El deterioro en la demanda interna impide la recuperación de la economía
13/01/2020
Según la consultora Ecolatina, el consumo acumula una baja superior a 10% desde el “pico del primer trimestre de 2018”.
La sostenida depresión de la demanda interna, debido a la caída generalizada del salario real en los últimos años, es uno de los factores que demora la recuperación de la actividad, de acuerdo con el último informe de la consultora Ecolatina.

En este marco “cobra relevancia el plan para ‘poner plata en el bolsillo de la gente (de menores ingresos)’, que no solo fue una plataforma electoral del oficialismo, sino que es necesario para frenar la caída del consumo”, señaló la entidad en su informe difundido ayer y titulado “Poder adquisitivo y un nuevo año en rojo”.
“El retroceso del salario real en los últimos dos años fue indudablemente una de las razones que explica la derrota de Cambiemos en las elecciones pasadas. Las turbulencias cambiarias de 2018 -que tuvieron su pico en abril y agosto de dicho año, así como la depreciación del Peso tras el resultado de las PASO fueron factores que aceleraron la inflación”, indicaron los especialistas.

Además, la consultora detalló que “el salario real de la economía cayó en promedio 6,3% en 2018 y exhibirá una contracción media superior a 8% en 2019, producto de una inflación mayor a la esperada”.
“La pérdida de los ingresos reales fue generalizada y tuvo su correlato en el consumo, el cual acumula una caída superior al 10% (en términos desestacionalizados) desde el pico del primer trimestre de 2018”, agregó.

Bonos.
El documento enviado a la prensa este domingo también explicó que la decisión de otorgar bonos de suma fija para los beneficiarios de AUH y jubilados y los bonos a cuenta de paritarias para el sector privado refleja que “la lógica del gobierno es que la transferencia de recursos a los sectores más bajos dinamizará su consumo en los primeros meses del año”.
“Por su parte, la clase media y alta, solo incrementará su consumo en caso de encontrar facilidades de financiamiento, o a través del gasto de ahorros, en su mayoría dolarizados. En definitiva, esta variable podría encontrar un aliciente en los próximos meses, pero no iría de la mano de un marcado aumento del poder adquisitivo, pese al deterioro de los últimos dos años”, según Ecolatina.
En este contexto, la entidad consideró que “la mayor incógnita es acerca del efecto neto de esta política de ingresos. Si bien elevar el ingreso de sectores que consumen una gran parte del mismo fomenta el consumo, el congelamiento de ingresos que recae sobre parte de los jubilados y el aumento impositivo al cual se enfrentará la clase media y alta (que tampoco experimentarán una mejora real de sus ingresos), son factores que ponen en duda si la política de ingresos emprendida es suficiente para reactivar el consumo y evitar que otros sectores reduzcan su gasto compensando los estímulos al mismo”.
“Por otro lado, el plan dista de ser generalizado. Los trabajadores independientes o asalariados no registrados, una parte significativa de la masa salarial, no tendrán ningún beneficio. En estos casos, la paulatina mejora de la actividad y la desaceleración de la inflación serán los mecanismos que puedan darle aire a estos trabajadores en los próximos meses”, concluyó.