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“El resultado electoral demuestra que la gente empieza a conocer el poder que tiene”

Vanina Grinóvero: mujer, empresaria, viceintendente de Cerrito, madre de cinco hijos, fue presidente del Centro Comercial, ex concejal, entre otras cosas, y acepta brindar una mirada sobre los resultados de los comicios, pero también sobre el rol de la mujer, los cambios que se están dando y sus disidencias con los movimientos feministas. Gustavo Sánchez Romero / Especial para Análisis

No resulta sencillo definir a esta mujer de 44 años que desde muy niña comenzó a trabajar en la empresa agropecuaria de su padre, ayudándolo con sus papeles, los números y las relaciones con proveedores y clientes. Con dos hermanos más, nació en Puente Carmona, en medio del campo, a unos 10 kilómetros de La Picada. Hoy relata como un hecho disruptivo que su padre decidió radicarse en la ciudad para que sus hijos tuvieran una vida más integrada y educativamente más completa. “Decidió viajar él todos los días al campo y no al revés, porque si no nuestro destino era vivir en un internado”, asegura esta referente vital que tiene un profuso curriculum vitae que incluye la participación en la Cooperativa de Diamante siendo adolescente y una formación permanente en los valores que constituyen este movimiento.

Estudió ciencias económicas y administración de empresas, y aunque todo lo hecho en su vida convierte en una verdadera injusticia decir que fue la esposa de Orlando Lovera –ex concejal e intendente por cuatro períodos de Cerrito- es inevitable asociarla a la figura y memoria de este hombre probo, capaz y de una honestidad intelectual intachable, que lo convierte en una figura irrepetible de la política entrerriana.

Es que a partir de haber contraído matrimonio con él en el umbral del siglo, allá por mayo de 2000, se convirtió en empresaria al pasar a administrar Casa Lovera, el histórico ex almacén de ramos generales de una gran región devenido en ferretería. Pero no le fue en saga su vocación de dirigente empresaria. Es, además, afiliada y dirigente de Unión Vecinal Cerrito, madre y una mujer comprometida con las instituciones de su comunidad y la provincia.

Tiene una visión muy personal e intransferible del rol de la mujer, su necesaria irrupción y consolidación en los mapas institucionales y también no pocas críticas al fanatismo de algunos movimientos.

-¿Cuál es su mirada sobre la mujer en la política?- le preguntó Análisis para iniciar el diálogo.

-Creo que es sumamente necesaria. Aportamos una mirada complementaria basada en la sensibilidad. Esas otras cosas que tienen que ver con la construcción de los vínculos, tan necesaria en cualquier organización, que la mujer aporta y siempre desde una mirada del trabajo en equipo que es inmanente a la mujer. Creo que el varón tiene la fuerza y muchas características que les son propia, pero que a su vez las mujeres aportamos muchas más. Me parece que en la política, como en todos los ámbitos, es necesaria la participación activa y creciente de la mujer- aporta la polifuncional exponente.

Presentación.

Cuando se le pide una síntesis sobre su participación en el mundo de la política y los avatares en el escenario empresarial, ella ensaya uno. Pero no será prieto ni efímero. Se trata, sin dudas, de lo que hoy podríamos denominar una mujer multitasking, aunque su humildad la ponga un tanto lejos de esta percepción.

“Arranco en el negocio de la familia Lovera en el año ‘99, aún con el padre y el tío de Orlando, aunque ya grandes. Él, que era concejal, me pide que lo ayude con el negocio porque los vecinos lo habían propuesto como intendente y quería estar una gestión y volver al ruedo con la frente alta y que nadie diga a sus hijos algo que los avergüence.  Por eso necesitaba no distraerse en el negocio. Entre el ’95 y ’99 había sido concejal ad honorem, y terminó quedándose al frente del Municipio 16 años, y cuando murió, en enero de 2017 era concejal. En mayo del 2000 nos casamos en menos de un año me hice cargo de todo. Estuve al frente de la ferretería familiar y participando de las reuniones del Centro Comercial de Cerrito –del que él había sido refundador en 1997- en representación de Casa Lovera iba yo. En el año 2004 quedo como secretaria de la comisión directiva y en el 2010 fui elegida presidenta. En el 2007 integro la Federación Económica y en el 2009 empieza la movida de Mujeres Empresarias de CAME y como Feder me invitan a conformar un grupo local del que quedo como referente”, comienza describiendo.

