Crece la demanda de mascotas en Paraná: pagan 50 mil pesos por un perro

03/09/2020

En un contexto en que la compañía es necesaria, estos son los montos que se pagan por el “mejor amigo”. Julián Díaz

“La estética”, dice Juan Bertot, dueño de La Perruquería, en Paraná, y con más de 25 años de experiencia en el rubro. Nada más ni nada menos, “la gente elige el perro porque le gusta”, explica. Pareciera una obviedad, pero este es el concepto a tener en cuenta en un mercado canino que tiene precios cada vez más altos, pero en un contexto de tensiones por una disputa filosófica que deriva en infinitos interrogantes.

Imagen 1

La labor de Bertot no se basa en la venta de mascotas, sino en la atención de los animales, el corte, el baño y la alimentación. De todas formas, por su pasión por los perros, su trayectoria y sus contactos con distintos criaderos en Paraná y en otras provincias, sus clientes lo consultan frecuentemente para la compra de perros de raza.

El local está ubicado justo sobre la esquina de calle San Juan de la capital entrerriana. Desde su mostrador, rodeado de una pila de alimentos que llegan hasta el techo, detalla los temas acerca de la influencia del aislamiento en el mercado canino y sus valores; la regulación sobre los animales; la diferencia entre “criaderos” y “fábricas de perros”; las competencias; la falsa distinción entre raza y mestizo; y también, su postura sobre la adopción.

Imagen 2

Crecimiento del negocio en Paraná

La influencia de la pandemia y su extendida cuarentena lo atraviesa todo. Este contexto hace que la compañía se vuelva cada vez más necesaria, y es uno de los factores que “provocó el crecimiento del mercado canino. Hizo que los chicos al estar encerrados quieran tener perros”, afirma. Además, se suma la imposibilidad de circular a otras provincias para la búsqueda de los cachorros.

Hay lista de espera, personas que señan perros que todavía no nacieron, y los números son exponenciales. Hay razas que se convierten en moda, y en el mercado actual el Bulldog francés “es el premium, el más buscado, y con pedigrí supera los 50 mil pesos”. El pedigrí es el registro genealógico, el certificado que garantiza el origen del animal, y funciona como el documento de transferencia.

Imagen 3

A la lista, de mayor a menor y según la tendencia, la componen el Schnauzer miniatura, que ronda entre los 35 y 40 mil pesos. El Dachshund, más conocido como perro salchicha, “se está poniendo de moda y en Paraná vale entre 10 y 15 mil pesos”. También el Caniche tiene gran demanda, “pero desde siempre, y es de los más baratos porque hay mucha oferta”.

“Hoy un perro no vale menos de 10 mil pesos, que no es más que diez alimentos”, opina, pero siempre hace referencia a “según quién lo vende”. No es lo mismo comprar una mascota a un criadero afiliado a la Federación Cinológica Argentina (FCA) y con pedigrí, que a uno que no tiene esos documentos, o simplemente comprarle el animal a un particular. Porque los mercados y los cuidados no son los mismos.

Es un negocio afianzado y con precios en alza. El número base lo compone la venta de alguien en modalidad particular, que hace tener cachorros a su mascota y vende las crías. “Esa persona está en todo su derecho de venderlos, porque al animal le da el mejor alimento y lo cuida, y vende para seguir sosteniendo los gastos que provoca su mascota”, argumenta.

Por otra parte, están los criaderos. Buenos Aires tiene los mejores “porque son los que van a las exposiciones y después se buscan entre los de la misma raza para obtener la genética del campeón”. Es por esto que el precio de un mismo perro varía según quien lo venda.

Crianza y competencias caninas

La Federación Cinológica Argentina (FCA) tiene como objetivo fomentar la crianza y perfeccionamiento de las razas caninas. Lleva el registro genealógico de todos los perros de raza en el país, y emite los pedigríes. Estos documentos tienen reconocimiento internacional, con lo cual los criadores argentinos pueden exportar y exponer sus perros en todo el mundo.

