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Cayó la venta de cerdo en Entre Ríos y estiman, con cautela, que podría repuntar los próximos meses

Productores porcinos de la provincia advirtieron por el impacto de la recesión, además de la baja del precio que cobran por kilo de capón, que no cubre el fuerte aumento de costos. De igual modo, ven con moderado optimismo el futuro. Nahuel Amore

El mercado de las carnes se reconfiguró durante los dos primeros meses del año, atento a que la acelerada caída del poder adquisitivo obligó a muchas familias a cambiar los hábitos de consumo. La frase “no hay plata” motivó a la mayoría a cuidar el bolsillo más de lo pensado. Así fue que la alternativa por el cerdo también se vio resentida y, en ocasiones, hasta significó un 30% menos de ventas en enero respecto del mismo mes del año pasado.

Los productores porcinos de Entre Ríos sintieron no sólo esta fuerte caída del consumo, sino que también vieron complicados sus números en términos productivos. El precio de venta del capón se desplomó y hoy todavía no alcanza a cubrir la estructura de costos que se incrementó significativamente. Por ello, esperan que haya una recomposición de los valores para no entrar en mayores problemas.

Frente a este escenario, en medio de un contexto nacional signado por las políticas de ajuste, los actores de la cadena del cerdo en la provincia que dialogaron con DOS FLORINES ven con cautela un repunte de las ventas, conforme haya una desaceleración inflacionaria y una recuperación de los ingresos de los asalariados. Coinciden que esto se dará en los meses venideros, aunque todavía no hay certezas de cuánto podrán recuperarse.

Miguel Hergert, María del Pilar Pitón y Juan Pablo Cerini, conforman la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos.

Miguel Hergert – Granalier

Miguel Hergert, socio de Granalier –establecimiento de Estación Camps–, planteó que “como la mayoría de las empresas, estamos complicados con las ventas; hay una recesión bastante importante“. “Enero fue de un 30% menos de ventas y febrero fue un 15% menos“, señaló. Respecto de marzo, dijo que “la expectativa es un poquito más positiva por una cuestión de que algunos salarios se han acomodado e incluso algunos sindicatos arreglaron bonos y eso mejora un poco la situación”.

Atento a este escenario, reveló que están congelando un 20% de la mercadería que se venderá los próximos meses. “No podemos bajar la faena de los productores. Hoy sigue siendo la misma, de 5.000 animales por mes, con una producción promedio de 160.000 kilos de elaborados. En enero fueron 120.000 kilos y en febrero 145.000 kilos. En marzo estimamos llegar a 170.000“, contó a DOS FLORINES.

Respecto de la ecuación, Hergert también planteó que el precio que recibe el productor los afecta, aunque ello es un estímulo al consumidor. “Venimos con un precio a la baja del cerdo. Es la tercera baja y por eso es una de las carnes más económicas. Si bien el pollo es más barato, el cerdo está igual y en algunos cortes está más económico”, analizó.

A pesar de la coyuntura, se mostró optimista. “Las expectativas son positivas, por más de que se hayan caído las ventas y se haya contraído todo. Somos positivos y estamos con un proyecto de integrados en cerdo, que nos va a proyectar desde agosto un 20% más de producción. Incluso, estamos viendo para llegar al consumidor final. No paramos”, afirmó.

Juan Pablo Cerini – El Hinojo/La Porca

Juan Pablo Cerini, socio de El Hinojo –con producción en la zona de Aranguren–, planteó que en términos productivos “se mantiene estable, pero la situación es complicada desde el punto de vista del costo de producción que, tras el cambio de gobierno, subió significativamente por la devaluación”. Aclaró que los volúmenes son los mismos “porque no se pueden manejar, es producción intensiva”, y planteó que los niveles de precios afectan al primer eslabón de la cadena que son los productores.

El joven empresario explicó que el precio de venta del capón subió de manera circunstancial para las fiestas, pero luego el animal en pie retrocedió en enero y febrero. “La situación es bastante compleja porque no solamente el costo quedó bastante alto, sino que el precio que se había recompuesto retrocedió y la ecuación es, con suerte, cero. En la mayoría de las granjas es negativa; estamos vendiendo por debajo del costo”, advirtió.

Frente a este panorama, para Cerini “la foto hoy es mala” y esperan que sea “un año de turbulencia”. “Es un producto que se vende en más de un 95% en un mercado interno con el bolsillo del consumidor bastante afectado por los ajustes y el reacomodamiento de las variables macroeconómicas. El consumo se resintió y lo vemos en las carnicerías (La Porca). Se venden volúmenes más bajos con respecto a los dos primeros meses del año pasado. Por ahí es la misma cantidad de clientes y tickets, pero compran significativamente menos”, comparó.

Consultado por las proyecciones tras este arranque en caída, analizó: “La perspectiva para el año es que el invierno no arrancó y es el momento de estacionalidad baja del animal. Con lo cual, puede llegar a ser largo. Pero en el mediano plazo, de mitad de año para adelante, tanto la actividad económica del mercado interno como el precio se van a recomponer y van a volver a la tendencia normal porque hay una demanda insatisfecha e incluso hay espacio para crecer. Lo veo positivamente, sobre todo si se desacelera la inflación”.

Finalmente, Cerini aseguró que el sector tiene siempre una oportunidad latente a través de las exportaciones. “Si Argentina mantiene un tipo de cambio competitivo, es algo que se va a activar. Ya se está hablando del tema y posiblemente ocurra más temprano que tarde”, observó, en diálogo con DOS FLORINES.

María Pilar Pitón – Granja Los Tres Palos

María del Pilar Pitón, socia de Los Tres Palos –establecimiento radicado en Gualeguay–, contó que el nivel de producción hoy es de 1.200 madres, con un indicador de destetados de 13/13.5 por madre, lo que genera aproximadamente 3.700 kilos/hembra/año aproximadamente en promedio. Por mes está sacando 2.300 capones, con un peso por capón de 117/120 kilos, lo que nos arroja un número de 270.000 kilos.

Con ese volumen, planteó que en términos productivos “el costo es muy malo, a pesar de que acompaña una baja de precio de maíz y de soja”. “Las granjas como las nuestras, en donde los indicadores productivos son buenos, el margen es nulo y, si le ponemos amortizaciones o acontecimientos extraordinarios, tienden a ser negativos“, lamentó.

En cuanto a la demanda durante estos meses, aseguró que “sigue constante, por momentos se trabó un poco, lo que generó una presión a la baja de precio, más que nada impulsada por los grandes industriales“. “Es un consumo que estaba resentido por la situación del país y alguna amenaza de importaciones de Brasil”, analizó.

Pitón, al igual que sus colegas, coincidió en advertir que este nivel de precios tan bajo afecta a los productores, pero resulta positivo para los consumidores finales que “están comiendo un producto de alta calidad a bajo precio“. No obstante, reconoció la pérdida de poder adquisitivo que condiciona la situación.

Sobre este punto, respecto de las expectativas, concluyó: “Somos cautos. Sabemos que se vienen épocas difíciles para el consumo, que la gente no tiene mucho sobrante así que somos muy cuidadosos con eso. Creemos que el consumo de carne de cerdo va a subir porque estamos muy competitivos en relación a la vaca y al pollo, pero somos cautelosos porque la gente no tiene dinero y eso resiente cualquier tipo de consumo“.