Según un informe de FADA, los precios están atrasados en los distintos eslabones de la cadena. Explican que ello se debe a una mayor oferta. Dos Florines
“Los precios de la cría y la invernada muy afectados, han perdido casi la mitad de su valor real en el último año”, advirtió en su informe de mayo la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA). Al respecto, indican que en Liniers, la vaca sigue muy débil y el novillito también por detrás de la inflación, aunque con una pérdida menor a la del ternero, lo que permite recomponer márgenes en el feedlot.
En tanto, aseguran que “el precio al público también evoluciona por detrás de la inflación, aunque algo mejor que la hacienda gorda, lo que le permite recomponer márgenes a los últimos eslabones de la cadena”.
Según argumentan, parte de la debilidad de precios se deriva de la mayor oferta de carne de los últimos meses. En los últimos 12 meses se han faenado 1 millón de animales más que en los 12 meses previos a abril de 2022, en medio de un contexto signado por la sequía.
Por otro lado, afirman que la exportación viene con el poder de compra debilitado, por la combinación de atraso cambiario y baja de precios internacionales. En tanto, los feedlots están con un alto nivel de ocupación, garantizando oferta de gordos para los próximos meses.
Entre los aspectos positivos hacia adelante, la carne se ha abaratado, respecto a la inflación, a los salarios y al cerdo y al pollo, lo que debería sostener la demanda en volumen y generar una buena base para la recuperación de precios para cuando las condiciones de oferta comiencen a normalizarse.
Indicadores
En marzo la carne bovina representó el 53,9% de la producción total de carnes (la participación más alta en los últimos 5 años), seguida por aves con el 34,1% y porcinos con el 12%. Contra marzo de 2022, la producción de pollos cayó 7,7% y porcinos creció 3,5%.
En abril, la producción de carne bovina alcanzó las 266 mil toneladas (estimado), 9,1% menos que el mes anterior. Respecto a abril de 2022, se evidencia un incremento del 9,6%.
Las cabezas faenadas alcanzaron el nivel de 1,17 millones de animales en abril, un 9,1% menos que en marzo, y un 11,4% más que el año anterior.
Si se analizan los últimos 12 meses, se faenaron 1,1 millones de animales más que en los 12 meses previos a abril de 2022, y se produjeron 265 mil toneladas adicionales.
La faena de hembras fue del 47% en abril, creciendo, pero aún en línea con los meses de abril de los últimos años.
El peso promedio de faena fue de 227 kg en abril (estimado), menor que los 230 registrados en abril de 2022.
Precios
El precio de los vientres ha perdido el 53,1% de su valor real en los últimos 12 meses. En pesos sólo han subido 0,2% en el último año.
El precio de los terneros ha perdido el 40% de su valor real en los últimos 12 meses. En mayo está apenas 28,3% por encima de mayo de 2023 en pesos nominales.
El precio del novillito en el MAG también viene atrás de la inflación, perdiendo el 27,4% de su valor, luego de subir sólo 55,2% en los últimos 12 meses. Luego de la suba de enero-febrero, el precio nominal se ha amesetado en un contexto inflacionario que se acelera.
La mejor dinámica del precio del gordo versus el ternero, ha permitido la mejora de los márgenes del feedlot.
El precio del asado muestra una suba anual del 74%, manteniéndose 16,7% por debajo de la inflación. Si bien recuperó en enero-febrero, volvió a amesetarse en marzo-abril.
Más allá de eso, ha tenido mejor dinámica que el precio de la hacienda, lo que debería haber permitido recompone márgenes a las últimas etapas de la cadena, tales como frigoríficos, matarifes y carnicerías.
Así como el asado perdió contra la inflación, también se abarató en el último año respecto al pollo y al cerdo.
En abril de 2023 un kilo de asado compra 2,52 kg de pollo o 1,48 kg de pechito de cerdo. El abaratamiento respecto al pollo se acentuó en marzo-abril con una suba sustancial de los precios del pollo.
El precio promedio de las exportaciones en marzo fue un 23,5% inferior al de marzo de 2022, y 7,7% mayor al de febrero, mostrando que la caída de precios internacionales encontró un piso.