El dólar da señales de calma y en el mercado ya se habla de un tipo de cambio de; en torno a $37.
¿Bajará a $35? ¿Se estacionará en $40? ¿O hizo una “parada técnica” para luego trepar a $45?. En estos días de alta volatilidad cambiaria, la pregunta que ha vuelto a ocupar el centro del debate entre analistas y empresarios refiere a cuál es el precio “ideal” del dólar para estos tiempos en la Argentina.
Se reanudaron las clásicas polémicas vinculadas a si existe un tipo de cambio ideal, qué indicadores tomar para dar con un valor de equilibrio o acerca de si el país ya recuperó un colchón de competitividad lo suficientemente grande como para favorecer sus exportaciones.
En principio, hay consenso entre analistas que los $42 que mostraron los paneles de casas de cambio en la City días atrás era una cifra excesiva. Y que si el Gobierno recupera la confianza del mercado, tendría que estabilizarse dentro de una franja entre $36 y $37.
Expectativas.
Muchos banqueros tienen una visión similar. Uno de ellos es Gabriel Martino, CEO del HSBC, quien asegura: “Debería estar bastante más abajo de $40, que no es un valor de equilibrio”.
“Con ese nivel de tipo de cambio pueden pagarse con las reservas todas las Lebac y el 60% del total de los depósitos”, asegura. Y añade que “muy pocas veces en la Argentina estuvo en una cifra tan alta”.
Pero, si no es $40, ¿cómo calcular el número “mágico”? No todos utilizan la misma metodología.
Algunos analistas toman como referencia aquel que equilibra la balanza de cuenta corriente. Es decir, el que permite equiparar los dólares que entran con los que salen. O el tipo de cambio multilateral (que compara los precios internos con los de otros socios comerciales).
Fausto Spotorno, economista de la consultora de Orlando Ferreres, afirma que hay una teoría según la cual la paridad teórica de equilibrio indica a qué valor se estabiliza la balanza de pagos y que hace que la economía no tenga estímulos para importar lo que puede hacerse en el país.
Esto no quiere decir que debe estar siempre en ese valor, ya que puede haber factores estacionales que amplíen por un tiempo la brecha con la cotización real. Por ejemplo, la liquidación de dólares de la cosecha.
En otras palabras, Spotorno expresa que cuando se ubica por debajo de este valor teórico, se suele argumentar que el tipo de cambio está atrasado.
También están quienes hacen referencia al “dólar de convertibilidad”, al comprobar que a lo largo de la última década siempre el precio del billete terminó convergiendo a este parámetro, que surge de dividir el dinero en circulación (pesos) más la “parva” de Lebac, por las reservas del Banco Central (dólares).
Fuente: Rubén Ramallo / Iprofesional.com