La selección genética “es la única herramienta” que tiene el productor para lograr mejoras dentro de su rodeo. Danilo Lima
La ganadería argentina, a pesar de los problemas –que no son pocos, por cierto–, vive un momento de relativo optimismo y después de muchos años los productores comienzan a pensar en el largo plazo. Saben que deben mejorar el manejo, trabajar en infraestructura y aumentar los índices de preñez, entre otros puntos.
En este marco, la selección genética es un aspecto central para la correcta elección de los toros padres, que al ser apareados con los vientres existentes permiten lograr una progenie superior a la media del rodeo.
De este tema también se habló en la jornada a campo denominada “Sustentabilidad en el bosque nativo: aumento de la producción ganadera utilizando prácticas mecánicas”, organizada por la cátedra de Ecología de los Sistemas Agropecuarios de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) en el establecimiento “La Esmeralda”, ubicado cerca de Las Garzas.
“La selección genética es la única herramienta que tiene el productor para lograr mejoras dentro de su rodeo”, le dijo a DOS FLORINES Enrique Toderi, gerente comercial de la firma Juan Debernardi SRL.
Esta herramienta, remarcó, posibilita “aumentar la producción, incrementar precios de venta y poder alcanzar los objetivos más rápidamente y con mayor eficacia”.
Cómo elegir un toro.
La elección de un toro no es una tarea sencilla. Toderi, en este sentido, señala que hay dos caminos: una selección cualitativa y otra cuantitativa.
La primera, explicó, es aquella “en la que vamos a resaltar las cualidades del reproductor en cuestión, haremos una observación visual, la que será totalmente subjetiva, dado que nos regiremos por los patrones raciales que nos dictarán las respectivas asociaciones.
La segunda, en tanto, se basa “en lo que podemos medir y cuantificar resultados”. En este caso, remarcó, “nos manejaremos con elementos objetivos como son los DEPs (Diferencia Esperada entre Progenies), y, de esta manera, “podremos satisfacer las necesidades de toda la cadena: criador, invernador, industria frigorífica, exportación y consumidor”.
Los toros probados.
Durante la charla en Las Garzas, Toderi habló de los toros probados, qué son y cómo utilizarlos. “Nuestra empresa, con 30 años en el mercado, está abocada desde sus inicios a tratar de utilizar toros probados, es decir saber cómo van a ser sus crías” porque, subrayó, “inseminar por inseminar no tiene sentido”.
El objetivo de la inseminación “es hacer mejoramiento genético, otro motivo no tiene, y ese mejoramiento debe hacerse a través de toros probados, es decir saber cómo van a ser sus crías, la precocidad, la facilidad de parto, la velocidad de engorde, el peso final, la calidad de la carcasa. Toda esa información está disponible y creo que aporta un valor agregado”.
Toderi indicó que “los frigoríficos se fijan en todo esto y le dan un plus, por eso hoy es sumamente rentable inseminar con toros probados” y “cuanto antes se empiece con este mejoramiento más rápidamente se verán los resultados”.
El especialista, en este sentido, dijo que el primer resultado el productor “lo obtiene inmediatamente, a los 30 o 40 días, con la preñez, porque hay una prueba acerca de la fertilidad de los toros”. Históricamente, explicó, se consideró que la fertilidad se podía evaluar a través del microscopio, pero “no es suficiente”. La fertilidad “se prueba a campo, porque se puede tener una excelente calidad al microscopio y en el campo el resultado no es tan así. Los otros resultados los nota con la facilidad de parto, al destete y con el peso final. El progreso es permanente y ahí se ve la utilidad de la inversión realizada”.
Toderi finalmente admitió que a los productores les cuesta, por diversas razones, incorporar este tipo de tecnologías: “Están cambiando, pero ese cambio es muy lento. Nosotros vemos mucho ese cambio en la provincia de Buenos Aires y también en la zona norte con el Brangus y el Braford”.
