¿Cuál es hoy el rol de la mujer rural?

09/08/2018

Por Victoria Zorraquín – Prof. y especialista en Educación.

La importancia de la mujer en el desarrollo de la agroindustria, comienza no por intentar igualar a la mujer con el hombre, sino por mostrar la riqueza de sus diferencias complementarias. ¿Cuál es el rol de las políticas públicas en este sentido? Lograr que estos seres humanos diferentes alcancen su máximo potencial. Si logramos que en el campo argentino se vea esta complementariedad habremos ganado mucho para el desarrollo de nuestras comunidades.  

Imagen 1

Detrás de mucho del desarrollo de nuestra ruralidad, hay una mujer. Son ellas las que dicen basta y se disponen a buscar otras formas para lograr que esto o aquello se haga. Ponen manos a la obra y son incansables porque su condición de mujeres les ha dado una paciencia y perseverancia infinitas. Son esas mismas mujeres increíbles las que dan oportunidades a cientos de alumnos desde cada escuela. Son ellas, también, las que queriendo lo mejor para sus hijos buscan que la escuela mantenga su calidad educativa. Claro que no lo hacen solas, lo hacen con hombres, en esa genial diversidad. Ahí está la clave: entender que hay un aporte específico, y que es rico, justamente, en su diversidad.

Hay muchos estudios que muestran la diferencia y complementariedad del hombre y la mujer. Me gusta resaltar el que dice que, en el cerebro, se ve una mayor extensión del cuerpo calloso (esa autopista que une a los dos hemisferios cerebrales) en el cerebro de la mujer. Esto demuestra el uso simultáneo de los dos hemisferios y cómo esto favorece determinadas capacidades. Esto no quiere decir que sean superiores o inferiores, sino diferentes. Justamente, el reconocer la riqueza de la mujer se choca con esa concepción artificial que trata de igualar varón y mujer. Además, hay algo contundente, que es la procreación, donde cada sexo tiene una función determinada.

Imagen 2

Esas Mujeres, que son diferentes a los hombres, están haciendo latir y crecer la Agroindustria y estoy convencida que quienes estamos en el estado, somos responsables de generar políticas que las hagan brillar.

Mujer para el desarrollo.

Imagen 3

Cuando decimos Argentina Supermercado del mundo estamos buscando un país que agregue valor en cada una de sus producciones. De la tierra a la mesa, decimos. Pero no sólo hablamos de pasar de producir bienes primarios a producir productos que lleguen directo a las góndolas. Hablamos de agregar, también, valor humano, conocimiento, calidad en cada cosa que producimos. La mirada y la mano de la mujer, en este camino, son claves.

En nuestro país, las mujeres son las principales encargadas de las tareas del hogar y de cuidados no remunerados en zonas rurales. Pero además las mujeres son las principales educadoras en el ámbito rural. Sin embargo el trabajo productivo de la mujer rural está fuertemente subregistrado en los censos y estadísticas laborales. Por lo que está subvalorada su contribución a la seguridad alimentaria. Su trabajo resulta invisibilizado por la sociedad y por ellas mismas. Sino generamos mejores políticas nos estamos perdiendo toda la riqueza que cada mujer puede aportar

Está demostrado que la mujer tiene una serie de características en el trabajo que son sus fortalezas: la comunicación, la negociación, el trabajo en red (ese esfuerzo de la persona más experimentada en desarrollar a la persona nueva que empieza a trabajar). Y, finalmente el liderazgo. Cuando la mujer ejerce bien esta habilidad y no está compitiendo con el varón, ejerce un liderazgo menos jerárquico. Todas estas son habilidades naturales en las mujeres. Sin embargo, la agroindustria se está perdiendo esta riqueza porque nuestras formas de empleo en la ruralidad no dan oportunidades de trabajo independiente a las mujeres. Insisto. Hacen falta políticas que beneficien esta posibilidad.

El esquema mental que el hombre es más fuerte no tiene ningún sentido hoy. El Ag-Tech está revolucionando el agro y la fuerza física es cada vez menos importante en los trabajos que hacemos. Cuando la tecnología pasa a ser clave, no tiene importancia si la computadora la maneja un hombre o una mujer. Más aún, si tenemos hombres y mujeres manejando las producciones y la tecnología en total sinergia, tendremos mucha más riqueza en el agro.

Además, cuando si hay empleo independiente, en algunos casos el salario femenino llega a ser hasta un 30% menor. El camino es muy difícil en la ruralidad donde aún el varón es el proveedor y la mujer, en todo caso, es el segundo ingreso o la cuidadora del hogar. Es un cambio lento pero tenemos que poner en juego estos temas porque es clarísimo que eso va a volver en todo tipo de beneficios para nuestras comunidades. Muchos historiadores explican que la agricultura es un “invento” femenino.

Aportes.

En la primitiva división de tareas, mientras el hombre salía a cazar para aportar proteínas a la dieta, la mujer recolectaba y sembraba… Si ha habido una actividad en la que la mujer haya participado ininterrumpidamente desde el inicio de la misma Historia, ésa ha sido la agricultura. El papel de la mujer en el desarrollo agrícola y rural en todo el mundo, ha sido fundamental. Desde los albores de la Historia, la mujer ha participado en el sostén de la casa y de la prole recolectando primero y cosechando y laborando la tierra después. Desde entonces, la actividad ha vivido muchas revoluciones, pero el papel de la mujer sigue siendo clave: en la actualidad, según Naciones Unidas, la mitad de la fuerza de trabajo en el campo es femenina.

Sin embargo, si hay un sector donde ese aporte está semioculto, poco medido y mal remunerado, es justamente en el campo. Para completar el cuadro, en general las mujeres tienen mayores restricciones al acceso a activos y recursos productivos, a servicios financieros y a protección social, en comparación a los hombres.

Es interesante mirar lo que hacen las empresas multinacionales que ya se dieron cuenta lo importante que es la diversidad y cómo la presencia “diferente” femenina enriquece, por ejemplo, en el trato al cliente o en las áreas de recursos humanos entre muchas otras. La idea de la cultura empresarial de la diversidad se basa en la idea de que lo “diferente” aporta una ganancia que amplía el horizonte. Por eso es importante que la mujer siga siendo femenina, porque si imita al varón en todo, su aporte distintivo no lo puede ofrecer.

(*)Victoria Zorraquin es directora de Innovación Tecnológica para Pequeños Productores del Ministerio de Agroindustria de la Nación. ES. Fundadora de la ONG Educere: “Docentes por un Mañana”.

Deja un comentario