más atractivo, respecto a la visión complicada de finales del año pasado. No obstante, habrá que seguir monitoreando el comportamiento del mercado financiero local, que se acomodará a lo que pueda pasar en la economía local en materia de acuerdos salariales, a la crisis internacional en caso de profundizarse, y a la intervención sobre el comercio exterior. Todos estos temas aún no han sido resueltos de modo que cualquier sobrereacción del sector real puede impactar en el sistema financiero local por medio de cambios súbitos en las tasas de interés.
Con información del BCRA al cierre del mes de enero, los depósitos del sector privado crecieron un 2,9 % ($ 9.117 millones). En un análisis desagregado, el aumento en los saldos de los depósitos en plazo fijo resultaron determinantes para dicho incremento, y, en menor medida las imposiciones de corto plazo (cajas de ahorro y cuentas corrientes). Este comportamiento de los depósitos a término tuvo como incentivo el repentino crecimiento de las tasas de interés, muy por encima al incremento esperado del tipo de cambio. Si visualizamos el incremento de los depósitos del sector privado, en la medición interanual alcanzó un 26,4 %, producto del crecimiento de las imposiciones a término ($ 30.242 millones) y, en menor medida, por depósitos en caja de ahorro ($ 15.788 millones) y en cuentas corrientes ($ 14.198 millones). Esta proporcionalidad se ha mantenido a lo largo de los últimos tiempos.
En el caso de los depósitos en dólares, la situación es diferente. Desde la intervención gubernamental en el mercado cambiario, los depósitos en moneda americana comenzaron a emigrar de los bancos. A pesar de que la situación hoy es más tranquila que la vivida en los últimos dos meses del año pasado, el retorno de los dólares al sistema financiero aún resulta moderado.
Préstamos
En otro orden, el stock de préstamos al sector privado durante el mes de enero de 2012 alcanzó un incremento del 2,8% respecto al mes anterior, lo que representó una expansión de $ 7.865 millones, y totalizó en la medición anual un aumento del 47,4 %. Las líneas de crédito más dinámicas a lo largo de los últimos doce meses han sido aquellas destinadas a la actividad productiva. En efecto, la línea de documentos totalizó un crecimiento del 41,2 %, equivalente a $ 25.408 millones. Por otra parte, en el segmento al consumo, se destacó la financiación con tarjetas de crédito con el 4,6 % de aumento en el mes de enero.
Indudablemente el avance que han tenido en forma mancomunada los bancos junto a las grandes cadenas de ventas de artículos para el hogar han contribuido al sostenimiento del consumo de los sectores medios bancarizados. En efecto, la compra de electrodomésticos diversos a cuotas de hasta 50 meses en algunos casos revela una decidida política de las entidades a priorizar la política de fidelización del cliente, a pesar de los niveles inflacionarios y de ser un mes caracterizado por la demanda de financiamiento al turismo, lo que contribuyó decididamente al incremento del financiamiento a través de ésta línea.
BCRA
Intervención.
En este escenario, el BCRA ha retornado a ser comprador neto de divisas y mantiene alineado el valor del tipo de cambio sin demasiados sobresaltos. Asimismo ha renovado los vencimientos de letras (Lebacs y Nobacs) acumulando una esterilización de pesos del mercado por encima de los $10.000 millones. En Lebac a 154 días la autoridad monetaria colocó $ 992,2 millones con un rendimiento de 12,1 por ciento anual; a 189 días tomó $ 559,5 millones al 12,5 por ciento y a 217 días llevó $ 400,105 millones al 12,7 por ciento. En plazos más largos, el BCRA adjudicó $ 100 millones a 357 días al 13,5 por ciento; $ 500 millones a 469 días con tasa de 13,9 por ciento y $ 100 millones a 616 días con un costo de 14,2 por ciento.
Si bien el BCRA, continúa rehaciendo sus arcas en dólares, aún esta lejos de alcanzar los montos acumulados previo a la crisis internacional. Esta dificultad presiona al Gobierno a intervenir en el sector externo controlando los movimientos de divisas que produce el comercio exterior. El problema es que esta intervención, si bien parecería poner algún paño frío al asunto, provoca ruidos en el sector real ya que introduce otro dato más de incertidumbre respecto a la viabilidad de obtener en tiempo y forma los insumos importados necesarios par la producción.
En consecuencia, todo parece indicar que más que un brillante comienzo del año se ha ganado tiempo. Algo similar a lo que sucedió en 2006 cuando el Gobierno impulsó la intervención de Guillermo Moreno en el INDEC para moderar las alzas de precios que se difundían. Pasado el tiempo, el resultado final ya es por todos conocido, de modo que no sería saludable para la economía repetir comportamientos que nos internen en otro laberinto sin salida. Estamos a tiempo.
Fuente: El Economista