El mensaje del BCRA poco alentador para los empresarios
24/01/2019
Malas noticias. Una de las mejoras que pide el sector productivo no llegará en el corto plazo
El vicepresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Gustavo Cañonero, dio señales de que no habrá bajas de la tasa de interés en el corto plazo, contrario a las exigencias de buena parte del mundo productivo, virtualmente ahogado por el racionamiento del crédito. Para la autoridad monetaria, la economía argentina presenta una particularidad: el impulso del crédito no genera crecimiento de la actividad económica sino que el orden es al revés, el crecimiento genera mejoras en el crédito. Así, la prioridad es estabilizar las variables nominales, que eso ponga a las máquinas a funcionar y que entonces el crédito reactive.

Según publica Bae Negocios, Cañonero recogió el guante de las críticas y afirmó: “Hay mucha preocupación sobre que un programa monetario tan exigente como el que estamos aplicando impide el crecimiento crediticio y que eso tiene impacto en la actividad. En realidad si se observan los datos se ve que en los últimos años siempre la suba del PBI anticipa a la del crédito y no al revés. En Argentina no pasa que el crédito genere crecimiento”
Y agregó: “Una explicación para este fenómeno es que el crédito en Argentina es apenas el 5% del producto y nada más. En otros países esa proporción es mucho más grande. Esto ayuda a pensar que una vez que haya estabilidad y veamos indicios de recuperación veremos una recuperación del crédito”.

En esas frases se resume el laberinto de la economía actual. Ante cada dato de desplome de la producción y de uso de capacidad instalada, los empresarios destacan que la caída del consumo interno, y a la vez las tasas de interés exorbitantes, que impactan en unos costos ya crecientes por la inflación mayorista de 73,5% interanual, hacen impensable la idea de una recuperación para el sector productivo.
Desde el BCRA separan algunas de esas variables y entienden que, para la producción, mucho peor que una tasa alta es una macro inestable como la del período abril-septiembre del 2018, con el tipo de cambio disparándose y arrastrando consigo a los precios y a la capacidad de compra de los salarios. Los empresarios exigen tasas más bajas y el BCRA teme que al bajarla se dispare el precio del dólar.

“Este sistema monetario está cumpliendo su cometido de promover cierto orden nominal. Un orden que ahora parece menospreciable pero si se recuerda en dónde estuvimos en septiembre, con esa inestabilidad nominal, es un logro fundamental. Los resultados fueron muy satisfactorios. La inflación baja gradualmente y la demanda de dinero se recupera. Estamos muy lejos de haber resuelto el problema. La tasa sigue muy alta. Lo poquito que hicimos casi no cambia el cuadro de largo plazo. Lo más importante que todos debemos entender es que no hay magia y que esto sólo se resuelve en el tiempo”, afirmó Cañonero.
Pero lo cierto es que la propia estabilidad nominal genera dudas en un año de elecciones. Ayer Cañonero fue consultado por una potencial suba del precio del dólar hasta el techo de las bandas. Una depreciación semejante, en el esquema actual, no podría ser contrarrestada con la intervención de la autoridad monetaria vendiendo divisas. Todo ese margen implicaría una devaluación de 30% y según la Fundación Germán Abdala llevaría a una inflación cercana al 40% (ver página 7).
Polémico, Cañonero desestimó preocupaciones al respecto: “Déjennos disfrutar este período de estabilidad. Siempre hay algo de qué preocuparse pero ustedes despreocúpense. La gente más que escaparse de los pesos quiere recuperarlos. Hay que tender de a poco la flotación y no a todo lo contrario. No es un tema que nos preocupe y hoy la pregunta más adecuada es cuántos más dólares va a comprar el BCRA”.