Consolidada en el corretaje y los servicios, Cafer llegó a los 20 años
18/10/2019
Este sábado festeja su segunda década de vida comercializando el grano de las cooperativas entrerrianas.
En tiempos de alta incertidumbre política para el mercado, con la Espada de Damocles blandiendo sobre las cabezas de los productores agrícolas, recuperando altos volúmenes en la producción primaria provincial pero con los conflictos externos y locales que atentan contra las perspectivas de futuro, Cooperativas Agropecuarias Federadas de Entre Ríos Cooperativa Limitada está festejando este sábado sus primeros 20 años de vida.

Y como si fuera poco, sobre el mercado sobrevuela un conocido fantasma con la firma BLD, una empresa del sector del corretaje de granos y de agente de bolsa que quedó virtualmente en default con un rojo de casi 100 millones de dólares dejando a muchos productores en situación crítica.
Esto sucede casi un reflejo tardió de lo vívido exactamente dos décadas atrás, cuando FACA (Federación Argentina de Cooperativas Agrícolas) debió concursarse al no poder cumplir con una deuda de 83 millones de pesos de entonces, dejando más de 150 pequeñas cooperativas de Córdoba, Santa Fe y La Pampa en situación de quebranto; sin fondos, sin granos y sin futuro para la intermediación de los granos.

El hecho no fue ajeno para algunas cooperativas entrerrianas que también sufrieron las consecuencias y debieron afrontar la situación, con gran la vulnerabilidad de quien desconoce los pormenores del negocio, y con la necesidad de encontrar una solución inmediata para muchos productores primarios de la provincia que entregaban sus granos a las cooperativas y confiaban en su gestión para la intermediación.
Decisiones.

Por entonces, Juan José Grillone –un avezado productor lácteo y dirigente de la Federación Agraria- y un joven Juan Balbi tuvieron que actuar con determinación, aun en medio de la incertidumbre, y liderar un proceso que desembocaría en una experiencia innovadora para Entre Ríos, con todo por hacer, mucho por ganar, pero sin huellas en el camino que le permitan seguir un norte. Andar haciendo camino, todo un desafío.
Fue entonces que, ante la certeza que no sería posible recuperar la deuda que FACA tenía con las cooperativas entrerrianas y con los nuevos granos que nacían para sus propósitos comerciales, se decidió avanzar en la locura de crear una cooperativa de segundo grado que reúna a las cooperativas propias para sustituir el rol que cumplía FACA y permita agregar valor.
“Los porteños nos miraban y nos decían que estábamos locos, que cómo los entrerrianos iban a crear una cooperativa para operar en el mercado abierto”, recuerda Grillone, mirando hoy en retrospectiva.
Balbi recuerda que fue toda una osadía, producto de la necesidad y cierta convicción irracional, pero que “permitió que nos uniéramos cuando muchos no nos conocíamos y avancemos en crear una entidad propia, más pequeña, que los entrerrianos pudiéramos manejar y que respete y proyecto los valores del cooperativismo”, expresa quien hoy es el presidente de la entidad.
Todos reconocen que fueron tiempos difíciles, donde había que tomar decisiones sin una guía que funcione como brújula.
Todos reconocen dos aportes clave para engendrar Cafer a mediados de octubre de 1999: a) la Federación que puso sus hombres, estructuras y conocimientos, insoslayables para tomar la decisión , y b) la figura de Oscar Vicente, un dirigente experimentando y reconocido por el sector que era el representante de FACA en la región y que no dudó en ponerse técnicamente al frente del proyecto y lo encabezó los primeros años, según recuerdo Jorge Ruiz, otro de los puntales de la historia de estas dos décadas.
Inicios.
En las jornadas iniciales estuvieron debatiendo y aportando a la creación de una cooperativa de segundo grado que diera cuenta de la necesidad de las cooperativas -y sus productores asociados- de contar con presencia en el corretaje de grano y la provisión de servicios un total de nueve entidades entrerrianas: la Cooperativa Agrícola Ganadera y de Servicios Públicos Aranguren Limitada; la Cooperativa de Arroceros de Gualeguaychú; la Cooperativa Federal Agrícola Ganadera de Urdinarrain; la Cooperativa Agrícola Ganadera de León Sola; la Cooperativa Agrícola Mixta La Protectora; la Cooperativa Agropecuaria La Paz; la Cooperativa Agrícola General San Martín de Seguí y la Cooperativa de Transformación y Comercialización de Villa Elisa. Todos ellos, algunos desde el inicio, otros se sumaron después, decidieron constituir Cooperativas Agropecuarias Federadas de Entre Ríos: Cafer. Con el tiempo se buscó agregar valor a la cadena agrícola provincial y se buscó la diversificación en los servicios, llegando a exportar por cuenta de las cooperativas o productores.
Por estos días, la actual comisión directiva se encuentra preparando los festejos a partir de reafirmar los valores y principios que le dieron vida. Consideran que se encuentran sólidos en un contexto difícil y apuestan a consolidar el rol de Cafer en el aparato productivo y seguir siendo una plataforma comercial para las cooperativas de la provincia.
Dos décadas después de plantar bandera en los campos entrerrianos, la cooperativa de segundo grado con sede en calle San Juan, en Paraná, levanta la bandera del cooperativismo y considera que ha cumplido el rol con el que nació, y que el corretaje de granos con una plataforma propia es un servicio que brinda tranquilidad y futuro a la provincia.
De acuerdo a los datos que maneja la institución, en 2019 se realizaron unas 600 operaciones en el mercado abierto, se comercializaron 300.000 toneladas de granos; se movieron 6.000 toneladas de insumos agropecuarios y Cafer se ubicó entre los primeros 10 exportadores de lino y los 20 exportadores de arvejas del país. La entidad no sólo está pondera entre los 20 operadores más importantes en el Mercado a Término de Buenos Aires, sin perjuicio que es hoy la única empresa cooperativa que opera en el Matba.