La Sociedad Italiana expande sus servicios mutuales a Racedo

07/11/2020

Un impulso más a una pequeña comunidad que resucitó de la mano de Grupo Motta y que se convirtió en un pequeño polo agroindustrial. Dos Florines

Mirada rápidamente, quizá parezca y no sea más que una noticia nimia. Un pequeño poblado de no más de un puñado de habitantes que suma una mutual, parece no tener jerarquía periodística. Sin embargo, si se le otorga una perspectiva combinada con la variable tiempo, quizá adquiera una relevancia más significante.

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Sobre todo si se tiene en cuenta que hace apenas una década Racedo no era más que un pueblo fantasma que añoraba algún pasado más estentóreo abrazado a los rieles de las vías del ferrocarril.

La decisión de la familia Motta de mudar de Crespo al mínimo villorío su primera planta de faena avícola le dio un impulso que le permitió a la empresa mostrar un éxito muy especial: resucitar un pueblo condenado a la desaparición y convertirlo en un pequeño polo productivo con oficinas comerciales, más de tres plantas modelos y unos 500 empleados que van y vienen todo el día.

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Pero hay un punto más donde intersectan Héctor Motta y la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos: la historia y el espíritu tano.

Así lo define Horacio Piceda (padre) el dirigente de la organización italiana que narra cómo se fue gestando la posibilidad de abrir una sucursal de la mutual nacional que fue fundada hace 156 años -al calor de la primera inmigración de la península europea- y que en Entre Ríos brinda servicios educativos a través de dos colegios, los institutos Galileo Galilei y el Giacommo Lopardi.

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“A este proyecto lo veníamos amasando desde hace algunos años. Algunas veces nos encontramos con Héctor Motta en actividades sociales e intercambiamos algunas opiniones. El es italiano bien identificado. Hablábamos del crecimiento de la institución. Yo siempre soñaba con expandirnos, con crecer, desde el punto de vista de la economía social, para ser parte de un motor dinamizador de la economía a través de nuestro objetivo. El año pasado nos encontramos y nosotros veníamos muy ordenados y encaminados y le propuse abrir en Crespo y él me lo direccionó a Racedo y nos pareció bien, porque además tenemos el apoyo moral del grupo. A principio de año armamos el local, la pandemia nos demoró un montón, con la cuarentena, protocolos, sino teníamos pensado abrir en el  mes de abril. Entonces decidimos hacer la presentación el 20 de noviembre”, describe Piceda.

Estructura.

La primera sucursal de la Sociedad Italiana en Racedo nace con una estructura base con la idea de brindar servicios de proveeduría de bienes durables para el hogar, como así también marroquinería, pago de servicios, turismo y muchos otros, según expresan los directivos que aseguran que tienen todos los permisos y certificaciones del Inaes (Instituto Nacional de la Economía Social) para proveer todos los servicios disponibles.

Entre ellos hay que mencionar que la sucursal de Racedo tendrá también servicios de ayuda económica como ahorro con estímulos (plazos fijos) y préstamos. Cuando Dos Florines le pregunta acerca de las tasas, el dirigente asegura que la tasa negativa oscila en torno al 30 % para los depósitos, en tanto que para financiarse se moverá en el rango entre el 49 y 55%, expresa. “Nosotros nos movemos dentro de las normas y el espíritu de la economía social y no queremos trabajar con capitales especulativos, sino más bien queremos ser una alternativa para la gente del pueblo en tanto capitales producto del ahorro y que tengan una forma de protegerlos dentro de nuestras posibilidades”, asegura Piceda.

Esta será la primera experiencia de la institución en Entre Ríos y advierten que la miran con mucha expectativa porque si funciona será un buen modelo para replicar en aquellos pueblos entrerrianos donde no hay servicios financieros, ya que “también podemos disponer de fondos especiales que provee el Inaes, y siempre resultan muy conveniente para la gente en el asociativismo”.

Finalmente, asegura que para asociarse a la entidad sólo se requiere un monto simbólico de 100 pesos, más los costos que tiene cada servicio. En este punto asegura que tienen los servicios educativos que incluyen estudio de idioma italiano y chino mandarín. “Estamos creciendo y esto es un indicador, y en este camino estamos esperando la autorización municipal para construir un edificio en Paraná de la institución que nos permitirá seguir brindando servicios y cuidar el patrimonio que hemos conseguido este tiempo”, concluye Horacio  Piceda.

En 15 días se abrirá la nueva entidad mutual, todo un hito para un pequeño pueblo que supo reconvertir su destino a partir del trabajo y la iniciativa de su gente y sus dirigentes. Que no parezca poco.

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