ENFOQUE PORTADA

El financiamiento; una prioridad

Por Ubaldo Roberto Domingo – CPN – Asesor económico, financiero y Pymes locales – Especialista en Sindicatura Concursal – Grupo DEC ///

Desde la ruptura dolorosa del régimen de convertibilidad, y la consecuente pesificación de la economía doméstica, la abundancia de moneda creo en la sociedad una apariencia de euforia y bienestar, un consumismo demente, pero absolutamente divorciado del desarrollo económico del país en general y de nuestra provincia en particular.

Se impulsó el más irracional consumo, la negación a reponer el capital gastado (así se devoró la matriz energética que a duras penas proveía del insumo a un país en recesión, así, se sacrificaron millares de vientres bovinos porque convenía sembrar soja), se dilapidaron reservas por exceso de importaciones y finalmente para financiar el desenfreno, se recurrió al endeudamiento.

Simultáneamente, se benefició al aventurero especulador financiero en perjuicio de la empresa productora.

Lamentablemente, la ortodoxia financiera invadió, no ya importando quien ejerza las funciones ejecutivas, los ministerios de economía, asignado a la estabilidad una función diferente a las de crear las condiciones necesarias para la inversión y el progreso.

La estabilidad, es una condición necesaria pero absolutamente insuficiente para el impulso del desarrollo económico del país y la región. Como ejemplo de lo que afirmo, vale recordar cuantas veces hemos asistido en nuestra economía a periodos de estabilidad, pero con la quietud de un cementerio, en efecto, nadie invierte, pocos consumen, nadie asciende económicamente, que sería lo normal para quien invierte, emprende y trabaja.

Emisión.

Estoy en contra de la emisión monetaria para impulsar la economía, pero también al remedio simplista del monetarismo que pretende vía reducción del déficit fiscal y el aumento de las exportaciones tradicionales, solucionar la fiebre de una enfermedad más profunda.

En cuanto a la solución al déficit fiscal, solo es posible mediante una drástica reducción en la burocracia estatal, pero con un plan de eficientar dicho Estado, con medidas simultaneas de un sólido y consistente plan de crecimiento y desarrollo de la economía que incremente substancialmente las fuentes de trabajo, y el salario real, de cualquier otra manera que intente hacerse solamente traerá tensiones sociales incontenibles.

Este plan de desarrollo debe llevarse adelante tentando al empresario y al inversor/emprendedor con infraestructura, energía de base y financiamiento.

La infraestructura necesaria y el mantenimiento de la existente debe llevarse adelante a cualquier costo, estos, por imposibles que parezcan se cancelarán con las rentas de los nuevas actividades.

En materia de energía de base, es neurálgico proveer de energía abundante y barata al productor es indispensable, Entre Ríos produce y provee energía eléctrica al sistema nacional, pero paga los precios más altos por dicho insumo. Este esquema irracional, injusto, vetusto, debe modificarse sin más demoras. La empresa provincial de energía no es hoy una palanca de desarrollo.

En cuanto al financiamiento, debemos desbaratar el esquema actual el cual, de los fondos que permanecen en las entidades financieras  solo prestan el 10% del PBI, siendo el indicador más bajo de la región, que llega al 50%, y en países desarrollados como EEUU el porcentaje llegó al 220% (2020).

Círculo virtuoso.

Como normalmente la visión de los problemas financieros es introducida en un verdadero cono de sombra, que confunde y obstaculiza su comprensión deformando la verdadera realidad de los hechos económicos, la mayoría de los cuales gira alrededor de la falsa comprensión del papel del dinero, visión que es conocida como “fetichismo de la moneda” el cual asigna al mismo un valor que no tiene, como si realmente fuera un factor de la producción (1). Cuando en realidad no es más que una expresión de los bienes y servicios producidos, facilitando naturalmente su transacción, pero es un medio absolutamente limitado.

Vale finalmente recordar dos frases de Arturo Jauretche, exponente del pensamiento nacional: “el dinero que poseen los bancos no les pertenece”, y “si crear moneda es una función del Estado, no es lógico pensar que crear crédito, que multiplica la moneda, permanezca como una función privada”.

Debemos sin lugar a dudas, como prioridad, conseguir el financiamiento necesario para que el inversor/emprendedor, tomador de empleo, acceda al financiamiento para llevar adelante sus ideas, pero esta prioridad no debe ser dejada a los vaivenes del mercado, la prioridad debe ser producir bienes de producción, reproductivos, que dinamice y acelere una economía adormecida.

  • Los factores de la producción son la tierra, el capital, el trabajo y el empresario (tecnología y conocimiento).
  • A. Jauretche. (1901-1974) Escritor y político argentino.