El día que Horacio González sugirió a los entrerrianos “generar ámbitos de éticas empresarias”
22/06/2021

El sociólogo, docente y ensayista falleció este martes a los 77 años. En la edición 2013 del Foro del Consejo Empresario de Entre Ríos reflexionó sobre la lucha de intereses y planteó una redefinición de roles para el empresariado argentino. Nahuel Amore
Horacio González, reconocido sociólogo, docente, investigador ensayista argentino, falleció este martes a los 77 años. El exdirector de la Biblioteca Nacional era uno de los referentes intelectuales más importantes de la Argentina, con una lectura de la realidad desde la literatura y la política. Tras contraer coronavirus, debió ser internado y hoy se conoció su fallecimiento.

Si bien no era asiduo entre los hombres y mujeres de negocios, en 2013 fue invitado a participar del VIII Foro del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER), en el que expuso en el Panel “Fortalecimiento Institucional” junto a Pablo Lanusse -especialista en Derecho Penal-. En ese entonces, ante la moderación de Silvia D’Agostino, habló sobre los desafíos para el empresariado argentino y sugirió “generar ámbitos de éticas empresarias”.
La disertación del ensayista se dio en el marco del 15° aniversario del CEER y bajo la presidencia de Patricia Popelka. La jornada contó con más de 500 participantes, quienes llegaron hasta el el Hotel Maran Suites & Towers para escuchar también a la analista política Graciela Römer; el entonces presidente de la Fundación La Alameda Gustavo Vera; el sociólogo e historiador Juan José Sebreli; y los economistas José Luis Machinea, Dante Sica y Alejandro Rofman.

Tal como pudo dar cuenta DOS FLORINES con una cobertura especial, González lanzó una serie de preguntas que “inquietan la vida pública y la vida empresaria”: “¿Los pueblos estamos en paz o en guerra?”; “¿cómo los recursos económicos están en condiciones de satisfacer las necesidades básicas de los pueblos?”; ¿con qué epistemología política los sectores sociales, empresarios y productivos encaran una vida democrática, que a la vez sea satisfactoria en la resolución tanto de las necesidades de reproducción y tanto de una vida democrática digna como profundo alimento simbólico?”.
Bajo una detallada analítica de los términos, su respuesta giró en torno a que “es necesario generar ámbitos de éticas empresarias en países como los nuestros”, haciendo clara referencia a Latinoamérica. “Países imbuidos en una lucha política muy vivaz y, por momentos, muy áspera”, calificó González. “Lo que se lee en los diarios no dejan de ser las viejas luchas de intereses”, apuntó hace ocho años.


Lucha de intereses
“Las luchas actuales son luchas por el control del Estado. Son luchas por declarar o no si la Argentina es un país libre de las inversiones. Son luchas por declarar si la Argentina tiene que tener cierto proteccionismo interno. Finalmente son luchas por éticas empresarias y éticas sociales”, reflexionó González en 2013, cuando Cristina Fernández de Kirchner transitaba su segundo mandato en la Presidencia y Sergio Urribarri hacía lo propio en la Gobernación de Entre Ríos.
Con estas frases, procuró problematizar el escenario en relación también a un modelo de país caracterizado históricamente por conflictos sociales, que tuvieron como protagonistas a los sindicatos frente al poder del empresariado. Sin embargo, al momento de realizar juicios de análisis frente a estos conflictos, dijo que tendemos a hacer excepciones con nosotros mismos: “Somos un país capaz de hacer juicios hacia el mundo pero incapaz de hacerse juicios a sí mismo”.
De esta manera, ante un sistema democrático, propuso pensar a la conflictividad desde una capacidad creativa, a través del diálogo, de la discusión interna, haciendo además reflexión sobre el lucro en sus diferentes aspectos. Esta intervención “productiva, independiente y soberana” podría constituirse “en términos de distribución de la renta y, al mismo tiempo, de una democracia que garantice su debate”, mediante instituciones que no sean rígidas, sostuvo.
En esta misma perspectiva, el docente resignificó el rol del empresario. “Hace falta creatividad para consensuar y para que el país progrese en paz, promoviendo discusiones con argumentaciones”, afirmó. En otras palabras, por medio del diálogo democrático y argumentativo, la clase dirigencial debe buscar el consenso —sin perder de vista la lógica de sus intereses— para poder revertir el histórico fracaso de los pactos sociales, analizó.
Así pues, desde su perspectiva, los intereses contrapuestos no tendrían que ser límites al desarrollo del país, sobre todo cuando las estrategias actuales apuntan a un carácter geopolítico. El desafío se entiende entonces en términos de alianzas políticas y económicas de la Argentina con otros países, donde claramente el empresario juega un rol fundamental, consideró González, que este martes apagó su luz.