Arquero, concejal y ahora emprendedor. El paranaense se lanzó a un nuevo desafío en su vida, con una millonaria inversión que genera trabajo en la ciudad y proyecta expandir. Nahuel Amore
Sebastián Bértoli suma un nuevo capítulo en su vida. A su exitosa carrera como arquero de Patronato que lo llevó a la Superliga y su costado político como concejal de Paraná, ahora se añade otra faceta, la de emprendedor. Decidido a invertir sus ingresos en algo productivo que le reasegure un mejor futuro y le permita concretar lo que alguna vez soñó, el paranaense inauguró un complejo deportivo en la capital entrerriana, que ya crece rápidamente y lo entusiasma a diversificarse.
Saber invertir no es fácil y menos en un contexto difícil para la economía argentina y la quietud de la ciudad. Anclarse en lo local y popular pareciera ser la clave. Por ello, desde su experiencia, decidió poner todos sus esfuerzos y recursos para crear mucho más que dos flamantes canchas de fútbol 5 con buenos servicios. Desde que el pasado 27 de agosto rodó la pelota de manera oficial, el emprendimiento ya piensa en seguir creciendo y sumar otros atractivos, entre ellos uno inédito para la zona: el “padbol”.
El Complejo Capitán está ubicado en Roque Sáez Peña al 1148, detrás de Changomás. Se trata de una millonaria inversión, “importante” a decir del propio Bértoli que prefiere mantener la cifra en reserva. De igual modo, en un mano a mano con DOS FLORINES, el arquero se animó a contar detalles de esta gran apuesta desde una mirada emprendedora hasta ahora desconocida. Bien sabe, es un desafío personal y familiar, con la mente puesta más allá del día a día. Llevarse bien con los números y conocer el concepto de “diferencial”, es quizá lo que permite lanzarse en este nuevo proyecto.
—¿Qué te motivó a invertir en un complejo deportivo?
—La idea la tuve siempre, de cuando era casi ilógico pensar en hacer algo así, como también era ilógico pensar en jugar en Primera. Muchos lo veían casi imposible. Este era también uno de mis sueños: tener mi complejo deportivo. Siempre lo tuve en mente y gracias a Dios, a través de la evolución deportiva y el crecimiento personal, tuve la posibilidad de poder invertir. Por ser una persona relacionada al deporte, intenté darle al lugar un toque de distinción. Por ahí escuchaba de otros usuarios de otros complejos que no tenían todas las comodidades. Yo traté de mejorar los servicios.
—¿Con qué oferta diferente se encuentran?
—Tengo una alfombra de cancha que no hay en Paraná y son amplias. Hay un servicio de parrilla, de buffet, un bar, con televisión para mirar partidos. Hay duchas con agua caliente, con baños para damas y caballeros. También cuenta con ascensor para personas con discapacidad, para que puedan venir a disfrutar. Intenté darle ese toque de distinción que uno escuchaba de gente que iba a otros lugares a jugar al fútbol 5.
—¿De dónde es el césped?
—Lo compré en Buenos Aires, pero es un césped que no está en Paraná. Es muy finito, de dos colores, que simula ser una cancha profesional. Tiene mucho caucho, arena, son canchas blandas que en la ciudad no hay. Es la alfombra más costosa tal vez. La durabilidad y la garantía son las mismas, pero es distinto como corre la pelota, porque el pelo es más alta y se asemeja a una cancha profesional.
—¿Cuándo empezaste a diseñar la idea en un proyecto concreto?
—La idea en concreto fue hace cuatro o cinco años, que empecé a tener un ingreso que me permita empezar a pensar en que podía emprender algo así. Empecé con el terreno que más o menos quería, en el lugar que veía con posibilidades importantes para poder hacerlo. Anduve atrás del terreno hasta que lo conseguí. Y a partir de ahí, todos los ingresos que entraron fueron para esta inversión y otras que tengo de manera paralela, aunque la principal es esta. Pasaron ya cuatro años de aquel proyecto y por suerte ya llegó el momento de empezar a disfrutarlo.
—La pregunta es inevitable: ¿De cuánto es la inversión realizada?
—El número exacto no lo tengo, pero sí es un número importante, de un par de inmuebles. Yo lo tenía como objetivo y por suerte lo puedo cumplir. Hoy estoy disfrutando de ver las canchas llenas, de tener todos los turnos casi completos, reservados. Pero sí fue una inversión muy importante, en la cual sé que dejé un esfuerzo grande. Era algo que tenía en mente, pensando en positivo, sabiendo que va a andar bien. Ahora sólo queda empezar a trabajar, brindar buen servicio y con la continuidad del tiempo seguir brindándolo. El mantenimiento también es importante.
—¿Quiénes te están ayudando? ¿Generaste puestos de trabajo?
—Empezamos en familia, pero obviamente ya tengo gente a cargo, empleados. Hace poco que abrí y estoy conociendo el funcionamiento. Seguramente eso me irá diciendo si necesito más gente para trabajar. Por el momento, tengo personas de confianza y un empleado, que es alguien que conozco desde chico, responsable, que conoce del mantenimiento y para el lugar es importante. Después, por lo que veo, el crecimiento que está teniendo y la cantidad de horas que tengo fijas, probablemente necesite más gente para trabajar. Aparte, tengo pensado anexar cumpleaños a la tarde. Eso también implica tener gente para que pueda atender. Así que es pensar en seguir creciendo y dando la posibilidad de generar trabajo.
—¿Por qué decidiste apostar por Paraná con este emprendimiento?
—Primero, porque soy de Paraná, nacido acá y con familia. Quiero mucho y amo a mi ciudad. Además, me pareció lógico. Tengo una vida planificada acá, nunca pensé en irme. Y entre esa planificación estaba la posibilidad de generar esto, que por ahí a la gente allegada, con la que hablamos y me felicita, le digo que es mi jubilación deportiva. Obviamente que luego me quedará media vida, pero es algo importante para mí cumplir con esto, y por suerte lo puedo hacer.
—¿Empieza a perfilar tu futuro cuando cuelgues los botines?
—No. Obviamente es algo en lo que voy a estar presente por la inversión que me llevó, por lo importante que es para mí, pero no voy a ser esclavo de esto. Tengo otros planes en mente para mi vida. Claro que tiene que estar el control lógico y tengo la gente de confianza que me lo pueda administrar de manera cotidiana. Después, como todo dueño de una inversión, tenés que estar.
—Cambiar de rubro requiere de formación y más cuando se trata de inversiones… ¿Cómo te llevás con los números?
—En realidad, siempre fui bueno con las matemáticas, es algo que tengo claro. Pero aparte, tengo la suerte de tener una esposa que es contadora. Así que en ese rubro estoy tranquilo, porque sé que estoy bien asesorado. Más allá de la inversión que hice, sé que invertí en algo que el recupero va a ser importante también. Ahora sólo nos queda empezar a disfrutar el lugar, atender bien y brindar un buen servicio para que me sigan eligiendo.
—¿Proyectás más inversiones?
—La idea es poder seguir creciendo, poner un gimnasio e implementar otro deporte que no está en Paraná. Tengo más ideas para seguir invirtiendo acá y diversificar un poco el espacio con otras actividades, que no sea sólo fútbol 5, sino que haya otras actividades más y podamos disfrutar de un complejo deportivo propiamente dicho.