Este cronista decide involucrarla en la coyuntura, y atendiendo al gran abanico de entidades donde participa, bien conviene comenzar por el fenómeno que arrojaron las urnas el domingo próximo pasado.

-¿Qué lectura hace de las elecciones de este domingo?

-Lo que me vino a la mente cuando aparecieron los primeros cómputos tiene que ver con esa imagen que muestra que la gente ignora el poder que tiene. No sé si alguna vez la vio pero es una gran barranca con una tabla donde hay un político dando un discurso en una punta de la tabla sobre el vacío y el pueblo en la otra punta de la tabla, en equilibrio. Uno de los ellos, del pueblo, está yéndose. Esto hace pensar que ese movimiento hará caer al político al vacío y el título de la imagen es que la gente ignora el poder que tiene. Lo que está pasando, me parece, es que la gente está dejando de ignorar el poder que tiene y que hace uso del poder ciudadano. Estamos evolucionando como ciudadanos y como sociedad en este sentido.

-¿Porqué la mujer empresaria tiene menos participación en la vida política?

-Creo que es más de lo mismo. Como mujer hay mandatos que todavía sobreviven en que implican un gran esfuerzo para llevar adelante muchas cosas que el varón todavía no tiene y no a todas nos da el cuerpo para todo. Pero sí creo que la visión que aporta la mujer es sumamente importante. Hablando de sensibilidad, proyección, de la construcción de un marco de relaciones. Las mujeres lo hacemos de otra manera, que no implica que sea mejor o peor, aunque se advierte que en muchos de ellos los resultados alcanzados son muy buenos.

-¿Y qué pasa con la mujer y su participación en el movimiento vecinalista a partir del proyecto de Ley de Paridad?

-Entiendo que a las mujeres en general nos falta animarnos más a sentir que podemos ser referentes o encabezar proyectos, ideas o iniciativas. Creo que  las mujeres del vecinalismo tenemos la particularidad de que venimos de pueblos pequeños, de fuerte cultura conservadora, y nos cuesta un poco más todo porque es como que nos sentimos señaladas. Cuando asomamos la cabeza nos apuntan con el dedo porque aún se mantienen viejos patrones culturales. Pero se trata de animarnos un poquito y de un proceso de la mujer misma a hacerlo, porque hoy están dadas las posibilidades, y es importante que la mujer sea consciente de ello y se anime a dar los pasos necesarios.

-¿Sigue siendo fuerte en los pueblos y en el vecinalismo ser la esposa de…?

-Sí, claro. Por esto mismo que le decía de la cultura conservadora que sobrevive en algunos lugares. Entonces, en ese sentido, la referencia es ser la mujer de… pero tenemos dos mujeres intendentes en el vecinalismo: Vanina Perini, en Villa del Rosario y que fue concejal en la gestión anterior y Cristina Boeri, de Lucas González, que fue secretaria de Gobierno de las dos gestiones anteriores.

-¿Hay diferencias en las representaciones que tiene la mujer sobre la equidad de género en las grandes ciudades y los pueblos más pequeños?

-Sí. Coincidimos en que a todas nos pasa lo mismo. Participando en la Red por la Igualdad vivimos muchos encuentros e intercambios con mujeres de distintos partidos políticos, incluso mujeres sindicalistas y empresarias. En el intercambio de experiencias advertimos que todas sufrimos lo mismo y todas tenemos las mismas oportunidades. Tanto en lo negativo como en lo positivo no se advierten grandes diferencias. La cultura machista está muy enraizada, y no olvidemos que en general somos las mismas mujeres las que criamos a nuestros hijos y los formamos en esa cultura porque también nos cuesta desprendernos de la formación que nosotras mismas tuvimos. El desafío es la deconstrucción de esa cultura.

Participación.

Madre de cinco hijos de distintas edades, tres varones con el mayor de 20 años y dos mujeres, se define como católica, practicante y muy creyente, y que en la fe encontró la fuerza para seguir cuando su marido falleció sin haber cumplido los 50 años.

