El presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) analizó el impacto de las medidas nacionales, entre ellas la baja del impuesto PAÍS. Planteó que el verdadero desafío es generar empleo privado, pero advirtió por la falta de educación. Manifestó su apoyo al RINI y a la Ley Pyme nacional. Por Nahuel Amore
Gabriel Bourdin advirtió que las industrias en la Argentina se enfrentan este año al impacto de las nuevas políticas macroeconómicas del Gobierno, con caídas en niveles de venta y producción de manera disímil según los sectores. No obstante, reconoció que ello se debe a un “cambio de paradigma” que obliga a las empresas a adaptarse y reconvertirse para seguir en pie.
“Debemos saber que hay un cambio de paradigma. El Presidente Javier Milei dijo claro en su discurso en la UIA que habrá empresas que serán exitosas y otras que van a desaparecer, por lo que habrá algunas que se tendrán que reconvertir”, planteó el titular de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER), en entrevista con DOS FLORINES.
El empresario paranaense recordó que el país viene de atravesar muchos años con un elevado proceso inflacionario y “es necesario una economía estable que no estamos acostumbrados”. Por ello, coincidió en la importancia de que las industrias hagan un trabajo interno para mejorar su competitividad y productividad, sin necesidad, por ejemplo, de “pedir siempre una devaluación”. “Eso se terminó”, acotó.
Consultado por cómo deberían hacer para reconvertirse en tiempos complejos, apuntó al “uso de las herramientas de inteligencia artificial y la automatización”. Además, destacó que “el crédito ya está porque los bancos están ofreciendo con una competencia de tasas que empiezan a bajar”. “El dinero del blanqueo también va a pasar por los bancos y servirá para determinadas inversiones y va a ayudar”, añadió.
De todos modos, insistió que, a partir de la eliminación de trabas y una economía más estable, las empresas deben hacer su propio esfuerzo para ser competitivos. “La reconversión pasa por sí mismos, con una vocación de servicio. Tiene que haber fundamentalmente una vocación de servicios. El crédito nos va a dar margen para la reconversión”, aseguró.
No obstante, al mismo tiempo reconoció que ese proceso no es viable en las industrias si se enfrentan a una energía cara. “Es muy difícil”, afirmó, y planteó como ejemplo lo que sucede en su empresa, Petropack, donde tratan de “buscar la vuelta para no pegue el costo de la energía comprando directamente a Cammesa ya que somos electrointensivos”.
Baja de costos nacionales
El dirigente industrial destacó las medidas de Nación que apuntan a bajar el costo argentino. “Veo bastante firme al Gobierno en ese sentido, de sacar prebendas y lobbies y poner a todos a competir, sacando trabas. De 190 impuestos, 10 son el 90% de la recaudación. Los otros 180 son el 10%, que es pura burocracia, oficinas, gente empleada. No los necesitás. Cuando hacés la ecuación de los 180 impuestos, es más caro administrarlos. Es parte de una estructura pesada”, analizó.
Del mismo modo, valoró la reciente baja del impuesto PAÍS. “Es un impuesto que está mal puesto, sobre todo para aquel que necesita insumos básicos para la producción y que le dificulta competir, porque después resulta imposible exportar y ser eficientes”, sostuvo, y agregó que ahora las compañías deben estar preparadas para su eliminación a fin de año.
“Quien compra insumos en el exterior sabe que en diciembre tendrá una baja del 7,5% que no pagará más. Ese margen antes era una protección con un fin recaudatorio. El Gobierno anterior, que no te dejaba pagar importaciones, lo hizo en función de recaudar”, cuestionó.
Ahora, subrayó, la clave está en que esa reducción impositiva se traslade al consumidor que “es siempre el más afectado”. “En Argentina no hacés café, cacao y un montón de productos de la canasta familiar. Quitarle 10% de impuestos es bajarle directamente el precio de la góndola que después los empresarios deberían trasladar. El tema es prestar atención a los dos o tres formadores de precios en algunos sectores”, puntualizó.
Desafíos: empleo y educación
El presidente de UIER resaltó que en Entre Ríos un objetivo prioritario debe ser la generación de empleo privado registrado, atendiendo también a la creciente relación que adquirió el empleo público en la provincia en las últimas décadas. Para ello, marcó la necesidad de “reducir el peso impositivo” para facilitar a las empresas la creación de puestos de trabajo.
“Es complejo vivir en una sociedad donde la mitad está en situación de pobreza. Los empresarios también somos responsables”, reflexionó, y destacó que si bien en el último año mejoró la imagen social de las instituciones empresarias respecto de, por ejemplo, los partidos políticos, indicó que el desafío de crear empleo incluye a todos los actores que tienen responsabilidad directa o indirecta en el mercado laboral.
No obstante, al mismo tiempo advirtió por “las dificultades para conseguir determinados puestos laborales”. “No hay gente preparada e incluso a muchas personas les cuesta cumplir horarios, que no está acostumbrada porque quizá no tuvo formación o educación”, lamentó.
La problemática va más allá y apunta precisamente a la educación, evaluó. “Hay una demanda de empleo insatisfecha. Eso se ve mucho en el sector industrial. A veces no se consigue hasta gente para mantenimiento. Y los más preparados están sobrecapacitados para el empleo buscado”, consideró, y añadió que las personas deben estar preparadas para los nuevos trabajos, con especializaciones a partir de las transformaciones tecnológicas.
Ley Pyme y RINI
Bourdin manifestó su respaldo a la propuesta elaborada por la Unión Industrial Argentina (UIA) para impulsar la actividad de las pequeñas y medianas empresas. “Hace falta una Ley Pyme. Eso de fundamental“, sostuvo sobre la iniciativa que incluye financiamiento productivo, simplificación tributaria, herramientas para exportar, incentivo a las inversiones, simplificación para crear nuevas empresas, etcétera.
“El RIGI fue criticado porque sólo estimulaba a las grandes inversiones y no contemplaba a las pequeñas inversiones de los que estamos y seguimos apostando por el país“, recordó, y detalló que, entre otros puntos, la Ley Pyme incluiría una “amortización acelerada de impuesto a las Ganancias por compra de maquinaria, saldos de IVA de libre disponibilidad y muchos beneficios impositivos más”.
El industrial subrayó que es fundamental generar herramientas desde el Estado que fortalezcan a este sector, sobre todo por ser las principales generadoras de mano de obra. “La masa crítica del empleo está en las pymes”, afirmó, y acotó que tanto la UIER y su par de Córdoba apoyan una normativa de este tipo, que también contemple las realidades de las provincias.
En otro orden, se mostró a favor de ampliar beneficios a la actual Ley de Promoción Industrial a través de la iniciativa del Gobierno de Entre Ríos denominada Régimen de Incentivo a las Nuevas Inversiones (RINI). De hecho, la entidad envió esta semana una nota al gobernador Rogelio Frigerio para expresar su apoyo a la iniciativa que resta ser aprobada por el Senado.
Sobre este tema, finalmente Bourdin subrayó la importancia de impulsar con beneficios propios el desarrollo productivo y económico de la provincia, teniendo en cuenta que el RIGI tendría un escaso margen de aplicación en estas tierras. “Promover las inversiones es un paso clave para generar empleo”, cerró.