El 40% de los comercios, en crisis: “La tendencia es hacia la desaparición o el achique”

21/10/2020

El presidente de la Feder advirtió por el impacto de la crisis en el 40% de los pequeños comercios. Además, negó que haya especulaciones con la mercadería. “Todo el mundo tiene necesidades de vender para cubrir los costos fijos de funcionamiento”, afirmó. Dos Florines

Silvio Farach, presidente de la Federación Económica de Entre Ríos (Feder), planteó los efectos que está ocasionando la pandemia en el sector comercial y alertó por la necesidad de cierre o ajuste de las pequeñas y medianas empresas. “Lamentablemente, la tendencia es hacia la desaparición o el achique”, afirmó.

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Para el empresario, resulta complejo tener un dato que dé cuenta del cierre de comercios en la provincia porque es “muy disímil y depende de cada punto”. De todos modos, arriesgó que a nivel nacional un 40% de los comercios no podrá sobrevivir a los embates de la pandemia o tendrá que tomar decisiones drásticas para sobrevivir.

“Se estima que el 40% del comercio no va a poder reanudar las actividades cuando esto progresivamente vuelva a la normalidad. Esto es a nivel nacional, pero también se observa a nivel provincial. La tendencia es que muchos no pudieron soportar. Si algo tiene la pyme o minipyme, así como despega rápidamente también es muy vulnerable a la hora de desaparecer. Cualquier brisa la hace tambalear y una tormenta la hace desaparecer”, alertó.

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Impacto

Para el comerciante, las ciudades han sido las más perjudicadas y esta situación se puede notar en la capital de la provincia con mayor claridad. “En el centro tienen altos costos de funcionamiento y algunos se han reestructurado e ido a cuadras aledañas. Son bajas que se producen a la vista, pero en la realidad el comercio sigue funcionando. Estamos notando mucho de eso”, indicó, aunque lamentó que hay otros que directamente tienen que cerrar.

“En este momento la palabra más usada es la reconversión porque es allí donde tenemos que ir, adaptándonos a esta difícil situación que nos toca vivir. Es bastante preocupante. Por naturaleza, nuestra idea es ser cada día más grandes y absorber la mayor cantidad de personal posible, pero lamentablemente uno ve que nos estamos achicando y algunos deciden retirarse o cambiar de empleo. Todo eso va atentando contra la economía”, contextualizó.

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En ese sentido, recordó que el 97% en la provincia son empresas familiares, pymes o minipymes de hasta cuatro, cinco o seis empleados, que sienten más fuerte el impacto de la crisis. “Lamentablemente, la tendencia es hacia la desaparición o el achique. Eso uno lo ve con profunda tristeza y preocupación porque la naturaleza del comerciante o el empresario no es dejar gente en la calle, no nos hace feliz ese tipo de cosas”, expresó.

En otro orden, realizó un análisis de la situación actual y comparó: “Es tan rara la economía en este momento porque por un lado la gente trata de resguardar los ingresos y algún dinero que pueda tener producto del ahorro y fruto del trabajo y, por otro lado, hay otra que la está pasando extremadamente mal que es ese 50% de pobreza, lo que nos preocupa demasiado. Es como que tenemos dos Argentina, una que puede conservar el empleo y otra que está complicada”.

Desabastecimiento

En diálogo con el programa radial Para Empezar, que se emite por Radio Costa Paraná 88.1, Farach fue consultado por problemas de desabastecimiento en algunos sectores. En ese sentido, negó que haya una tendencia generalizada a la especulación, pero admitió que suele haber rubros que retacean unidades a la espera del reacomodamiento de las variables macroeconómicas.

“Yo soy comerciante y me dedico a una parte sensible como es la alimentaria. Puedo asegurar que lo que no hay, no hay. No creo que haya personas que se dediquen a la comercialización que resguarden productos. Se puede especular en algunos rubros como el automotriz. En cambio, lo nuestro es una cuestión de vencimiento, no puedo especular con la leche. Todos necesitamos imperiosamente vender cada día más, aun sin trasladar las variaciones de precios que permanentemente están”, sostuvo.

En esa línea, cuestionó que “en Argentina tenemos uno de los principales flagelos que es la inflación”. “No reconocerlo estaríamos incurriendo en una falta y para poder atacarlo hay que reconocerlo. Nadie resguarda nada, nadie cuida nada. Todo el mundo trata de vender, salvo raras excepciones como la industria automotriz que algunas marcas se dan el lujo de entregar dos unidades por concesionarias en el mes. Pero en el resto, todo el mundo tiene necesidades de vender para cubrir los costos fijos de funcionamiento”, enfatizó.

En todo caso, el empresario apuntó a los problemas de producción durante la pandemia. Recordó que hubo mucho tiempo de “inactividad muy notoria hasta hace muy poco en los polos productivos y ahora se va dando una flexibilización en la forma de trabajo en los pueblos chicos del interior, pero hay empresas con protocolos que están trabajando al 30 o 40% volviendo a la normalidad pero implica reestructurar la forma de trabajo de las empresas y va repercutiendo en la producción”.

Por otro lado, sobre el efecto inflacionario, anticipó que siempre “ajustes va a haber”. “Sería falso no reconocer lo que está pasando. El combustible aumentó prácticamente cuatro veces en un mes. Todo eso va teniendo una incidencia, no en el mismo porcentaje, pero sí en el costo de logística. Todo se va reacomodando. Somos comerciantes, vivimos de la diferencia de lo que compramos y vendemos. En algunos casos se cometerán abusos y en otros rubros no se nota”, manifestó.

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