En este marco define su ingreso a la política como “un llamado”, con un halo de fe poco laico, y se unió al movimiento vecinalista, un reticulado de expresiones comunales que ha venido creciendo en el tiempo y que, aunque lenta y morosamente, gana espacios en Entre Ríos. La pérdida de Orlando Lovera fue un duro golpe para los vecinalistas, que lo vieron siempre como un líder ecuánime y equilibrado. Recientemente se sumó José Luis Dumé, otro referente insustituible.

Vanina Grinóvero describe su ingreso a la política con naturalidad: “En el año 2000 me afilio a la Unión Vecinal y en el 2007 integro una escuela de formación social y política del Movimiento político por la unidad, y nos invitan a que se haga en Cerrito y cuya particularidad era que todos los partidos políticos debían prestar acuerdo. En el año 2007 obtengo algunos votos como concejal suplente en la asamblea del partido. En el 2011 vuelvo a sacar otros votos como concejal suplente, y salgo séptima. En 2015 logro más votos que mi marido, lo que implicaba una cosa muy rara. Me quería morir, saqué 20 votos más que él. Así que quedé como primera concejal. Después me enteré que algunos dirigentes lo habían consultado acerca de que yo tome más participación y, ya estando enfermo, en toda su generosidad impulsó mi carrera política en la ciudad”, describe con un dejo de angustia al recordar el momento.

-Ud. nació en el campo, donde parece todo más refractario a los cambios.

-Sí. Pero mi padre decidió irse a vivir a la ciudad junto a mi madre docente para darnos una vida más integrada desde lo educativo, porque si nos quedábamos en el campo tendríamos que habernos internados pupilos en una escuela. Mi padre hizo todos los días sus kilómetros para llegar al campo en Puente Carmona –a 10 kilómetros de La Picada- y nosotros pudimos hacer una vida más normal. Desde lo educativo optó por darnos esta posibilidad de formamos y agradezco esa decisión porque la oportunidad abrió mi cabeza en muchas cosas. Pero ellos son de familias conservadoras. Allí el rol del varón está muy establecido para lo público y la mujer se dedica a la casa. En esa generación mi mamá fue una adelantada porque fue la mujer orquesta ya que se recibió a los 18 años, en el año 1969, y trabajó toda su vida impulsada y apoyada por mi papá. Todo bien, pero tenía que hacer todo lo de la casa, atender a sus hijos más su vida profesional. En cambio mi padre estaba –hasta el día de hoy- dedicado al trabajo exclusivamente.

-¿Y cómo traslada este paradigma ambiguo a la educación de sus hijos?

-En esta deconstrucción en la que una está inmersa me replanteó a diario qué le transmito a mis hijos y cómo los estoy educando, sobre todo a los varones que son más grandes y tienen 20 y 17 años. Pero también a las niñas sobre el rol de las mujeres en la sociedad, máxime como mujer sola y todo lo que ello conlleva. Porque en el fondo soy una mujer que está muchas horas fuera de su casa, pensando en la comunidad, que está dejando de lado esas tareas de cuidado personal para con sus hijos en muchos aspectos. Si bien hoy las formas de comunicación te permiten estar cerca y dispuesta todo el tiempo, el hecho que se despierten a la mañana sin la madre no es fácil. Es algo que una mujer vive con culpa. Sin embargo creo que es inevitable cuestionarte cuánto tiempo brindo a la política, a la comunidad y cuánto tiempo le doy a mis hijos. Cuando compartía con Orlando el tiempo uno vive el tiempo como en un equipo. Estando sola se desequilibra y hoy me cuesta vivirlo desde lo personal.  

-¿Tiene diferencias con el movimiento feminista?

-Sí, las  tengo. No coincido con un lenguaje inclusivo, aunque sí con un lenguaje con perspectiva de género. Lo trato de practicar, aunque reconozco que me cuesta, por todos estos motivos que hablamos antes y porque de hecho todas las redacciones están construidas desde la masculinidad. No siento que el lenguaje inclusivo incluya más, por eso no estoy de acuerdo, más allá de su falta de aceptación formal. Tampoco estoy de acuerdo con el aborto, claramente. Hay cosas que no coincido con el movimiento feminista fundamentalista. De todas maneras en este proceso de evolución una no deja de aprender nunca.  Hay cosas a las que he analizado profundamente, pero no soy cerrada y sé que pueden cambiar en el futuro.

