AL DÍA PORTADA

Coopar cumplió 70 años: “La previsibilidad es clave para encarar el futuro”

Gonzalo Salgado, presidente de la Cooperativa de Aranguren, destacó la diversificación de inversiones que sostiene la entidad, aunque lamentó el efecto negativo de la sequía y de las políticas. A pesar de ello, aseguró que la intención es “mirar el futuro con esperanza”. Nahuel Amore

En coincidencia con el Día de la Bandera, la Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Públicos de Aranguren Ltda (Coopar) cumplió un nuevo aniversario y, otra vez, con número redondo. La entidad llegó a las siete décadas de vida institucional, con la premisa de que, a pesar de los vaivenes macroeconómicos, la confianza y el servicio hacia los asociados son valores indisolubles para sostenerse como una de las organizaciones asociativas más importantes de Entre Ríos y el país.

Imagen 1

Gonzalo Salgado, productor tambero, asumió la presidencia a fines de octubre pasado en lugar de Felipe Berruhet que, tras 10 años de gestión, dio un giro hacia la política. En diálogo con DOS FLORINES, el titular de Coopar revalorizó el espíritu cooperativo en estos tiempos y el apoyo a los asociados tras la histórica sequía. “En estos momentos los productores que quedaron descapitalizados se financian con los bancos y con sus proveedores, entre los cuales está la cooperativa. Incluso, algunos productores no tienen acceso al banco y sólo recurren a la cooperativa”, sostuvo.

Sin dudas, el cooperativismo podría ser parte de un capítulo aparte en la historia de Entre Ríos y Coopar estaría dentro de las primeras páginas. El mandato se sostiene hace 70 años y en por ello que, según Salgado, “la previsibilidad es clave para encarar el futuro”, más aún a instancias de un contexto eleccionario. Desde esa perspectiva, reforzó que la diversificación de los negocios es fundamental para ser rentables, crecer junto a los socios y “no pecar de conservadores”.

Imagen 2

Hoy Coopar tiene su casa central en Aranguren y sucursales en Victoria, Nogoyá, Don Cristóbal Segunda y Crucesitas Octava. Sus inversiones no sólo se concentran en el mercado granario con una importante capacidad de acopio, sino que también apuestan por otras actividades como la provisión de insumos, incluso con exportación de semillas, y la producción de cerdos también en asociación. El desafío, en esa línea, es seguir invirtiendo en todo lo que genere valor, para lo cual, va de suyo, será necesario un mayor acceso a créditos para el sector productivo.

Puede ser una imagen de 3 personas
El 21 de junio realizaron el descubrimiento de una placa por los 70 años y organizan para agosto una celebración.

Productores

—Las cooperativas son fundamentales para financiar a los productores y más en momentos donde la sequía los descapitalizó. ¿Cómo está Coopar frente a este escenario?

Imagen 3

—La cooperativa está muy bien plantada. Obviamente que los productores están con inconvenientes porque la sequía pasó, pero de aquí en más se vienen momentos de producir para poder pagar lo que la sequía se llevó. La cooperativa está en condiciones de financiar a sus productores como siempre lo ha estado y está con mucha producción de semillas e insumos. Los canales de financiamiento de los productores están vigentes y vamos a apoyar a los productores asociados como siempre.

—¿Cuántos productores suele financiar Coopar?

—Aproximadamente entre 500 y 700 productores, en diferentes medidas, todos asociados a la cooperativa. Algunos necesitan más y otros, menos.

—¿Y ante esta sequía entiende que más productores van a necesitar de Coopar?

—Los mismos productores van a necesitar un poco más de financiación seguramente porque, como dijo, están descapitalizados y van necesitar más financiación de lo que comúnmente recurren todos los años.

—Así como a la parte agrícola le pegó la sequía, ¿cómo están las otras actividades que forman parte de la diversificación de Coopar?

—La cooperativa está bien posicionada en las distintas actividades. Lo que pasa es que en que nuestro bendito país, las condiciones de producción cambian de un momento para otro. Con las granjas porcinas sufrimos los efectos del “dólar soja” que aumentaron los costos. Con respecto a insumos que utiliza la cooperativa para trabajar, han aumentado en dólares. Y el semillero sigue trabajando bien, más allá de los problemas de producción. Pero el resto de la cooperativa sigue bien, aunque afrontando los costos y problemas que son ajenos.

