Crece el enojo de los productores entrerrianos por la prohibición de las fumigaciones

10/11/2018

Tras los fallos judiciales, desde Gualeguaychú pidieron al Gobierno provincial que actúe con urgencia para buscar “un punto de equilibrio”. Habrá movilización si no se escuchan sus reclamos. Danilo Lima

El malestar de los productores agropecuarios entrerrianos ante los fallos judiciales que prohíben la aplicación de fitosanitarios en los alrededores de las escuelas rurales –3.000 metros en los casos de fumigaciones aéreas y 1.000 metros cuando se trata de fumigaciones terrestres– es cada vez mayor, al punto que dejaron abierta la posibilidad de realizar una movilización en Paraná para hacer oír sus reclamos.

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Durante una asamblea realizada este viernes en Gualeguaychú, organizada por la Mesa de Enlace local y respaldada por la Mesa de Enlace provincial, los productores endurecieron su posición y le exigieron al Gobierno provincial que “con urgencia” adopte “las medidas necesarias para lograr un poco de razonabilidad en las decisiones que toman, y buscar el punto de equilibrio” entre la sustentabilidad social, económica y ambiental.

Remarcaron que se sienten amenazados “por el accionar de algunos sectores docentes y ambientalistas, un grupo de dirigentes políticos y también ahora por la Justicia”, y enfatizaron que no son cómplices del deterioro del medio ambiente.

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Un nutrido grupo de productores, en especial aquellos afectados por los fallos de la Justicia, se reunió en un establecimiento rural del departamento Gualeguaychú y advirtieron que si no hay decisiones claras por parte de la administración del gobernador Gustavo Bordet tomarán otras medidas de acción. Entre ellas quedó firme la posibilidad de realizar una movilización a Paraná –se concretaría el miércoles próximo– si no hay respuestas oficiales a los reclamos.

Del encuentro participaron el director por Entre Ríos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Walter Feldkamp; el presidente de la Sociedad Rural de Gualeguaychú (SRG), José Colombatto; y el número dos de la Federación Agraria Argentina (FAA) en Entre Ríos, Matías Martiarena. También estuvieron el vicepresidente primero de la FAA, Elvio Guía, y el presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), Raúl Boc-hó.

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Proclama.

Durante el encuentro se elaboró un durísimo documento, denominado Proclama de la Mesa de Enlace de Gualeguaychú, en el que los productores fijan su posición sobre este polémico conflicto que ya se ha transformado en el problema más complicado que debe enfrentar el gobernador Bordet con el sector agropecuario. El texto cuenta con el aval de las entidades que conforman la Mesa de Enlace provincial: Farer, SRA, FAA y Fedeco (Federación Entrerriana de Cooperativas).

Para los productores, el sector agropecuario “se encuentra hoy amenazado, ya no sólo por todos las dificultades conocidas”, como el clima, los mercados, la falta de rentabilidad y los problemas de infraestructura, entre otros”, sino también “desde hace algún tiempo por el accionar de algunos sectores docentes y ambientalistas, un grupo de dirigentes políticos y también ahora por la Justicia”.

En la proclama remarcan “a todos los vientos” que “no somos cómplices del deterioro del medio ambiente” y “tampoco es verdad que privilegiamos el lucro, por sobre la salud y la vida”.

Aquellos sectores, agregan, “intentan enfrentarnos con nuestros vecinos, con nuestros hermanos, sin fundamento alguno y con el sólo objetivo de sacar miserables réditos personales y sectoriales”.

Consecuencias.

Al señalar las consecuencias de los fallos en la producción, el documento enumera que “tendremos graves problemas para poder sostener nuestras familias, nuestras estructuras productivas, desmoronándose así una pirámide de efectos positivos que conlleva esta actividad”.

En lo inmediato, se subraya en el texto, “a lo largo y ancho de la provincia nos encontramos con miles de productores que ya han sembrado y perderán sus cosechas por no poder realizar aplicaciones, arrendatarios con contratos en marcha, y otros que no podrán hacer frente a los créditos solicitados porque les han prohibido producir de la noche a la mañana”.

Reclamo.

Ante esta realidad, los productores apelaron a las autoridades provinciales para pedirles que “actúen con urgencia, que adopten las medidas necesarias para lograr un poco de razonabilidad en las decisiones que toman, y buscar el punto de equilibrio que nunca se debió perder entre la sustentabilidad social, económica y ambiental”.

Para los productores, “este fallo proscriptivo” porque “más allá de no tener fundamento, deja, en cierta medida, un resquicio del que se aferran los jueces y es por la ausencia de una ley de fitosanitarios moderna como la que estuvo por ser sancionada por la Legislatura este año –en el Senado se aprobó, previo trabajo de una bicameral durante un año y medio– y que por mezquinas especulaciones políticas, fue lisa y llanamente cajoneada en la Cámara de Diputados. Privar a los entrerrianos de esa norma fue un acto de absoluta irresponsabilidad y necesita ser reparado con urgencia”.

Luego agregan que resulta “perentorio” que el Estado “asuma su papel con firmeza y determinación, ya que esta decisión judicial significa que la prohibición de fumigación equivale a una prohibición de producción. Estamos hablando de que este fallo discrecional y arbitrario, sin argumentos científicos ni técnicos, deja sin la producir a miles de productores y a alrededor de 300 mil hectáreas”.

En la proclama, los productores aclaran que “nunca estuvimos en contra de los controles” porque, sostienen, que “es un claro rol del Estado el ejercicio del poder de policía, es por esto que también se debe avanzar en un esquema específico de controles y un programa provincial de buenas prácticas agrícolas. También resulta necesario que el Estado entrerriano reglamente la ley a la que adhirió respecto de los Centro de Almacenamiento Transitorio (CAT), para un eficiente descarte de los bidones de fitosanitarios”, entre otras acciones.

Por último, los productores hacen alusión a “un elemento central en el que muy pocos reparan: somos parte del entorno rural, muchos vivimos en el mismo campo, o bien todos los días trabajamos en el mismo. ¿Cómo no vamos a ser los primeros en cuidar nuestro lugar en el mundo, donde criamos a nuestros hijos?”.

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