Dólar: el BCRA busca alinear expectativas
02/02/2021

La autoridad monetaria arrancó el mes con la intención de bajar el ritmo de la suba diaria del precio del dólar, mientras que continúa resistiendo a las presiones para que apure una suba de la tasa.
El BCRA arrancó el mes con el firme propósito de ponerle límites a la espiralización de la nominalidad, alinear expectativas e intentar sostener las proyecciones inflacionarias de 29% para el 2021: mientras resiste frente a las presiones para apurar una suba de la tasa de interés, apuntará a desacelerar el ritmo de devaluación en febrero y buscará que la suba del dólar no supere el 3%. La primera señal concreta de ello se vio en la postura de venta con la que abrió el lunes, que marcó un incremento de solo 28 centavos respecto al cierre del viernes.

Así, el BCRA abrió con una postura de venta en el segmento del dólar mayorista entre $87,60 y $87,61 por unidad, números que implican una desaceleración de la velocidad del crawling peg respecto a los dos lunes previos.
Si el nuevo ritmo que la autoridad monetaria busca imprimirle a la devaluación llega a sostenerse a lo largo del mes, significará una suba de la cotización del dólar a 3%, lo que implicaría una desaceleración luego del 3,8% que marcó enero.

Otro indicio observado con buenos ojos por el Central, según fuentes al tanto de los debates oficiales, es que, en el inicio del mes, bajó la tasa de dólar futuro a febrero de 49% a 47%. También bajó la tasa de devaluación a marzo a 49%. El dato muestra una baja en las expectativas de devaluación por parte del mercado. Algo similar mostró la liquidación de divisas del sector agrario en diciembre.
Espiralización.

Cabe destacar que, según fuentes del mercado, quienes invirtieron con la mira puesta en un salto del tipo de cambio oficial en la plaza del dólar futuro perdieron en total casi $23.000 millones en los últimos 12 meses y unos $3.800 millones solo durante enero.
El 2020 cerró y el 2021 arrancó con una aceleración de la nominalidad que generó preocupaciones en el mercado y en el Gobierno. A la aceleración inflacionaria de diciembre, que llevó al IPC Nacional a una suba de 4%, y al salto del crawling peg, se le sumaron presiones desde el mercado para que la tasa de interés acompañe.
La búsqueda de la autoridad monetaria es acoplarse a las negociaciones de salarios y precios e intentar frenar esa espiralización, teniendo en cuenta que el dólar es el precio clave si se pretende alcanzar una inflación de 29% a lo largo del 2021. La necesidad de ajustarse a ese número, sostienen, parte de que las negociaciones con el FMI para el programa bianual lo tienen como referencia.
Por eso, principalmente para alinear expectativas y no espiralizar, aunque también para no alimentar el costo de financiamiento de las empresas, el BCRA viene resistiendo a la suba de tasa, para la que esperaría al menos hasta mediados de febrero y que quedará sujeta a que la inflación de enero se haya acercado al 4%.
Fuente: Mariano Cuparo Ortíz / BAE Negocios