Vida política.

-¿Con el vecinalismo tienen la intención de conformar un partido político provincial?

-Sí, abiertamente. El vecinalismo a nivel provincial, con más de 70 dirigentes en año 2018, después de la reforma política frustrada que sólo el senador que nos representaba Pablo Canali votó a favor, se vio empujado a formar un partido provincial porque es la única herramienta que nos queda para responder a todos los pedidos que venimos haciendo hace muchos años. La boleta única, el financiamiento de los partidos políticos, la conformación de frentes departamentales para tener, por ejemplo, un senador vecinalista, la conformación en juntas de gobiernos y comunas son algunos pedidos históricos. No recibimos fondos, no hay boleta única, no podemos presentar un senador por departamento. Los partidos provinciales pueden hacerlo, y nosotros como partidos locales no podemos, de allí que se hace muy necesaria la conformación de esta herramienta. No podemos seguir esperando una reforma política que dependa de la gestión de turno. Dijimos no. Armemos un partido como herramienta para juntas de gobiernos y comunas para que puedan conformarse como partidos vecinalistas. Por otro lado, habiendo dirigentes probos, con gran formación y experiencia de gestión y con volumen político es bueno que puedan presentarse como oferta electoral en las legislativas para que los entrerrianos tengan este tipo de representantes.

-¿En qué punto están?

-Estamos en la última etapa, terminando de presentar las fichas de afiliación. Ya tenemos la carta orgánica, ya presentamos los avales, tenemos la habilitación provisoria y nos falta culminar las 4 mil fichas de afiliación.

¿Lo piensan para 2023?

-Sí, esa es la idea. La proyección era para la elección anterior pero la pandemia lo detuvo, y ahora creemos que en un año a más tardar está listo.

-¿Eso implica presentar una figura a gobernador del vecinalismo?

-Eso lo va a decidir el grupo de dirigentes que estén en ese momento y del contexto al momento de tomar la decisión. No es el objetivo de base. Como fuerza vecinalista no queremos montarnos en una aventura, ser demasiados audaces en las propuestas que hagamos para los entrerrianos, sino más bien ser austeros y responsables. El objetivo es que las juntas de gobierno y comunas puedan tener un partido vecinalista, porque hoy la ley no lo permite y el Tribunal Electoral ha rechazado partidos políticos en juntas de gobierno.

-¿Cuántos afiliados tiene hoy el vecinalismo en Entre Ríos?

-Desconozco el dato porque son números que maneja cada partido local. Pero además, porque intuyo el sentido de la pregunta, hay independencia del partido vecinalista provincial de los partidos locales y no contamos tener los afiliados de los partidos locales y empujarlos a que se afilien al partido vecinalista provincial. Sino que, como siempre ha sido nuestro discurso, se deje en libertad de acción para que se vote a nivel provincial o nacional lo que se considere más interesante.

-¿Y qué cree que votó el elector vecinalista en estas elecciones?

– Creo que votó libre, a conciencia, como lo hace siempre.

-¿Por qué no participó, junto con el intendente de Colón del encuentro con Enrique Cresto?

-No estuve invitada, no soy intendente y fue una decisión personal de ellos hacia una gestión nacional con la que vienen trabajando bien. La Mesa de Conducción no fue participada de esta decisión, y no involucra a todo el movimiento, aunque el vecinalismo siempre ha tenido buena relación con todos los sectores.

-¿Existe posibilidad que compita por la intendencia de Cerrito en las próximas elecciones?

-A eso lo deciden los vecinos en la próxima asamblea. Ellos, nosotros, todos, elegimos el nombre de quién quiere que nos represente, ellos proponen el nombre. Así está escrito en la carta orgánica.

-¿Aceptaría si la asamblea la propone como intendente?

-Supongo que sí.

-¿Por qué los partidos políticos tradicionales no ha encontrado anclaje en Cerrito?

-Creo que el vecinalismo tiene valores muy fuertes que se identifican con todos los vecinos, sean del partido que sean y están vinculados a la honestidad, la transparencia, esa vocación de servicio muy marcada, y quien ha estado en el gobierno, tanto Gaspar Carlino, como Orlando Lovera y ahora José Palacios gobiernan para todos. Seas del partido que seas, en Cerrito te sentís respetado por tu gobierno local.