Chicago se mueve al ritmo de los pronósticos
02/01/2018
El clima en EEUU sigue dominando la tendencia de precios de maíz y soja de campaña nueva, y dado que el escenario dista de ser desastroso, los valores buscan su nivel, pero dentro de un rango más bajo que el del año pasado. Sin embargo las posiciones más cercanas están influenciadas por las dificultades para conseguir mercadería y una demanda firme. Por ello operan con un nivel de precio superior a las más lejanas. El punto de quiebre es la fecha de entrada de la cosecha norteamericana, noviembre en soja y septiembre/diciembre para maíz.
Por Dante Romano Los operadores que dominan la escena en el corto plazo son los comerciales. Frente a una necesidad marcada de granos, la oferta es limitada y por ello se fuerzan precios elevados. En las posiciones de cosecha nueva en cambio, los jugadores que más pesan son los especuladores, que atentos a la recomposición de stocks que se espera, construyeron una fuerte posición vendida presionando los valores a la baja. En soja todavía están comprados, pero vienen reduciendo la posición activamente.
En trigo la situación es totalmente distinta, ya que la cosecha nueva Norteamericana ya llegó y está avanzando. Si bien el nivel productivo no es muy alto, y se pierden stocks, los mismos son adecuados, y dado que los otros competidores de EEUU como Europa del Este y Australia están bien aprovisionados, el mercado se muestra más débil. De hecho de no ser por los problemas productivos de China que obligaron a ese país a salir a comprar fuertemente, compitiendo con Egipto el primer puesto entre los importadores internacionales de trigo, los valores estarían por debajo de los actuales.
Sin embargo, no todo está perfecto con los cultivos norteamericanos. Se sembró tarde, la floración viene dos o tres semanas atrasadas, y en las últimas cuatro semanas las lluvias fueron escasas, generando que la seca vuelva a avanzar en el oeste de EEUU.
Largo plazo
Pensando a más largo plazo, hay que tener en cuenta que los precios actuales están enfocados en una oferta muy grande, que como dijimos no está tan clara. Pero además nadie está prestando atención a la demanda, que sigue muy firme. En el caso de la soja, además se debería tentar a Sudamérica a implantar una gran superficie, para ello Argentina necesitaría precios más altos. En Brasil, gracias a la devaluación del real, la situación es mejor, pero de todas formas también los costos internos deberían subir con la devaluación del real. De todas formas estos elementos no se pondrán sobre la mesa en el corto plazo. Habrá que esperar a que la cosecha Norteamericana se convierta en “dato” más que en expectativa, y eso no pasará hasta fines del 2012.
Pasando a Argentina, la firmeza disponible en EEUU, con debilidad de septiembre en adelante, se traslada en que el precio de la soja disponible supera al de mayo por unos 8 U$S/tt. Esto es totalmente anormal. Lo que debería pasar es que noviembre valiera unos 12 U$S/tt más. La pregunta es por qué el productor Argentino no aprovecha esto para vender todo su stock de soja? Es más, podría recomprarse para noviembre, utilizar el dinero en el mientras tanto, y recuperar soja con una ganancia.
Si bien es cierto que parte de este comportamiento puede deberse a la falta de conocimientos prácticos sobre la operatoria en los Mercados a Término, también lo es que el marco institucional es tan confuso en Argentina que se percibe con mayor interés retener porotos de soja, que venderlos y recibir pesos, atento a las dificultades para hacerse de dólares.
El problema es que si los precios ceden, podrían “comerse” la devaluación esperada del peso con creces. Por ello no estaría mal vender, dejando sin fijar el tipo de cambio, o bien vender a noviembre, y comprar CALL para especular con una suba. Otra alternativa podría ser poner piso y techo para noviembre. Sin embargo recordemos que los elementos que podrían darnos una mejora, se tomarían en el mercado en el 2013. ¿Podrá el productor Argentino retener tanto tiempo?
Trigo y maíz
En nuestro país, el trigo sigue sin aparecer. La preocupación por evitar que esto se plasme en titulares, llevó al gobierno a establecer un esquema que resulta en un mix entre racionamiento-subsidios cruzados-relato. El resultado fue alejar de los diarios el problema, pero los precios volvieron a subir y están muy cerca de los picos previos.
En cuanto a maíz disponible, la discusión que se planteó es si el maíz de este año alcanza para abastecer las exportaciones autorizadas, y al consumo interno, o se puede esperar algo parecido al trigo. Tomando una cosecha de 24,5 mill.tt. las cifras estaban ajustadas, pero cerraban.
Sin embargo el Gobierno publicó esta semana una estimación de producción de 32,5 mill.tt. Esto parece excesivo, y si tomado de ello el gobierno autoriza más exportaciones, el error de cálculo podría llevar a que faltara maíz. Sin embargo, dado que el maíz se puede reemplazar con otros forrajes, e incluso con cebada y trigo forrajero que llegarán al mercado en noviembre, en este caso la situación no sería tan dramática. De todas formas, es posible que la necesidad de ingresos por derechos de exportación y por divisas lleve al gobierno a autorizar más exportaciones. La pregunta es si con el antecedente del trigo, donde los exportadores pagaron derechos de exportación por 5 mill.tt. y sólo pudieron embarcar 3 mill.tt., ahora saldrán a comprar maíz por encima de lo razonable.
Fuente: InfoDRgranos