Empresarios y dirigentes califican de angustiaste la situación y corren fuertes rumores de muchas empresas asfixiadas. Gustavo Sánchez Romero
Empresarios y dirigentes califican de angustiaste la situación y corren fuertes rumores de muchas empresas asfixiadas.
Gustavo Sánchez Romero | Dos Florines
“…Pido colaboración en la levantada de los cheques rechazados. Por favor tratar de cobrarlos en efectivo aparte de la cuenta. Esta semana estamos cubriendo los rechazados. Los proveedores nos llaman y debemos hacer los depósitos correspondientes para cancelarlos y estamos en un clima donde vienen muchos de vuelta. Muchas gracias”. Así, con este escueto mensaje, el dueño de una importante distribuidora de productos cosméticos que opera en toda la Región Centro se dirigió esta semana a su red de revendedores y viajantes. Si bien es cada vez más común por estos días en las empresas, cualquiera sea el rubro que uno elija, la crudeza del relato del empresario define como ninguno el momento por el que atraviesa el sector privado en la Argentina donde la cadena de pagos parece ser una de las variables más comprometidas.
Las versiones y rumores atraviesan el territorio nacional y la provincia. Que las empresas del Parque Industrial estén expulsando personal, que un importante empresario del rubro línea blanca de la región tiene una “tracalada” de cheques amordazados en la filial de un banco nacional en Paraná, a lo que se suma la falta de liquidez de las Pymes que, sin financiamiento y pocas ventas, se encuentran en situación de asfixia, es por estos días moneda común en el intercambio ocasional entre empresarios. “-¿Y, cómo va la cosa?”; -“Complicada amigo, complicada”.
Montos.
Un importante industrial de Paraná que exporta y tiene clientes de primera línea a nivel nacional advierte una situación que en los anteriores procesos recesivos no sucedía, al menos en forma masiva. “Son las empresas de primera línea las que muestran problemas financieros, y uno se choca con cheques de clientes de los que nunca imaginó recibir un documento sin fondos y son hoy los que más expresan este tipo de dificultades. Esto es novedoso en las crisis argentinas, porque uno esperaba que los clientes menores fueran a los que uno tenía que mirar con más atención o esperar y refinanciar; pero ahora sucede que la regla general incluye a los más grandes, y eso es muy preocupante”, expresó el empresario que prefirió que su nombre quede en el anonimato para no dejar expuestos a sus clientes.
En este sentido coincide con otro importante empresario del rubro alimentos que comercializa en la zona central y norte del país, con una cartera mucho más diversificada y atomizada, quien manifiesta que “el problema ya no es la cantidad de cheques, sino el monto de los mismos, el volumen de los importes que día a día rebotan y tenemos que ser muy rigurosos y cuidadosos con estos documentos. Por primera vez nos preocupa el monto de los cheques rebotados”, expresó el hombre de negocios.
De este modo, y con decenas de testimonios que convergen en la misma realidad, el escenario está mucho más complejo de lo que el sector privado suele declamar de viva voz y de cara al público. “Está todo muy jodido, muy complicado”, dijo hoy a DOS FLORINES el dueño de un restaurant que conoce muy bien el sector hotelero y gastronómico de la provincia.
Existe una virtual paralización de la cadena de pagos y a las empresas cada vez les cuesta más sostener la rueda productiva, afectando los niveles productivos, la logística y, especialmente, el financiamiento natural que sucede dentro de las cadenas productivas.
Muy Preocupante.
“Muy preocupante”, así sintetizó Jorge López, el titular de la Federación Económica de Entre Ríos al momento por el que atraviesa el sector comercial en la provincia. El dirigente advierte que la situación es muy crítica, y la expresa por varios factores. “Una de las barreras para el comerciante y que afecta la cadena es que acceder al crédito es casi imposible, y si se lo logra, con estas tasas es más bien un salvavidas de plomo. Además, los planes del Banco Nación para el sector que se promocionaron las 19 al 22 % con préstamos u otras herramientas financieras son de imposible acceso, muy burocráticos. No tengo un ejemplo para mostrar que hayan accedido. Por otra parte, los bancos redujeron el descubierto y el acuerdo del 50 % se hace imposible”, describe López.
En este marco reseña que con escasez de ventas y haciendo frente a todo el incremento de los costos que tiene un comercio para funcionar –desde los alquileres que crecieron sin piedad hasta el aumento de las tarifas energéticas, se hace harto complejo para un comercio poder funcionar en un marco de recesión. “Además, y estamos trabajando fuerte de nuevo en el resurgimiento de la competencia desleal, donde resurgen las saladitas y las ventas de los barrios que no pagan impuestos –actividad entendible, por cierto- pero que no podemos justificar porque estamos afectan el trabajo formal de la economía, y porque el fin no debe justificar los medios”, concluyó López.
