Agencias de turismo estudiantil subsisten en Paraná, entre reprogramaciones y mayores costos

28/06/2020

Tres empresas analizaron el escenario incierto, con viajes que se harán posiblemente a partir de septiembre y costos extras. Nahuel Amore

El turismo estudiantil es otro de los nichos de la actividad que entra en fase de incertidumbre, debido a que llegan los meses más ansiados por los niños y jóvenes, pero la pandemia obliga a repensar no sólo la fecha de realización, sino también la forma en la que el sueño se hará realidad. En este escenario inédito, las agencias deben hacer malabares para subsistir, por ahora sin ventas para viajes futuros y ante constantes interrogantes que surgen a medida que avanza y retrocede la cuarentena en el país.

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Según el relevamiento realizado por DOS FLORINES, las principales dudas que se presentan apuntan a Bariloche, el destino tradicional de los egresados de las escuelas secundarias. Julio y agosto son los meses en los que comienzan a abrir los centros de sky y el resto de los atractivos, pero la extensión del aislamiento obliga a las autoridades a pensar en septiembre como el posible mes de reapertura. En tanto, mayor tranquilidad abraza a aquellos que contrataron Carlos Paz, dado que en su mayoría tienen fecha para octubre o noviembre. Los paquetes hacia destinos internacionales también son de los más inciertos, aunque atañe a una clientela más selecta.

La reprogramación es prácticamente un hecho para todos aquellos viajes previos a la segunda quincena de septiembre. Los servicios están garantizados y hay coincidencias en la necesidad de sostener el sistema, pero la pregunta es cuándo y cómo. A esto se sumarán nuevos costos por los protocolos que deben aplicar las empresas para garantizar el distanciamiento social y la higiene y desinfección de todos los espacios. Extremar los cuidados será la condición sine qua non que primará para que el Gobierno dé luz verde al turismo estudiantil, además de coordinar el origen y destino de los contingentes, según la situación epidemiológica de cada lugar.

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De todos modos, nada será igual y la pregunta del millón es quién y cómo se harán cargo del sobrecosto de tener que ocupar colectivos y hoteles con menos cantidad de pasajeros cuando los contratos fueron firmados en su mayoría hace un año y en otras condiciones. Los poco más de 20 mil pesos pagados por Córdoba, o los 85 mil pesos de promedio para Bariloche, no contemplaban jamás un escenario de este tipo, con nuevas normas para el transporte, la hotelería y las excursiones. Hasta los boliches están en duda respecto de su capacidad.

Costanera 241

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Carlos Monti, titular de Costanera 241, planteó a DOS FLORINES que la incertidumbre de las fechas obliga a ir pensando en cómo reprogramar. “En este caso son por motivos de fuerza mayor. Los viajes y las expectativas de que se hagan tienen que ser realistas. El tema está en que permanentemente hay modificaciones sobre el cuándo. Ahora entró a jugar el hecho de que hay distintas realidades en las provincias. El calendario educativo tiene mucho que ver con el turismo estudiantil”, analizó.

Consultado por cancelaciones, aseguró que “grupos completos no, pero sí hay padres de pasajeros que dentro de un contrato grupal plantean la necesidad de su cancelación particular”. De todas formas, si en el hipotético caso eso ocurriera, anticipó que “hoy el sistema de las empresas no podría solventar la devolución de todos los contratos”.

Sobre este tema, explicó: “Las empresas de turismo estudiantil, en virtud de la cuota cero y los viajes asegurados, en el día a día para tener su habilitación tienen que tener las contrataciones de los servicios con anterioridad, por lo tanto hay plata de los pasajeros que se ha cobrado y está en los destinos, sea la hotelería, el transporte o los demás servicios. Esa cadena hoy volverla para atrás, con la situación que se vive en el país, es prácticamente imposible”.

Desde esta perspectiva, remarcó que es clave el trabajo entre el sector público y privado para cuidar el sistema y cumplir con los servicios, entendiendo la complejidad de este nicho en particular. “Hay una necesidad de que se mantenga activa la posibilidad de cumplir con esos contratos, siguiendo con los protocolos que hagan falta, que también van a traer una complicación económica a las empresas porque implica un sobreprecio”.

Entretur

Cristian Quindt, dueño de Entretur, que focaliza sus servicios en escuelas primarias y en menor medida secundarios, también está expectante por cumplir con los viajes. De todos modos, lleva tranquilidad: “No sabemos cuándo y cómo se viajará. Pero sí sabemos que los viajes se harán, aunque no igual que antes. Estamos convencidos de que el servicio se va a dar”, sostuvo, en diálogo con DOS FLORINES.

