Obeid: “Hace 10 años que la industria de videojuegos es más grande que la del cine y la música”

27/09/2020

El secretario de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentina (ADVA) detalló el progreso del sector en Entre Ríos, su capacidad para generar trabajo y el crecimiento que evidencia en el país. Julián Diaz y Víctor Sánchez 

En la era de la información y las comunicaciones, el entretenimiento encontró su lugar y allí la industria de los videojuegos permanece en un estado de innovación y crecimiento constante. En ese marco, en nuestro país cobra protagonismo la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentina (ADVA), que busca colaborar con el perfeccionamiento y el desarrollo sostenible de la industria.

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El origen de ADVA se ubica en 2000, en Buenos Aires, cuando un grupo de “aficionados”, como menciona Mariano Obeid, secretario de la entidad, se lanzó a crear lo que hoy es una industria en crecimiento. En 2004 obtuvo personalidad jurídica y con el transcurrir de los años, que a la fecha suman 16, fue cumpliendo diferentes roles.

“La Asociación fue mutando en el tiempo. Actualmente cumple un doble rol, porque es lo más cercano a una gremial empresaria, pero aún tiene el espíritu de representar a la industria, no a los empresarios de ésta. En este sentido, se apoyan proyectos unipersonales e individuales que desarrollan videojuegos para terceros”, explica el secretario, y agrega que “en definitiva, ADVA no es más que un conjunto de personas apasionadas por la industria, y quiere verla crecer en Argentina”.

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Según describe, la Asociación cuenta con socios en distintas provincias del país. “Hay mayor actividad en Buenos Aires, principalmente en el área metropolitana. También existe un gran cordón productivo que se centra en Santa Fe, Córdoba y Mendoza”, explica Obaid, quien además puntualiza que “se busca hacer crecer la industria en Entre Ríos y San Luis, y de esa manera afianzar la franja central del país”. 

Desde esa perspectiva, ADVA ofrece capacitaciones a través de webinars y organiza eventos que “pueden llegar a ser oportunidades de trabajo. Lo que tiene la industria de videojuegos, sacando las grandes empresas con sus secretos corporativos, es que es un sector muy dado, en el sentido de que las empresas de la Asociación están dispuestas a brindar información y acompañar el proceso de formación de quienes pueden ser nuestros potenciales competidores en el futuro”, señala.

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En este contexto, ADVA realiza este año la 18º Exposición de Videojuegos de Argentina, más conocida como EVA, y es la convocatoria más antigua de Latinoamérica en desarrollo de videojuegos. “Antes de tener la personería jurídica ya se sabía que debíamos tener un evento que sea el faro de la industria local”, manifiesta Obeid. 

Industria en Entre Ríos 

“Por el momento no tiene una gran industria consolidada, pero sí tiene muchos recursos. Es un lugar que tiene muchos héroes anónimos, como ser Guillermo Ferrari, un desarrollador que elaboró juegos como Cthulhu Virtual Pet o The Cats of Ulthar”, detalla, y destaca que también existió un emprendimiento en Paraná llamado Southwind Games, con éxitos como Airport Mania.

En referencia a los estudios del sector, en la actualidad hay algunos como Ghost Estudios y Goat Carpet, entre otros espacios emergentes que tienen gran potencial. “La industria en sí misma ofrece gran cantidad de oportunidades y en la provincia no faltan capacidades”, sostiene, y explica que la industria de videojuegos en Entre Ríos no presenta una foto muy distinta a la que se veía en Santa Fe hace unos 8 años. “Son momentos que en la actualidad se consideran normales en el desarrollo de esta industria, lo que brinda un amplio espacio para el crecimiento y la innovación”, opina.

El desarrollo de videojuegos es un campo muy dinámico, y así lo demuestran sus producciones y sus ganancias. “No necesariamente todos los desarrollos se basan en inversiones millonarias, por ejemplo, el juego Flappy Bird, de la rama de los hipercasual -juegos de desarrollo de bajo costo-, tuvo la capacidad de generar grandes ganancias. Ese título es su auge, sólo en publicidad, recaudaba 50 mil dólares diarios”, detalla Obaid.

Consumo de videojuegos 

“En cuanto a facturación, desde hace 10 años la industria de videojuegos es más grande que la industria del cine o de la música juntas. Sólo es superada por la industria de la televisión, o la que incluye los sistemas de streaming como Netflix, Amazon Prime, y otras plataformas”, afirma el secretario de ADVA. 

Obeid es desarrollador y ofrece servicios para distintas marcas y canales de dibujos animados como Cartoon Network, Disney y Discovery Kids. “Mi impresión es que, por un lado, se enfrentaron con que el contenido web y gratuito que tenían se consumía muy rápido. Por esto hubo mayor demanda de desarrollo. Y por el otro, el aislamiento sanitario generó una mayor cantidad de consumidores y de material consumido”, señala.

“Esto ha resultado una espada de doble filo, ya que la demanda es más grande y se amplía el mercado para los estudios pequeños y medianos. Sin embargo, grandes empresas han lanzado mucho contenido gratuito y han adelantado estrenos de contenidos. Muchos juegos grandes que estaban anunciados para determinada fecha, se lanzaron antes para poder explotar este boom de usuarios, aumentando también la cantidad de venta de consolas en el mundo”, explica.