“Hay criaderos donde no te venden solamente el perro, sino años de trabajo sobre la raza. Cuando la gente escucha ‘criaderos’ se imagina una fábrica de perros, que están todos enjaulados y mal alimentados. Pero no es todo así, hay gente que trata de hacer bien las cosas”, señala, y explica que hay espacios que crían sin pedigrí, pero “son buenos y no es ilegal… lo hacen bien y conscientemente, cuidando al perro. Pero sí, también tenés fábricas en donde están hacinados y viven enjaulados”, añade en forma despectiva.

Para desarrollar sus objetivos, la FCA se organiza en clubes especialistas de raza y clubes provinciales o regionales, distribuidos en todo el país. Además, organiza exposiciones caninas, en las cuales los criadores y expositores muestran sus mejores “productos”, establece la institución en su página oficial.

“Hay un estándar escrito de cada raza, y el perro que más lo asemeja y representa, es el que gana. No importa si hay un Labrador retriever, un Pinscher, o un Chihuahua, porque las competencias son contra su propio estándar, no contra otra raza. Siempre es show, movimiento, carisma, modelaje y exposición”, explica Bertot.

El estándar contiene la descripción del aspecto general del perro: la forma de la cabeza, del hocico, el color de los ojos, la forma de las orejas, la longitud de su cuello, el pelo, etc. Este factor que hace de objetivo en la competencia, es el que en menor escala fija también los valores a los que se puede cotizar el animal.

En paralelo a estos valores, existen los gastos adicionales que conlleva el cuidado de una mascota. Depende de las proporciones y particularidades del canino, pero un corte y baño ronda entre 600 y 1.000 pesos. El alimento, de manera mensual, se llega a pagar hasta 2.000, sumado al gasto de antiparasitarios y vacunas en los primeros meses. Pero aun descontando el eventual pago de un paseador de perros por la coyuntura, el cuidado del mejor amigo mueve números cada vez más elevados.

El mercado ilegal también es grande. Se hacen publicaciones a través de clasificados online donde la gente busca, se pactan lugares de encuentro para ver y, si gusta, comprar los perros. Y en esa modalidad clandestina se negocia y se hacen rebajas si se paga en efectivo.

Falsas comparaciones

Es un mito la distinción entre el perro de raza y el mestizo. Uno no es más inteligente que el otro por tener una línea genética hermética. Sus órganos son iguales, sus cualidades, más allá de la imagen, no cambian por la raza del perro. “Incluso, hay veces que el animal que es cruza es más lindo que uno de raza y no hay otra diferencia más que esa”, señala Bertot.

La Real Academia Española, en su primera acepción, define a la “raza” como “casta o calidad del origen o linaje”, y tal vez, de manera implícita, evidencia en esta propia definición la cuestión filosófica que transciende este tema. Todo perro tiene un porqué y hay para todos los gustos, pero “la finalidad por la que se compra simplemente el animal es por es una cuestión estética y de llegar a algo, de poder decir ‘yo tengo un bulldog’, por ejemplo”.

Adopción

En la actualidad, existen tendencias o movimientos que, mayoritariamente por redes, promueven la adopción de mascotas en contraposición a la compra. Explican que ésta última es consecuencia de que haya más perros que vagabundean en las calles.

“Mientras vos quieras, respetes y cuides del animal… no importa si lo compraste o adoptaste, o qué raza sea. No estoy en contra de la compra ni de la adopción. Pero sí estoy en contra de que compres un perro y lo maltrates. Cómo llegas a tenerlo, no interesa”, opina. 

“Nosotros alentamos la adopción. Sin embargo hay un concepto equivocado, porque si adoptás parece que sos buen tipo, pero no importa ver cómo se trata al animal. La idea es que todos cuiden a sus mascotas, para que no estén en la calle en malas condiciones”, finaliza Bertot, mientras cierra su local.

1 thought on “Crece la demanda de mascotas en Paraná: pagan 50 mil pesos por un perro”

  1. Comprar un perro es una de las tantas formas que tiene el ser humano de elegir ser un idiota, habiendo tantos en situación de vulnerabilidad y sufrimiento

Deja un comentario