Consultado por cancelaciones, dijo que son “pocos en relación con la cantidad”. De todas formas, graficó que “todo esto generó que haya incertidumbre por parte de los padres, para saber si los viajes se van a hacer o no. Siempre llaman y nosotros decimos que estamos expectantes de cómo evoluciona todo esto de reprogramar”.

Por otro lado, sobre los costos que deberán aplicar para los protocolos, reconoció: “Esa es nuestra preocupación. Normalmente cuando cotizamos un viaje de este tipo se evalúa la cantidad de asientos que tenés. El costo se divide y un micro de 60 asientos se cotiza con 50. Pero si el protocolo dice que pueden ir a la mitad de la capacidad, no se podría asumir ese costo, más cuando es un viaje vendido, ya cotizado”.

En cuando a hotelería, consideró que el tener hoteles propios en Carlos Paz podría facilitarles la organización. De todas maneras, cree que ante posibles complicaciones todas las partes deberán ceder y ser flexibles para poder cumplir con lo pautado.

Del mismo modo, anticipó que habrá “un costo adicional con los kits de desinfección y elementos de higiene”, lo cual parecería ser algo menor, aunque se termina sumando en el conjunto. Ante esto, desde Entretur comenzaron a cubrirse con la compra anticipada de termómetros y otros elementos necesarios que se aplicarán por protocolo.

En este contexto de cambios sobre la marcha e indefiniciones, también reconoce que viven “una situación difícil, sin actividad prácticamente”, dado que sólo trabajan de modo virtual “respondiendo y atendiendo los clientes que tenemos; no hay nuevas ventas”. “Estamos subsistiendo con la expectativa y la esperanza de que se pueda reactivar en septiembre, octubre, y empecemos a levantar de a poco, porque está complicada la situación”, afirmó.

En la misma línea, admitió que subsisten con ahorros, el importante compromiso asumido por muchas familias que siguen abonando y porque también la agencia solicitó la ayuda a través del ATP del Gobierno nacional. “La situación es realmente muy difícil. Nos acogimos al plan de la Anses para recibir una ayuda, pero eso cubre una parte, el resto tenemos que solventarlo nosotros con cero ingresos”, planteó.

Corditur

Por su parte, Sergio Ulrich, titular de Corditur, coincidió en que la mayor incertidumbre se genera con los viajes a Bariloche, a la espera de protocolos, aunque su nicho se concentra en primarios y creen que para esa época no habrá tantos problemas. “Los viajes estudiantiles que estaban para agosto o septiembre, se reprograman para más adelante. Avisan que para septiembre recién habilitan Bariloche. Y en el primario a Carlos Paz, como es para noviembre y diciembre, sigue en pie la programación”, diferenció.

El empresario entiende que la situación podría compararse con la Gripe A de 2009, aunque valora que a pesar de la crisis actual, “los papás siguen pagando, con la esperanza de que se realice el viaje porque es un sueño de los chicos”. “Hay algunos que por una cuestión económica dejan de abonar, pero en general vienen relativamente abonando”, consideró.

Por otro lado, sobre los posibles incrementos de costos, señaló que no hay alternativa y deberán acatar los protocolos. “Hoy como empresa estamos siguiendo lo que rige el Ministerio de Turismo. Todo el protocolo es un costo que tendrá que asumir la empresa, como gasto extra de las agencias”, admitió.

Por otra parte, confirmó que se generan algunas ventas para el año que viene –cercano a los 32 mil pesos para Córdoba–, aunque prefiere ser cauto y sugiere a las familias esperar unos meses más, cuando haya mayor certidumbre. Además, explicó que actualmente todos los contactos con los padres se realizan de manera virtual, pero entiende que la firma de un contrato debe ser presencial para evitar dolores de cabeza a futuro.

Finalmente, ante la consulta de este cronista sobre el estado de la empresa, se mostró más optimista, con la esperanza de que la pesadilla se termine. “Hoy gracias a Dios estamos bien. Estamos prácticamente con el personal activo, trabajando con las agencias cerradas. Estamos como todas las pymes, pero esperamos la temporada de Carlos Paz y con una proyección a trabajar para el año que viene. Esta es una empresa familiar y sigo sosteniendo que para salir de la crisis hay que trabajar. Esperamos que esto pase, cumplir con los servicios y seguir”, expresó.

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