El cuidado del suelo debe ser el desafío interinstitucional en Entre Ríos
02/12/2020

Por Jorge Gvozdenovich, ingeniero agrónomo, doctor en Ingeniería con Mención en Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos
Nuestro pequeño aporte al Día Mundial del Suelo, que se conmemora este 5 de diciembre, es la investigación, desarrollo, extensión e incorporación de tecnología y prácticas de conservación, que desde 1969 comenzaron a forjar los cimientos para que hoy tengamos 601.100 hectáreas sistematizadas en Entre Ríos, de las 900.000 hectáreas que hay en el país. Aún nos falta cuidar y proteger más del 65 % del suelo agrícola entrerriano. Es importante entender que estamos hablando de un recurso que no se renueva en la escala de vida humana, dado que recuperar un centímetro de suelo erosionado lleva entre 400 y 1.000 años.

El territorio entrerriano está formado por cinco tipos de suelos, una característica que ubica a la provincia como una de las más heterogéneas del país. Con paisajes planos hasta con pendientes del 15 %, suelos arcillosos que infiltran menos de 0,2 mm/h hasta arenosos puros, bosques, praderas y tierras con aptitud agrícola. Con una superficie total de aproximadamente de 7.800.000 hectáreas, y como si esto fuera poco, aproximadamente 1.000.000 de hectáreas ocupadas por arroyos y ríos, es decir, unos 42.000 kilómetros lineales de cursos de agua.
Un estudio científico, realizado por especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en Entre Ríos, determinó que el 50% de la superficie provincial tiene erosión actual (3.939.954 hectáreas) y que un 60 % es susceptible a erosionarse. Al año, se pierde alrededor de una capa de 0,5 milímetros de espesor, donde está la vida y la biodiversidad del suelo.

En la actualidad, las investigaciones en conservación de suelos han aumentado en calidad y cantidad por parte de los organismos de ciencia y tecnología, los productores tienen real conciencia de lo que significa que su campo se erosione, la provincia dispone de funcionarios idóneos en la temática, pero paradójicamente, en 2020 somos la provincia más atrasada en diseñar estrategias para detener la erosión.
El cuidado del suelo debe ser el desafío interinstitucional en Entre Ríos, que cobra mayor relevancia si analizamos que, solo el 21% de la superficie es cultivable (aproximadamente 1.600.000 hectáreas), donde se producen toneladas de granos necesarias para alimentar el consumo animal interno (avícola, porcino, ovino, bovino, equino, caprino, etc.), y el sobrante sirve para exportar al mundo con los estándares de calidad requeridos por los mercados más exigentes.

Los sistemas agropecuarios (basados en el uso del suelo), sin embargo, son la principal fuente de ingresos, motorizan la economía y ejercen mayor presión sobre un recurso que no recibe los cuidados adecuados, corriendo serios riesgos de pasar a ser una provincia marginal para la producción de granos y carne.
Es por esto, que el desafío más significativo que tenemos que afrontar como sociedad es proteger el suelo y es necesaria una agricultura sustentable, resguardando su integridad y sus funciones vitales.