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CRA insiste: los productores no son formadores de precios

Sostener que lo que paga el consumidor final es responsabilidad del campo “no es solo una falta de veracidad técnica, es también un desconocimiento pleno de cómo funciona el andamiaje productivo del país”. Los ejemplos del pan, la carne, la leche y el pollo. Dos Florines

En un escenario cada vez más preocupante ante la sensación de muchos ciudadanos de que la inflación se ha vuelto indetenible, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) insistió en que el campo no es formador de precios. Sostener que lo que paga el consumidor final en las góndolas es responsabilidad de los productores “no es solo una falta de veracidad técnica, es también un desconocimiento pleno de cómo funciona el andamiaje productivo del país”.

“Los productores somos el eslabón primario de todas las cadenas, aquel donde empieza el flujo de materia prima que luego llega a la mesa de cada hogar; somos el primero en mérito, aquel que enciende la maquinaria productiva y transformadora del país; no lo dice un sector, lo dicen los números, las estadísticas, lo muestra nuestra participación en las exportaciones, en el PBI, en el empleo formal privado”, señaló la entidad que preside el entrerriano Jorge Chemes.

CRA, sin embargo, remarcó que los productores son “el último eslabón de la cadena en flujo monetario ya que el mismo inicia en el consumidor final y va desandando cada eslabón hasta llegar al productor. Esto es lo que hace que el productor sea un tomador de precios en el mercado y no un formador”.

“Los productores gestionamos costos y no precios, establecemos nuestra estructura productiva sobre la base de los precios que el mercado refleja para nuestros bienes, resultado de nuestra producción; y es que en una cadena comercial no hay más dinero para repartir que el que un consumidor paga por ese bien o servicio”.

Ejemplos.

Los ruralistas, en ese sentido, precisaron que de lo que le pagan al productor:

  • El trigo multiplica siete veces su precio al llegar al consumidor final y dos de esas siete son impuestos.
  • La leche multiplica cuatro veces su precio y una vez de esas cuatro son impuestos.
  • La carne bovina multiplica cuatro veces su precio y una vez de esas cuatro son impuestos.
  • El grano utilizado para la alimentación del pollo parrillero se multiplica 4,47 veces y 1,38 son impuestos.

“Es por esto que, si por falta de información, de conocimiento, por ignorancia o por una ideología carente de sustento y desacoplada de la verdad, de la realidad, se establece una suerte de ‘caza de brujas’, que es (al igual que en la inquisición) querer echarle la culpa de una situación que en Argentina ya es estructural a los que no sólo no la tienen, sino que también son los que hoy trabajan para que en la mesa de cada uno no pase las privaciones que vemos en otros países cercanos”, agregó la entidad.

Las razones centrales de los aumentos.

La suba de precios en la Argentina, según la mirada de CRA, obedece a “dos componentes excluyentes” en la formación de los precios:

  • Los impuestos: 41% de lo que se carga en el chango de un supermercado son impuestos).
  • La inflación: en Argentina durante 2020 fue de 36,1%, mientras que otros países como Uruguay alcanzó el 8,1%, México el 3,5%, Chile el 3,1%, Perú solamente 2,6%.

De acuerdo al Departamento Económico de CRA, desde enero del 2017 a febrero del 2021:

  • La carne se multiplicó por 4,3 veces.
  • La leche en góndola se multiplicó 4,4 veces.
  • El gasoil se multiplicó 4,3 veces.
  • La canasta básica se multiplicó 4,23 veces.
  • El dólar oficial Banco Nación se multiplicó 5,8 veces.

“Para entenderlo mejor, en enero de 2017 con $100 se podía comprar una combinación y una cantidad determinada de productos de la canasta básica, mientras que para comprar hoy, en febrero de 2021, esa misma cantidad y combinación se necesitan $383”, explicó CRA, y sostuvo que la inflación en Argentina “se genera por las políticas monetarias, la presión fiscal y las intervenciones viciosas en las cadenas de precios”.

“En economía como en la vida, se puede hacer cualquier cosa, lo que no se puede, es evitar las consecuencias de sus actos. Buscar culpables en vez de soluciones, tener diagnósticos de situación basados en posiciones ideológicas y no académicas, lleva a una caza de brujas que solo da lugar a más incertidumbre y miedo del futuro”, finalizó CRA.

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