Ante casos de Covid-19, Bahillo coincide con industriales en “no cerrar los establecimientos”
21/07/2020
El Ministerio de Producción coordinó con la UIER un “plan de contingencia” ante la detección de Covid-19 para no cerrar las plantas. Dos Florines
Mientras se propagan los casos de coronavirus en Paraná y otras ciudades de la provincia, la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) mantuvo un encuentro virtual este lunes con el Ministerio de Producción para abordar el Plan de Contingencia que impida la paralización de las plantas toda vez que aparezca un contagio. En ese marco, coincidieron en dar continudad operativa de las empresas a partir de la aplicación de pasos y procedimientos aplicados a la medida de cada establecimiento, en coordinación con las autoridades que conforman los Comités de Emergencia municipales.

Fue en esta reunión, de la cual participaron industriales referentes de la provincia y demás funcionarios provinciales de Producción, en la que el ministro Juan José Bahillo remarcó la importancia de establecer protocolos preventivos y definió su postura sobre un tema que generó polémica días atrás cuando se estableció de manera inconsulta el cierre por 14 días de Pondesur, en Seguí. Luego, este caso testigo dio pie para que en Paraná el intendente Adán Bahl convocara a la mesa a los empresarios del Parque Industrial para evitar estas situaciones, con la puesta en marcha de un protocolo que ya se activó primeramente con Cartocor y luego con Petropack.
Desde esta perspectiva, Bahillo planteó: “Si hay un protocolo bien desarrollado, con características que tengan que ver con la particularidad de cada empresa y cada sector productivo, si se cumple y se resuelve bien la manera preventiva, el concepto que compartimos con las autoridades de Salud es que no se interrumpan los procesos productivos, que no se cierren los establecimientos productivos. Nosotros tenemos que saber qué hacemos con anticipación y tener mucho contacto con el COEs local para proceder mejor y de manera consensuada”.

Protocolos
El contenido de la propuesta estuvo a cargo de Pablo Basso, director General del Instituto de Control de Alimentación y Bromatología, quien dejó en claro que los protocolos sirven “para evitar que si sucede un caso, no se prolongue o sume otros casos más dentro de las plantas”. Asimismo, planteó que “en la mayoría de las industrias, no se suceden casos dentro de los trabajos, sino que vienen desde afuera hacia adentro y difícilmente se multipliquen dentro de las empresas. Incluso, dentro de las empresas de alimentos hay una cuestión favorecedora, que tiene que ver con que ya se aplican otros protocolos por la inocuidad que hacen que se sumen a los nuevos de desinfección y distanciamiento”.

Por otra parte, Basso explicó que es importante mantener contacto con las autoridades sanitarias locales, para hacerles llegar los protocolos preventivos, de modo tal que sean puestos a consideración y sujetos a posibles auditorías si resultara necesario. De este modo, se evitan problemas de cierres definitivos de las plantas, atendiendo justamente al rol que cumplen estos procedimientos de actuación preventivos. El funcionario insistió en que esto es fundamental sobre todo en los pueblos más chicos de Entre Ríos, donde las empresas son importantes para las comunidades.
En este sentido, consideró clave que las industrias adapten a su realidad los procedimientos y que se realicen con responsabilidad, según el tipo de actividad. “El protocolo tiene que ser serio, tiene que estar bien implementado, acorde a las circunstancias de cada establecimiento y con la posibilidad de cada uno”, resaltó. “Para estos casos hay que ser muy estrictos, para proteger las empresas”, acotó.
Basso señaló que es clave el trabajo con los COEs locales y la unificación de criterios, por lo cual avanzan desde el Ministerio de Producción y Salud en brindar a los municipios las “herramientas para que evalúan las actividades habilitadas y a partir de ahí decidir qué hacer, cómo mejorar, además de evaluar los protocolos”. “Esto va a ayudar a que las respuestas sean un poco más homogéneas, que no sean confusas, que tengan en cuenta lo que tuvieron trabajando para que pasen cosas peores”, sostuvo, y remarcó: “La idea es que ninguna autoridad diga que cierren 15 días, porque sanitariamente no tiene sentido. Sí se pueden tomar más precauciones. Hay que ser estrictos con los protocolos”.
Voces
Durante la apertura, Leandro Garciandía, presidente de la UIER, resaltó que trabajo mancomunado entre el sector público y privado para abordar esta temática. “Atendiendo que tuvimos experiencias en algunas industrias, queremos trabajar en conjunto de manera de establecer cuáles tienen que ser los protocolos, los procedimientos, los caminos que tenemos que seguir, de manera que ante una situación prácticamente inevitable -que el Covid aparezca en una industria como otra parte de la sociedad-, estemos muy preparados, de manera que reaccionemos rápido, implementemos correctamente los protocolos y evitemos que los contagios avancen. De esa manera tendremos el menor impacto en la cadena productiva”, reflexionó.
A su turno, Sebastián Bouzada, en representación del frigorífico porcino Pondesur, planteó como ejemplo el caso detectado en su planta de Seguí y destacó el trabajo articulado con Bromatología y otros organismos sanitarios para poder reactivar el trabajo. Al respecto, hizo hincapié en la importancia de que los protocolos contemplen la posibilidad de detectar el contagio de un trabajador a los fines de saber cómo actuar. Además resaltó que “es clave hablar con la gente, capacitar al personal”, para asegurar el cumplimiento y garantizar también la calidad de los productos.
En tanto, Ricardo Armocida reflexionó sobre el impacto del coronavirus y planteó: “Somos conscientes de que los empresarios son responsables porque si no se cumplen las medidas, la gente se enferma y la planta no funciona. Por eso, como queremos ser preventivos, planteamos trabajar sobre esta situación en concreto y cómo hacer para convivir, producir y comercializar con esta pandemia”. Al respecto, subrayó que “el protocolo es una herramienta de actuar en la contingencia; lo que hace es la hoja de ruta de cómo hacer ante un caso. Y ese es un trabajo de coordinación entre las empresas, los trabajadores y los distintos componentes del Estado”.