Con resignación, los empresarios entrerrianos esperan la confirmación del bono
03/01/2020
Sería de 3.000 y llegará a 4.000 en febrero. Dicen que no hay rentabilidad, que es complejo pagarlo, pero que el salario no puede ser la variable de ajuste. Dos Florines
Mientras todo indica que la tarde de este viernes el Gobierno nacional anunciará en detalle el aumento salarial compulsivo para el sector privado y público, trascendidos de fuentes oficiales se inclinan por una modalidad que asegura que se va a hacer efectivo, recomponiéndose parte de los ingresos perdidos por la escalada inflacionaria del último año, por encima del 50 %.

De este modo, el decreto que saldrá publicado en las próximas horas fijará un piso de incremento salarial de $ 4.000, que deberá ser abonado por las empresas y el propio Estado en dos tramos, con los sueldos de enero y de febrero, y que será remunerativo, a cuenta de futuras paritarias. El primer tramo será de $ 3.000, que con los descuentos implicará un aumento de bolsillo de $ 2.490, mientras que con el salario de febrero se sumarán otros $ 1.000, equivalentes a $ 830 en mano luego del pago de los aportes personales.
En este contexto, el empresariado entrerriano describe las dificultades y barreras para hacer frente al compromiso, aunque reconoció que no quedará otra que asumirlo, como una forma de estimular el consumo que favorezca a algunos sectores y equipare los salarios con la inflación.

Héctor Frattoni, titular de Automotores Mega y presidente del Consejo Empresario de Entre Ríos se mostró resignado, a la espera de la resolución y con algunos detalles que se han conocido.
Sin ánimo de “llorar” por la coyuntura, el empresario adelantó antes que nada que es necesario trabajar sobre “la rentabilidad de muchos sectores que no pueden afrontar este compromiso”. Para el dirigente, es clave reconocer que el ajuste no debe pasar por el lado de los salarios “porque a la gente no le alcanza el dinero para vivir dignamente, y el gobierno lo ve como una inyección que estimulará el consumo ya que este incremento irá al mercado interno y, seguramente, se producirá una reactivación de la economía”, entendió.

La consulta alcanzó también a Leandro Garciandía, a la sazón titular de la Unión Industrial de Entre Ríos, quien se excusó de responder a la espera de los anuncios oficiales.
Sin rentabilidad.
A su turno, Jorge López, presidente de la Federación Económica de Entre Ríos (entidad que nuclea a la mayoría de los centros comerciales de Entre Ríos) fue más contundente a la hora de expresar su preocupación por el pago ya que las Pymes se encuentran actualmente con “rentabilidad negativa”.
Para el dirigente, no hay dudas que el sector asalariado necesita recomposición, que este aumento o bono es merecido y mucho más. “Sabemos que todo el dinero que se otorgue por este concepto de recomposición salarial se vuelca inmediatamente al consumo. No obstante, la Pymes que están transitando por el pago de aguinaldo, sueldo y vacaciones, teniendo en cuenta que en su mayoría viene trabajando con rentabilidad negativa, y no están en condiciones de afrontar, hoy, este aumento que impulsa el Gobierno”, sentenció. Seguidamente López sugirió que, ante la inminencia de la imposición, “debería ser en cuotas, no remunerativa y a cuenta de futuros aumentos que se acuerden en paritarias”.
Sin entrar en estos detalles, Frattoni, del CEER, considera que los sueldos más bajos deberían ser los más favorecidos. Sin embargo, hay muchos sectores que están muy complicados para dar el aumento, pero creo que es necesario tener un aumento salarial. “Será a cuenta de futuros aumentos pero deben ser que hay costo financiero por movilizar el dinero, tener los fondos disponibles para hacer los adelantos. Todo esto sin contar que la variable de ajuste parece ser sólo del empresariado porque el Estado nacional no se achica -no hablo de municipios ni provincias- y es como una mala palabra del ajuste del Estado. Como privados estamos ajustándonos, y quizá esto mueva a algunos sectores, pero creo que hay que analizar la productividad, porque todavía no se habla de créditos y estímulos”, concluyó el dirigente del Consejo Empresario. .