DCIM\100GOPRO\GOPR4424.JPG

Desafíos

El 20 de junio 1953, un grupo de unas 50 personas aferradas a su presente y pensando en el futuro, en el local de la Federación Agraria Argentina en Aranguren, dieron vida a la Cooperativa Agrícola Ganadera y de Servicios Públicos Aranguren Ltda. Tras 70 años, Coopar pasó a ser una de las cooperativas entrerrianas más renombradas y de mayor tamaño, sentando sus bases en los principios del cooperativismo: comunicación, servicio, confianza y aprendizaje. En tanto, avanzaron con la visión de “ser una cooperativa sólida y líder en la región, que brinde servicios de excelencia, sustentables y diversificados, para así, potenciar el crecimiento y desarrollo de los asociados”.

—¿Cómo afronta personalmente estos 70 años de Coopar?

—En términos personales es una gran responsabilidad. Entré a la cooperativa en 1998 como consejero suplente y desde ahí ocupé distintos cargos hasta asumir en octubre la presidencia. Estamos trabajando con un equipo de gente de la comisión y administración. Al principio de la gestión comenzamos muy bien y luego nos tocó una época muy difícil por la sequía que hemos pasado. De todos modos, seguimos mirando con esperanza hacia el futuro.

—¿Cómo observa la evolución de Coppar en estas últimas tres décadas que participó?

—La cooperativa se fundó con el objetivo de pequeños y medianos productores de comercializar mejor su producción y tener dónde guardarla. En aquellas épocas se guardaba en sus campos, en sus galpones y bolsas, mientras que la cooperativa sirvió para mejorar la comercialización. Luego, se capitalizó y empezó a financiar a productores. Durante estos últimos años se ha diversificado, no solamente con el acopio de cereales, sino que ha generado un semillero muy importante que incluso exporta a Uruguay, Paraguay y Brasil; además tiene especialistas que asesoran como ingenieros agrónomos en temas de pulverizaciones. También fundó una granja porcina hace 15 años donde los productores asociados engordan los capones y es parte de una fábrica de chacinados. Es decir, la cooperativa no es solamente agrícola, sino que se ha diversificado para brindar un mejor servicio al productor.

—Se podría interpretar que la cooperativa ha crecido en 70 años porque tuvo un manejo prácticamente empresarial. ¿Cómo está hoy la rentabilidad en las distintas facturaciones que realiza?

—La rentabilidad es variable para cada actividad. En la cooperativa ha crecido mucho el acopio y creció en las actividades que encaró. De hecho, antes no exportaba las semillas que eran para consumo local. Hemos aumentado la capacidad de acopio, con silos propios en las distintas sucursales. La cooperativa si bien se maneja de manera conservadora, no desatiende los nuevos proyectos; si se peca de conservador, no se avanza. Se ha logrado con pasos firmes, con buenas gestiones y tomando créditos con tasa razonable.

Demandas

—¿Cómo ve hoy el espíritu cooperativo en Entre Ríos en este contexto?

—El espíritu cooperativo sigue muy vigente, más en Entre Ríos. La demostración que tenemos es que tanto en la Cooperativa de Aranguren como en otras de la provincia, se sigue trabajando y emprendiendo nuevos proyectos. Lamentablemente la cantidad de productores va en baja en el mundo y Argentina no está ajena. Lo que vemos es que el espíritu cooperativo y la fidelización del productor con su cooperativa siguen muy vigentes. Somos una gran familia con los asociados. Y la cooperativa está donde no están otros. En las empresas son un número de cuenta corriente, mientras que en la cooperativa son una persona.

—¿Qué necesita hoy Coopar para seguir creciendo?

—Hay que tener financiación a tasas razonables. Hoy es imposible tomar un crédito en pesos para la producción, no tenemos. La provincia se ha quedado sin bancos hace muchos años ya. Lo que tenemos a mano es Banco Nación, mientras que los créditos de Banco Entre Ríos a los que accedemos son porque el Gobierno provincial los fomenta. Pero necesitamos más créditos. Pero sobre todo, necesitamos previsibilidad para encarar el futuro; es clave. Con un establecimiento de cerdos, por ejemplo, no puede cambiar el modelo de negocio de un momento para otro a partir de una determinada medida. Las inversiones en este sector tienen que seguir adelante; no son decisiones que cambian de un día para otro. Si las regulaciones cambian, hay que conservar las inversiones. Por eso necesitamos créditos de fomento para trabajar, que el productor los va a devolver en ganancias con las retenciones que hay. Y para ello es necesario la previsibilidad para invertir, para que si el gobierno cambia, la producción sea la misma, como sucede en los países limítrofes.

—Este pedido no es menor en un escenario eleccionario.

—Por su puesto. Además, el interior del país tiene muchas condiciones. El problema es que no se pueden tomar decisiones a nivel nacional que, por necesidades económicas del gobierno, se afecte a las provincias. De todas maneras, somos optimistas hacia el futuro y seguimos trabajando.