En medio de la causa de los Cuadernos, dijo que el país está infectado y se divide entre morales e inmorales. Acusó a los piquetes de destruir el país y desalentar las inversiones. Nahuel Amore
Marcos Aguinis llegó a Paraná este jueves en el marco de la XIV Jornada de la Industria, que organizó la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER). Bajo el título “Hacia la reconstrucción nacional”, el reconocido escritor planteó cómo se agrandó la grieta en la Argentina actual, fundamentalmente a partir de la causa conocida como los Cuadernos de la Corrupción. Sin tapujos, disparó una frase que alarmó y encendió la polémica: “Estamos en una guerra civil”.
“Para que la Argentina marche a un cambio, hay que reconocer que estamos ante una situación novedosa, casi inesperada, sorprendente, pero que no podemos festejar”, consideró en relación a la investigación judicial que, a su entender, es la más importante de los últimos 100 años. Tras realizar un recorrido histórico desde principios del siglo XX hasta estos días, resaltó que “hay una destrucción cultural muy grande”.
Para Aguinis, la causa es una muestra de “cómo nos han saqueado”. En este sentido, no sólo cuestionó a la dirigencia kirchnerista, sino a sus votantes. “Hasta el día de hoy seguimos tolerando, aceptando a quienes nos saquearon. Hemos sido invadidos por piratas que nos han robado. Hay algunos que sostienen que si la Argentina sigue apoyando este tipo de saqueadores, merece esos saqueadores”, expresó.
Inmorales
Desde esta perspectiva, apuntó: “Los que realizan piquetes lo hacen para destruir el país. Los piquetes funcionan para impedir que los que producen puedan volver a sus casas, circular, trabajar, poner en marcha los medios de transporte”. “Los piquetes desalientan la inversión extranjera y la local”, acotó.
Al respecto, remarcó: “Estamos en una guerra civil entre productores e improductores. Esta es una guerra civil entre dos sectores de la sociedad. Pero no lo manifestamos, más bien nos callamos. Estamos generando un clima que nos merecemos”. Asimismo, consultado por las características, dijo que “es una guerra civil parecida a la guerra fría”.
En este sentido, durante su discurso, cargado de dicotomías, puso en duda la posibilidad de reconstruir la Nación “si existe este clima que no es condenado adecuadamente”. Cuestionó a quienes quieren “que vuelva el clima del saqueo, de la mentira, del falaz desarrollo social o justicia social”. Incluso, sugirió que resulta difícil si hay “una sociedad que está destruida, infectada”. “Nuestra menta está muy alterada”, lanzó.
Por esto, advirtió que “el debate no es político, es moral”. “Hay sectores del país que trabaja teniendo en la cabeza las leyes, la moral y la ética. Hay otro sector que está en contra, que es inmoral. Nos encontramos con sectores que son cómplices de los grandes inmorales de nuestro país y los apoya”, analizó.
Finalmente, pidió no callarse. “Para encontrar un buen diagnóstico tenemos que ser más severos en el examen de lo que nos ocurre”, sostuvo, y lamentó que ni durante la época de los Montoneros y durante los 12 años del kirchnerismo se hizo una autocrítica. “Todavía hay un 30% que apoyan ese saqueo impúdico, desvergonzado, criminal. Están manipulados”, alertó, y finalizó: “Tenemos que empezar por decir las verdades”.
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