Por Mesa de Enlace de Entre Ríos (FAA, Farer, Fedeco y SRA).
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El debate sobre la eliminación del Fondo Federal Sojero (Fofeso) representa una oportunidad para el sector que genera estos recursos pueda expresar su opinión sobre el tema.
El Fofeso fue el resultado del debate de la Resolución 125, en donde nuestro sector marcaba que las retenciones representaban un impuesto regresivo y antifederal, dado que al no ser coparticipable aumentaba la concentración de poder en el Gobierno nacional. Ante esa demanda, la presidente Cristina Fernández de Kirchner fue quien estableció, por decreto, que el 30 % de lo recaudado se distribuyera entre las provincias y los municipios, con el mismo esquema que la coparticipación federal, con el supuesto destino de obras públicas de carácter social.
Desde entonces, el Gobierno nacional dispone del 70 % y las provincias y municipios del 30% de una fuente de recursos que nunca debió haber existido, debido a que las retenciones se acordaron con el presidente Eduardo Duhalde cuando se incendiaba el país, para asistencia social, y eran sólo del 10% y de carácter transitorio.
En este tiempo los productores agropecuarios debieron afrontar enormes dificultades en sus establecimientos productivos, sequías, inundaciones y otros factores externos, que llevaron a que en los últimos tres años aumentara el endeudamiento y la imposibilidad de recuperarse de las pérdidas económicas, etc. Pero ni un solo centavo de estos monumentales aportes fueron destinados a la constitución de un fondo anticíclico o a un seguro multirriesgo integral, que hubiesen permitido mitigar el impacto del desastre agropecuario.
Hoy observamos a gobernadores que no tienen una hectárea de soja reclamando por derechos adquiridos, cuando, por ejemplo, de las regalías del petróleo no coparticipan nada. Vemos dirigentes políticos en nuestra provincia, en el mismo sentido, y tal vez la más hipócrita de las manifestaciones sea el bloque oficialista de concejales de la ciudad de Gualeguaychú, reclamando por el fondo de la soja, cuando este año han prohibido indirectamente la siembra de este cultivo, en su ejido de 33.000 hectáreas, al prohibir uno de los productos agroquímicos necesarios para el desarrollo de este cultivo.
