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Con 210 años, Paraná enfrenta el desafío de seducir nuevas inversiones en turismo

Tres empresarios analizan las fortalezas y debilidades del sector hotelero en la ciudad. Coinciden en la necesidad de que el turismo se afiance con nuevos proyectos públicos y privados. Nahuel Amore

El Maran Suites & Towers podría considerarse la última obra de magnitud que el sector privado vinculado al turismo concretó en Paraná. Precisamente, 18 años pasaron desde la inauguración de aquel proyecto –que incluso comenzó a esbozarse en 1989 y permaneció un largo tiempo como un gigante en pausa en el corazón del Parque Urquiza–, que se sumó como alternativa al Hotel Mayorazgo o el Gran Hotel Paraná como únicas opciones de mayor nivel de servicios para quienes visitaban la ciudad.

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Desde aquel entonces, los privados no generaron nuevas atracciones de envergadura que cambiaran la fisonomía de la ciudad y reforzaran el perfil turístico que más de una vez se pretendió. Las plazas superiores a tres estrellas siguen siendo 2.500. Fue el sector público, en este caso el Estado entrerriano, el que desembolsó los millones de pesos necesarios para construir el Centro Provincial de Convenciones, con capacidad para 3.200 personas, que a partir de 2017 generó una movida diferente, asociada al turismo de reuniones.

La ilustración es apenas una síntesis del freno de la inversión privada real que se traslada a otros puntos del país. En este contexto de su 210° aniversario, la capital provincial se enfrenta ante el desafío de seducir nuevas inversiones, si la intención es consolidar a la ‘industria sin chimeneas’ como una cadena de valor que implique mayores ingresos y puestos de trabajo en torno a las bondades naturales de la ciudad, la capacidad de organizaciones de eventos y otras tantas obras de infraestructura que también harán falta.

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En un mano a mano con DOS FLORINES, Marcelo Svetliza, Lila Yañez y Carlos Monti, tres empresarios vinculados al turismo en Paraná, reconocieron que la historia de los últimos años está teñida de grises, con fortalezas y debilidades propias de los hombres y mujeres que han puesto su esfuerzo, más aún en momentos tan críticos como lo fue el Covid-19. Ahora, en pospandemia, sacan a relucir los avances logrados, el empleo sostenido y las gestiones institucionales junto al Estado que deben sostener, sin dejar de coincidir en los desafíos que deben abrazar en esta nueva etapa si la intención es escribir otro capítulo.

Marcelo Svetliza, Maran Suites & Towers

El director del hotel ubicado en la costanera alta de Paraná apuntó que, tras la pandemia, en todo el mundo se revalorizó al turismo como generador de ingresos y trabajo. Recordó, además, que “tiene un efecto cascada que es muy importante: al moverse el turismo se mueve el sistema económico casi por completo”. Incluso, remarcó que las ciudades que apuestan a este rubro se ven en la necesidad de poner en valor sus espacios públicos y generar nuevas inversiones y atracciones, un punto que todo el empresariado insiste en sostener.

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Consultado por cómo se dio este proceso en Paraná, consideró que “se ha trabajado muy fuerte en posicionar a la ciudad como destino turístico, se puso en valor su belleza natural y se han creado atracciones y nuevos espacios que sirven para que los visitantes puedan disfrutar más días”. Incluso, opinó que se hizo “un buen trabajo de concientización para que el mismo paranaense valore la ciudad, es decir, que el ciudadano pueda disfrutar de lo que se ofrece y compartir con quienes nos visiten”.

En momentos de duras restricciones sanitarias, el sector fue de los más afectados por la falta de ingresos y la acumulación de gastos, entre ellos para sostener los puestos de trabajo. Sobre este punto, Svetliza reforzó la idea de que “la hotelería tiene un valor muy grande en la generación de empleo, ya que demanda recursos humanos intensivos para poder brindar el servicio que los huéspedes esperan; hay necesidad de mano de obra especializada y no especializada”. Al respecto, agregó que éste es un aspecto primordial para afianzar.

“Queremos que los hoteles sientan que sumamos para el turismo”

De todas maneras, el empresario va por más. En relación a los desafíos, fue contundente: “Debemos enfocar en crear nuevas atracciones turísticas para que los visitantes prolonguen su estadía en la ciudad y/o vuelvan durante todo el año a completar sus visitas o recorrer atracciones y lugares que no pudieron llegar. Hay que sumar más opciones a la gran cantidad de oferta para los diferentes tipos de turistas que nos visitan”, manifestó a DOS FLORINES.

Finalmente, destacó la oportunidad en torno a los eventos. “Nuestra ciudad está bien posicionada con respecto al turismo de congresos y convenciones, siendo una de las ciudades más importantes del país en este nicho, y teniendo infraestructura de centros de convenciones, hotelería, gastronomía y lo que se necesita para poder ser muy buenos anfitriones”, cerró.

Lila Yañez, Gran Hotel Paraná

Al rememorar la historia del sector, la titular del Grupo Yañez Martín señaló que el punto de quiebre fue la creación del Ente Mixto de Turismo de Paraná (Empatur). “Los hoteleros éramos quienes invertíamos en promoción, ya sea con la impresión de planos, volantes y material publicitario en general. Hemos transcurrido muchos años de lucha por conseguir que una gestión municipal tomara la decisión de crear un ente que funcione con un presupuesto razonable para promocionar la ciudad. Esto se materializó recién en 2015 y, a partir de entonces, Paraná logró estar en el mapa turístico del país”, recordó.

