Leonardo Schonfeld está al frente de la investigación junto a un equipo de docentes y estudiantes. El trabajo pone en análisis tanto los desafíos constitucionales como dogmáticos de la temática, con especial atención en la ciencia penal. Nahuel Amore
“El juicio por jurados en el sistema argentino. Desafíos constitucionales y dogmáticos frente al jurado popular”, es el título del proyecto de investigación que se lleva adelante en la Facultad Teresa de Ávila de la Universidad Católica Argentina (UCA) Paraná. Leonardo Schonfeld está al frente del estudio junto a un equipo de docentes y estudiantes de la carrera de Abogacía que abordan una temática que adquirió relevancia desde su implementación en Entre Ríos.
En diálogo con DOS FLORINES, el docente y abogado señaló que uno de los ejes centrales del proyecto es evaluar los cambios necesarios en la tarea académica. “Esto se explica por la primera clase de desafíos que se señalan en el título, es decir, los desafíos constitucionales. Esto es necesario porque la tradición académica tanto argentina como hispanoamericana está influenciada fuertemente por el pensamiento legalista que hunde sus raíces en el modelo de Estado surgido de la Revolución Francesa (el Estado de Derecho Legal). Las universidades latinoamericanas están muy marcadas por esa impronta”, señaló.
En relación a este punto, explicó que “en el caso de la Revolución Francesa el modelo de administración de justicia que se inventó tenía como finalidad ejercer control político sobre los jueces -lo que era ejercido por el Consejo de Estado Francés-“. “En la Francia revolucionaria los jueces eran vistos con mucha suspicacia y se quería garantizar que el objetivo político de la Revolución no sea truncado por obra de los jueces”, agregó.
En el caso argentino, planteó Schonfeld, “es urgente erradicar ese modelo de pensamiento, toda vez que nuestro modelo constitucional no responde a aquellas ideas francesas, sino que se optó por un modelo al estilo norteamericano (Estado de Derecho Constitucional), en el que -al contrario de lo que sucedía en Francia- la suspicacia estaba dirigida al poder central y se confiaba en los jueces para que controlen a la política”.
Sobre esta disyuntiva, consideró: “Este cortocircuito entre la tradición universitaria legalista francesa y un modelo constitucional anglosajón, estuvo dormido durante casi 150 años, tiempo en el que se decide poner en marcha el mandato constitucional de que los juicios sean llevados a cabo por jurados populares. Hoy esa tensión entre la tradición académica y el modelo constitucional es patente y requiere un abordaje serio, científico y despolitizado”.
Derecho penal
El docente de UCA Paraná también indicó que el otro eje está marcado por el modo en como el penalista argentino ha estudiado el Derecho penal. “Aquí también puede verse una tensión entre la tradición académica y lo que el proceso penal actual, de jurados populares, nos pide”, manifestó.
Sobre este punto, se explayó: “El problema concreto es que la ciencia del Derecho Penal -lo que impropiamente se denomina dogmática penal- nos llega a través de la obra de Luis Jiménez de Asúa, como una herencia alemana. A partir de allí, desde comienzos del siglo XX, el Derecho Penal ha caminado por los senderos que la ciencia penal alemana viene marcando. Pero como esta ciencia penal alemana es un edificio conceptual de muy difícil comprensión -cuando no un verdadero galimatías, teñido de un esoterismo conceptual- su uso y aplicación por jurados legos es absolutamente imposible”.
Desde esta postura, el profesional destacó que la hipótesis del proyecto de investigación es que “el juicio por jurados nos compele a revisar el rendimiento de aquella ciencia penal de inspiración teutónica y evaluar posibles modos de argumentar sobre los problemas penales -en particular se propone una concepción tópico-dialéctica del Derecho Penal- de manera de que, sin perder el rigor y la seguridad jurídica, los jurados puedan comprender cabalmente qué es lo que están juzgando”.
Trabajo en equipo
Consultado por el trabajo en equipo que desarrollan en el ámbito académico, Schonfeld valoró que “la Universidad Católica Argentina ha sido muy consciente del rol que le cabe como promotora de nuevos conocimientos”. En tal sentido, destacó que si bien detenta el cargo de investigador estable, la tarea de investigación es fomentada en todo el cuerpo docente.
En relación a esta política universitaria, sostuvo: “Existen convocatorias periódicamente para que docentes y alumnos presenten proyectos de investigación, grupos de estudio, etcétera, otorgando financiamiento para tales emprendimientos, así como premios estímulo para que docentes de la casa realicen publicaciones en revistas científicas”.
Por otro lado, en el caso puntual de este proyecto sobre juicios por jurados, indicó que si bien ejerce el rol de director del proyecto, el trabajo es posible porque cuenta con un equipo de colegas colaboradores así como participación activa de cuatro alumnos -hoy egresados y que han comenzado la carrera docente este año-.
“Esa articulación entre docentes investigadores y alumnos ha posibilitado formar grupos de trabajo de gran calidad y compromiso, fomentando el estudio”, afirmó.
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