Un informe interno asegura que para el mes de octubre una caída de la ocupación de los corales de 4 puntos, con un encierre del 63%.
La situación del sector del engorde a corral profundiza en este momento el escenario registrado en los últimos meses, el cual está marcado por una gravedad mayúscula y preocupante. Una combinación de distintos factores que se presentan poniendo en jaque a la actividad, según se informó desde la Cámara que nuclea a la actividad.
Por el lado de los precios de la hacienda “tenemos una situación con una relación compra-venta empardada en el mejor de los casos y negativa en la mayoría de ellos. El consumo interno marcó un límite que se evidenció con gran caída del consumo, es que “doña Rosa” tiene que hacer frente a una elevada inflación con una actualización de las tarifas de servicios, situación que genera un importante recorte del poder de compra. Por el lado de la exportación seguimos en un buen camino de crecimiento y acceso a nuevos mercados pero la buena situación que atraviesa la industria exportadora no tracciona hoy sobre los valores de la hacienda en pie”, expresaron en un comunicado.
Los insumos de alimentación llevan en lo que va del año un incremento del 100%. Energía y proteína atados al precio de los commodities agrícolas y a la relación del tipo de cambio.
Deterioro.
Estos factores ya crearon una situación donde los feedlots ven como mes a mes se les deteriora el resultado del negocio, lo que conlleva un quebranto en cada animal terminado. Además, esto se da en un marco general sumamente complejo donde el acceso a financiamiento es imposible con tasas del 75% y donde el programa de presión impositiva decreciente que había planteado el gobierno actual parece que no será tal.
Los problemas estructurales de índole impositiva como: alícuotas diferenciales de IVA, regímenes de percepción y retención que acumulan saldos a favor agravando en ambos casos el resultado de la actividad en un contexto de elevada inflación, están poniendo en jaque a la actividad que lleva 10 meses de quebranto de los últimos 12. A esto se suma ahora la reincorporación de los aranceles a la exportación y, en el caso puntual de la provincia de Buenos Aires, el programa de reducción hasta la eliminación a “0” del impuesto a los ingresos brutos parece detenerse frente a esta crisis. Otra situación similar, también de la provincia de Buenos Aires, es el impuesto a los sellos que también frenaría su reducción y que, luego de tratarlo con distintos organismos oficiales, sabemos que para la actividad no corresponde ni aplica, cuestión que no se comunica adecuadamente generando conflictos en la cadena.
Caída.
El informe avanza diciendo que mientras tanto la actividad registró para el mes de octubre una caída de la ocupación de los corales de 4 puntos, con un encierre del 63%, pero con un Índice de Reposición en del 0,76 lo que marca la restricción del productor al momento de reponer hacienda en sus corrales.
Parecería ser que nuestros gobernantes, al imponer las altas tasas de interés, la creciente presión impositiva y no atender de forma seria los problemas que transita la producción, buscan desalentar a todo aquel que apuesta al agregado de valor, la transformación, la eficiencia y la aplicación tecnológica. En esta situación hace que no podamos pensar en producir y mucho menos en crecer, evolucionar, invertir (o atraer inversiones).