En esa línea, también remarca que “las empresas grandes han aprovechado esta dinámica, lo que no es tan bueno para los estudios pequeños porque al tener un presupuesto reducido, quedan en la sombra de los grandes que lanzan al mercado contenidos gratuitos, con rebajas de precios o adelantos de estrenos. Esto provoca que las inversiones en las pymes tengan menos impacto a la hora de lanzar un título”.

En definitiva, el consumo creció y Obeid también cree que es porque la gente está en su casa, pasa menos tiempos en el colectivo, en el tren o en el trabajo presencial, y más tiempo frente a una pantalla o en algún dispositivo.

Mercado

Todos los años se encuentra un mercado nuevo en este tipo de industria. Hoy los juegos del rubro llamado Hiper Casuales (Hyper Casual) que son pequeños juegos diseñados para jugarlos de manera instantánea “son muy atractivos, causan furor y dominan una gran porción del mercado. Y este rubro hace 10 años ni tenía nombre. Había juegos de este estilo que estaban circulando, pero no había un mercado definido”, detalla. 

A principios del 2000 nació el mercado Casual, que apuntaba a un segmento de clientes no tenidos en cuenta antes: mujeres de entre 30 y 40 años, “donde nacen juegos como el Zuma, Chuzzle, y más recientemente, en 2010, el Candy Crush”. Esto demuestra el dinamismo de este sector, “una industria en la que año tras año nos estamos haciendo de nuevo”, sostiene.

Políticas 

En ese sentido, también plantea la necesidad de generar incentivos al sector. “Nos cuesta mucho coordinar y generar capacitaciones que den impulsos a la industria. Tiene que haber políticas públicas que incentiven a la sociedad a no fugarse, a trabajar desde el lugar en que uno quiere generar esa industria. Actualmente no podemos pretender que teniendo una industria incipiente en Entre Ríos, el gobierno de repente empiece a sostener políticas como la del gobierno de Montreal, donde el estado pone fuertes impuestos para que los estudios se establezcan”, manifiesta.

Herramientas

Para la creación de estos productos se utilizan herramientas denominadas motores. ¿Pero qué es un motor? Es un conjunto de funciones, de herramientas y de algoritmos específicos prediseñados para videojuegos. Existen herramientas de simulación de física, herramientas gráficas y demás. 

Por ejemplo, en un juego de fútbol, la interacción física que se produce cuando el pie golpea a pelota y los eventos que seguían a ese instante, antiguamente se programaban de forma manual una y otra vez para cada personaje y para cada interacción. Hoy en día estas herramientas de simulaciones físicas ahorran ese trabajo, que de realizarlo sin ellas en un juego moderno en donde las interacciones suelen ser múltiples y simultáneas, volverían las tareas interminables.

Los estudios de videojuegos en la actualidad desarrollan sus títulos a partir de motores creados específicamente para el desarrollo de videojuegos, como Unity y Unreal. Se trata de motores que hace 8 años eran inalcanzables económicamente, con lo que para poder realizar un videojuego comercial se debía contar con un gran capital de inicio o una empresa que financiara el proyecto. Por ello, los desarrolladores individuales se veían en la necesidad de crear sus propios motores para la creación de videojuegos.  

“Hoy por hoy te preguntan trabajar con Unity o Unreal, como si fuese una herramienta básica para la industria. La ventaja de contar con estas herramientas de desarrollo es que favorecen el proceso industrial. No es productivo reinventar la rueda con cada proyecto nuevo que se encara” es parte de la revolución industrial del sector, explica. Por esto las mejores personas  trabajan en el desarrollo de motores y concentran todos sus esfuerzos y capacidades en desarrollar los mejores videojuegos.

Unity como herramienta tiene un poco más de historia; comercialmente hablando, se abrió al público hace bastante más tiempo. En cuanto a Unreal es un motor que viene de los 90   con el cual se crearon gran éxito, como el Fortnite. En esos momentos estos motores eran de difícil acceso debido a su alto costo. “Hoy Unreal se ha vuelto uno de los motores más democráticos del mercado”, señala. 

En la universidad de Rafaela están trabajando directamente con el motor Unreal ya que la empresa EPIC GAME les permite usar todas las herramientas con todas las licencias de manera gratuita, ya que la empresa tiene como política no cobrar las licencias para educación. Mientras que el otro motor Unity, sí cobra su certificación, incluso para educación. No son los únicos motores del mercado; hay gente que sigue el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevas aplicaciones para la creación de videojuegos.

Perfil del desarrollador

“Cualquier interesado en el desarrollo de la industria videojuegos puede incursionar en este ámbito”, menciona Obeid, y plantea que hoy hay pocas carreras orientadas al desarrollo de juegos, pero se pueden encontrar diseñadores gráficos, licenciados en música, informáticos, ingenieros, técnicos de un área específica cualquiera, licenciado en comunicación, y más, trabajando en un estudio. No hay un perfil específico, es multidisciplinario.

Además, dentro de un mismo estudio las disciplinas son variadas. Hay guionistas, dramaturgos, modeladores, programadores gráficos. Y dentro de cada una de estas categorías existen subcategorías, como distintos tipos de programadores o diseñadores. Esto pone de manifiesto la gran fuente de trabajo que significa esta industria, y para diversas disciplinas. 

Al ser una industria joven, de unos 40 años en los demás países, y de unos 20 años en Argentina, “la industria sigue mutando, creciendo y adaptándose. Los procesos productivos se van mejorando e incorporando nuevas características y nuevas incumbencias. Y esta misma falta de escuela es lo que nos da apertura a la innovación y nuevos procesos”, determina el secretario de ADVA.

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