El potencial académico productivo que se conforma en el corazón de Oro Verde
19/08/2020

Avanzan los primeros pasos de Ditov, el Distrito de Innovación Tecnológica Oro Verde, con base de desarrollo que brinda la Facultad de Ingeniería. Julián Díaz y Víctor Sánchez
Estamos ante un cambio de paradigma en que la aplicación de la ciencia y la tecnología se ha vuelto transversal a todos los aspectos de nuestras vidas. Se hace evidente la importancia de generar espacios, desarrollos y recursos que aporten al bienestar de la comunidad, en rubros como medicina, comunicación, transporte, educación, y otros tantos.

En este marco se inscribe el Distrito de Innovación Tecnológica Oro Verde (Ditov). Pero, ¿qué es el Ditov? El responsable de Ambiente del Municipio de Oro Verde, Javier Fernández, lo resumió: “Un espacio que busca consolidar ecosistemas tecnológicos e innovadores, integrando capacidades que generen conocimiento y produzcan un impacto que beneficie a la comunidad”.
Fernández, uno de los referentes designados al Ditov, detalló a DOS FLORINES que el proyecto está en la “etapa de firma del acta de conformación”, donde se definen: la misión y visión, los objetivos, los integrantes del distrito y las capacidades de las instituciones participantes. Respecto a los beneficios de las empresas y emprendedores, agregó que “el Concejo Deliberante está trabajando para elaborar la ordenanza que avale la conformación; como así también definir qué beneficios tendrán las empresas y emprendedores locales”.

Importancia

Entonces, ¿qué es lo que aporta a este paradigma el Ditov? Según Javier Fernández, “promueve la inserción laboral para los nuevos tipos de empleos que generará el impacto tecnológico, como así también busca lograr el arraigo local de recursos humanos altamente capacitados. Además, posibilita la integración público-privada de conocimientos, y de esa manera potenciar el desarrollo de las economías asociadas”.
Como vemos, es un proyecto que tiene múltiples objetivos: apunta al desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación productiva. Busca generar un ecosistema emprendedor, posibilitando bases y condiciones para que se establezcan empresas de base tecnológica. De esta manera, brinda servicios a terceros y soluciones basadas en la economía del conocimiento. Además, aspira a formar un lugar de convergencia de emprendedores, investigadores y docentes.
En este sentido, el distrito se compone de un actor y pata fundamental relacionada a lo formativo-académico como lo es la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Fiuner). El decano de dicha institución, Diego Campana, explicó a DOS FLORINES que la integración en el Ditov es un proceso que están construyendo, pero que tiene como meta la innovación tecnológica y la transformación territorial.
“Nosotros tenemos que pensar en cómo se va a transformar la tecnología. Desde nuestro lugar, por ejemplo, no debemos aprender a manejar camiones, sino que necesitamos formar a quienes lo hacen para que entiendan la tecnología que va a mejorar sus trabajos, y que hará más eficientes esos camiones. Poder programar y elaborar la logística… apuntamos a eso, a cambiar el paradigma de la formación-educación”, detalló Campana.
Especialidades y ofertas
Respecto a los roles específicos de la institución académica, el decano señaló: “Todas nuestras carreras tradicionales tienen fuerte impronta en el área de la salud, rol clave que podría ser una de las potencialidades del distrito”. Además, mencionó la incorporación de ingeniería de transporte, “un impulso respecto a logística, planificación y desarrollo urbano, de fuerte integración con el medio ambiente, lo que suma triple impacto”.
Por la región “netamente socio productiva y vinculada al agro” donde está inserta la Fiuner, el funcionario académico explicó que tienen “una oportunidad inmejorable de integrarnos con la Facultad de Ciencias Agropecuarias y otros actores, para aportar desde la tecnología a los trabajos que esas áreas requieren”.
En relación a los servicios, productos y ofertas que la institución tiene en la actualidad, el Decano informó que presentan “dos modelos: uno es cubrir al investigador que tiene una idea y la quiere desarrollar como empresa de base tecnológica; el otro, sólo proteger esa idea con las herramientas de propiedad intelectual y ofrecerla a un tercero”. Para ello, añadió que están generando convenios para adquirir capitales privados para estudios de vigilancia epistemológica.
Además de señalar los servicios concretos que demandan sistemáticamente algunas empresas y que solicitan a la Fiuner históricamente, sentenció: “Tenemos los ingredientes y la experiencia necesaria, estamos preparados. No estamos en pañales en esto, tenemos cierta trayectoria”.
Coworking y centro de innovación
En este contexto de elaboración de ideas, objetivos y roles, y en paralelo a la conformación del distrito, la Facultad construye un espacio de Coworking; además, trabaja en un centro de innovación, que Campana anhela que funcione para principios de 2021. Ambos proyectos se vinculan entre sí y se enmarcan dentro de las iniciativas que tiene el Ditov.
“Ya no tenemos excusa para decir que no tenemos espacio para trabajar”, expresó el decano, en referencia al sitio de Coworking que está terminándose de construir. El centro de innovación será lo que “le brindará contenido a ese espacio, donde se generarán procesos y se sistematizarán algunas acciones”.
“El proyecto del centro de innovación es algo ambicioso. Lo que tenemos que hacer es darle estructura institucional en función de un plan estratégico. Queremos tener canales concretos en casos en que surja una demanda poder actuar y canalizarla. Y si no podemos resolverla, por lo menos asesorar a la empresa”, explicó el funcionario académico, que además hizo hincapié en la importancia de crear un ecosistema colaborativo de tareas: “Si crece el vecino también crezco yo”.
Asimismo, según Campana, lo que debe buscar el centro de innovación es vincular la función básica de la investigación y las empresas, “tratar de conectar esos dos mundos” desde un posicionamiento medio. “Hoy tenemos que apuntar a la vinculación y transferencia tecnológica. No está escrito en el estatuto, pero es una pata fundamental y lo que se nos exige hoy. Ese es el desafío, generar las capacidades para hacer todo esto”, afirmó.
A futuro
El decano de la Fiuner explicó los beneficios que esta iniciativa genera en las distintas esferas de la sociedad. “Va a abrir nuevas oportunidades y catalizar otras que ya están, como el nivel educativo. Si potenciamos nuestras capacidades, radicamos empresas de base tecnológica; éstas generan riquezas que quedan en la región. Esto trae ingreso de divisas y, sobre todo, genera trabajo para que las personas que se forman acá, se queden”.
“Es un círculo virtuoso que nos va a permitir auto sustentarnos, porque ese ciclo hace que nos demanden y soliciten a nosotros también, y de esa manera nos mantenemos actualizados; con nuevas ofertas educativas, tecnológicas y demás”, resaltó.
De esta forma, la retroalimentación de este ámbito académico clave en Oro Verde con el Distrito espera darse fundamentalmente desde todos estos puntos detallados, donde converjan sus capacidades científicas, tecnológicas y académicas, además de que se integren con el medio socio productivo. Desde su rincón, colaborativamente y formando un ecosistema, aporta al Distrito de Innovación Tecnológica Oro Verde.
Esta es la manera en que espera interactuar la Facultad de Ingeniería con el medio social y demás actores involucrados en el distrito, que hasta el momento son: el Municipio de Oro Verde; el Centro de Medicina Nuclear y Molecular Entre Ríos (Cemener); la Escuela Agrotécnica Alberdi; la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader); la consultora ARA; las Secretarías de Ciencia y Técnica y Secretaría de Desarrollo Económico y Emprendedor de la Provincia de Entre Ríos; el Polo Tecnológico del Paraná; el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); y Pymes del sector privado.