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César Litvin: “El Estado es el socio mayoritario de las empresas”

Con esa frase, el tributarista advirtió por la presión fiscal que soportan las empresas. En entrevista con DOS FLORINES, cuestionó la intención de gravar la “renta inesperada” y planteó la necesidad de modificar la coparticipación como base para simplificar el sistema impositivo. Nahuel Amore

César Litvin, CEO del Estudio Lisicki, Litvin & Asociados, dialogó con DOS FLORINES para poner blanco sobre negro en relación a la intención latente del Gobierno nacional de gravar la “renta inesperada”. En ese sentido, cuestionó la doble imposición a la que se verían sometidas las grandes empresas ante lo que considera un nuevo avance contra la propiedad privada.

A partir de este disparador que se debate en la coyuntura, el tributarista también puso la lupa sobre la presión fiscal que recae sobre quienes invierten, crean empleo y generan riqueza. Sobre este punto, no dudó en advertir que, a la luz de la distribución de las utilidades, “el Estado es el socio mayoritario de las empresas”.

En otro orden, durante la entrevista el especialista marcó la urgente necesidad de avanzar hacia un nuevo régimen de distribución de los fondos coparticipables, como condición ineludible para simplificar el sistema impositivo argentino. De 165 tributos, apenas 12 explican la recaudación de nueve de cada diez pesos. Con ese dato, apuntó que la puja de poder se dará no sólo entre Nación y provincias, sino sobre todo entre provincias.

Renta inesperada

—¿Considera legal la iniciativa oficial de una “renta inesperada”?

—Legal sería si la aprueba el Congreso. Con lo cual, no se puede cuestionar la legalidad. Pero sí se puede cuestionar la validez constitucional que tendría un impuesto exorbitante sobre el derecho a la propiedad privada. Son dos afectaciones distintas. Se afecta la legalidad cuando se aumenta o se crea un impuesto por decreto y no por ley. Eso es lo que estamos cuestionando respecto de los derechos de exportación. Ahora bien, respecto de un impuesto a la renta inesperada, si lo aprueban por ley es legal y se cuestiona la validez constitucional.

—¿Esa crítica se refiere a que se gravaría doblemente las ganancias?

—Claro. Esto sería un adicional al impuesto a las ganancias que habría que saber cuál sería la alícuota que va a afectar. Desde ese punto de vista, esto es lo que podríamos cuestionar cuando lo veamos redactado. Todavía no hay ningún proyecto.

Presión impositiva

—¿Cómo evalúa el nivel de presión impositiva hacia las empresas actualmente?

—Hay un estudio del Banco Mundial, hecho en base a 2019, antes de los impuestos que se aumentaron en pandemia, que ubica a la Argentina en muy mal lugar. Está penúltimo entre los peores países que más gravan el porcentaje de utilidad de las empresas. El promedio en el mundo es del 41%, Brasil tiene el 65%, pero Argentina tiene el 106,3%. ¿Cómo se lee eso? Para que una empresa gane 100, ya le dejó previamente al Estado nacional, provincial y municipal 106,30. Eso significa que el Estado es el socio mayoritario de las empresas y que sólo participa en las ganancias, porque si hay pérdida cobra igual. Estamos bastante desbordados de impuestos y de esta manera no vamos a traer inversiones para crear empleo.

—Con estos datos, se entiende que la presión impositiva real es mayor tras la pandemia.

—Sí, porque después se hizo progresivo el impuesto a las ganancias para las corporaciones. Antes estaba en el 30% y pasó al 35%; y considerando la distribución de dividendos que también se grava la renta corporativa, estamos cerca del 40%. Con lo cual, ese 106,3% se quedó corto.

Coparticipación y simplificación

—¿Es posible en este escenario avanzar hacia una simplificación impositiva?

—Es posible y es indispensable, pero para eso es muy importante modificar el Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos. Eso es esencial porque de ahí se puede ver cómo se financian las provincias y los municipios que están cobrando un montón de impuestos y tasas, pero que en rigor de verdad hacen complejo el sistema tributario. Es decir, es posible, no se hace de un día para otro, pero hay que modificar el Régimen de Coparticipación.

—¿Cómo calificaría hoy la coparticipación en términos distributivos? Cabe recordar que el último cambio más significativo se dio durante el gobierno de Macri que acordaron devolver del 15% a las provincias para evitar la judicialización.

—El Régimen de Coparticipación está obsoleto porque fue hecho en la década del ochenta con otra Argentina diferente. Por otro lado, este régimen deja mucha discrecionalidad al gobierno federal para utilizar fondos de manera política, lo cual le otorga mucho poder a la Nación.

Gobernadores

—¿Cuánto cree que pueden aportar los gobernadores al debate para avanzar hacia un modelo menos discrecional siendo que muchos son beneficiados?

—Justamente los gobernadores pueden tener un poder de decisión, pero al mismo tiempo va a ser una pelea también entre ellos por la distribución de dinero. En definitiva es cómo se reparte la torta entre la Nación y las provincias y cada una de ellas. Va a haber un tema de mucho conflicto político.

—¿Qué se debería considerar para avanzar hacia un sistema de coparticipación más simplificado también?

—Básicamente, hay que recordar que existen 165 tributos entre Nación, provincias y municipios, de los cuales 12 de esos representan el 91% de la recaudación. Me parece que están sobrando más de 100 impuestos.

—Los últimos datos del AFIP indican que la Argentina viene recaudando por encima del proceso inflacionario. ¿Qué lectura hace del nivel de actividad y recaudación?

—La comparación interanual tiene que ver con la Argentina en la que había ciertas restricciones a las actividades económicas que estaban frenadas por la pandemia. Ahora, está repuntando todo eso, pero la base de comparación es baja.

—En su respuesta no deja plantear cierta incertidumbre respecto de que si se sostendrá en el tiempo. Es decir, qué hay después del rebote…

—Claro. Esa es una situación compleja de analizar.