Desde esa mirada, la empresaria valoró la institucionalidad lograda en torno a la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica (AEHGP) que posibilitó nuclearlos, impulsar capacitaciones y trabajar junto al sector público en distintas políticas turísticas.

“Con las instituciones que componen el Empatur trabajamos para generar recursos que potencien el turismo y como motor que genere trabajo y movilice la ciudad”, enfatizó, e indicó que uno de los recientes logros es el aprovechamiento del Islote Curupí que se nutre de estos fondos mixtos.

Del mismo modo, destacó la creación en 2018 del Paraná Bureau como otra institución que moviliza el turismo de congresos y eventos. “Desde entonces se trabaja con éxito para conseguir que Paraná sea sede de una importante cantidad de eventos”, puntualizó.

Dueños del hotel se negaron a recibir aislados con sospecha de Covid-19

No obstante, Yañez también hizo una autocrítica y tocó un tema sensible y del que poco se discute en la agenda pública: “A pesar de que los últimos años han sido de crecimiento en materia turística, la ciudad requiere de mayor cantidad y calidad de inversiones en hotelería y gastronomía. En especial los hoteles ya son estructuras grandes y complejas, con un costoso mantenimiento”, sostuvo.

Sobre este punto, destacó que está en marcha el nuevo shopping que dará dinamismo comercial, pero lamentó que “se debió esperar mucho tiempo”. Incluso, advirtió: “Sabemos de las dificultades que atraviesa nuestro país para convocar inversiones; en particular nuestra ciudad y provincia no generan condiciones beneficiosas para quienes se interesen en invertir en servicios turísticos. Lamentablemente Paraná ha perdido muchas oportunidades de inversiones que hubieran mejorado la vida de los paranaenses, generando trabajo y crecimiento”.

Con ese prisma, la empresaria cree que todavía “hay mucho por hacer en una ciudad en la que se fusionan naturaleza, río, cultura e historia y que cuenta con una ubicación de privilegio por la cercanía a las principales ciudades emisoras de turismo”. En especial, subrayó que es necesario mejorar las rutas y primordialmente las del interior de Entre Ríos. Del mismo modo, apuntó que falta conectividad aérea con las principales ciudades argentinas.

Finalmente, postuló: “Hay mucho por hacer aún para potenciar el turismo y Paraná lo podrá hacer en la medida en la que haya continuidad de los aciertos mencionados y obviamente decisión política de invertir desde el Estado y de darle la bienvenida a inversiones privadas que realcen la ciudad para quienes nos visiten y los paranaenses”.

Carlos Monti

“A lo largo de los años, el turismo siempre le ha dado a la ciudad aportes positivos. En estos 210 años, durante la última década el sector se ha hecho más presente y bastante más observable para todos los ciudadanos. Creo que además de las inversiones, puestos de trabajo y el ingreso a la economía de divisas, fundamentalmente le da a la ciudad una vidriera para la gente que nos visita, pone en escena a nuestros artistas, nuestra cultura, nuestra historia, una identidad que tenemos los entrerrianos y en especial los paranaenses”, reconoció a su turno Carlos Monti, socio gerente de Costanera 241 y presidente del Paraná Bureau, quien además consideró que “poco a poco Paraná se vuelca a una mirada hacia el río e identitaria”.

Consultado por las debilidades, opinó: “Nos ha costado mucho tiempo y trabajo creer en las posibilidades de Paraná, como conjunto de la comunidad. También ha faltado una visión estratégica con respecto a la dirigencia de que el turismo le podía aportar muchas cosas positivas a la ciudad”.

Monti observó además que “esa autocrítica puede ser también al sector empresario que no ha hecho inversiones que transformaran la ciudad desde el punto de vista turístico”. De allí que, indicó, la última inversión importante fue el Centro Provincial de Convenciones, con dinero público, que le dio un perfil de turismo de reuniones que quizá antes no estaba claro.

Carlos Monti: Es un excursión novedosa e histórica

En la misma sintonía, advirtió que “han faltado en otras oportunidades algunos desarrollos de atractivos que tienen que ver con una mirada y una convicción de que Paraná está ubicada en un enclave geográfico excepcional como para tener mucha gente que la quiera visitar en muy pocos kilómetros a la redonda”. “Más allá de lo que la naturaleza le haya brindado de paisaje y de atractivo natural, también puede estar intervenido con la inversión del sector privado y público”, planteó, ante un llamado a un mayor desarrollo de infraestructura y servicios.

Por delante, afirmó, los desafíos que quedan en Paraná son “involucrar a mucha más gente en el desarrollo turístico, generar estas inversiones, planificar la ciudad, organizar los productos turísticos de forma tal que tengan más vuelo y trascendencia”. Sobre este punto, coincidió también en valorar el empuje logrado a partir del Empatur que “funciona de forma muy articulada y va por buen camino”.

“La constancia y la claridad conceptual de qué productos quiere desarrollar Paraná para ser una ciudad más turística que hoy, queda como pendiente de que la comunidad abrace un proyecto colectivo. Estamos por buen camino”, finalizó.