Soñar para cerrar

03/07/2020

Por Johanna Peltzer – Periodista

El gimnasio CIEP de Paraná no pudo llegar a julio sin volver a la actividad y su dueño decidió cerrar sus puertas. Es uno de los rubros más afectados por la situación epidemiológica.

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La pandemia hizo que muchos emprendedores y pequeños empresarios tuvieran que reinventarse tras estar parados por la cuarentena. Algunos son aquellos que abarcan la actividad deportiva, como los gimnasios. En más de 100 días no pudieron volver a trabajar y eso derivó en que muchos no tuvieran la capacidad para sostenerse más en el tiempo.

Es el caso de CIEP, ubicado en calle Ramírez al 4495 de la capital entrerriana, que el último día de junio decidió cerrar sus puertas. La mañana siguiente, el gobierno anunció su habilitación, pero sólo en aquellas localidades donde no haya casos activos de coronavirus. “Parece un chiste. Estuvimos dos meses sin casos en la ciudad y ahora que llegó el brote habilitan en la provincia, pero nosotros no podemos abrir”, expresó Juan Bautista Pozzi, dueño del lugar.

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“No quería seguir endeudándome. No se puede mantener una infraestructura así parada. Fueron 200.000 pesos de alquiler, me estimaron la luz y me llegó $28.000 por dos meses estando cerrados. A eso sumále el cable, el Wi-Fi, los impuestos, los dispensers. Es como tirar plata al río”, dijo en referencia a los gastos que tuvo que seguir pagando a pesar de no trabajar.

 

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Reconversión.

Debido a la situación, muchos de estos establecimientos buscaron la forma de tener algún tipo de ingreso y alquilaron sus elementos o daban clases online. “A algunos alumnos de confianza les alquilé materiales, di rutinas y asesoramiento virtual. También utilicé las redes sociales para dar algunas clases, pero este tipo de cosas no son rentables si tenés una infraestructura parada que tenés que seguir bancando”, sostuvo Pozzi.

En cuanto a las medidas económicas anunciadas por el gobierno, aseguró que pidió el crédito a tasa 0% para solventar algunos gastos pero que todavía “no sabe en qué lo va a usar”. “No puedo pagar grandes cosas, porque la verdad no es mucho dinero”, indicó.

Cabe destacar que en Paraná, según la Dirección de Habilitaciones de la Municipalidad, hay 72 gimnasios habilitados. De esos, 15 cerraron sus puertas por esta situación y advierten que esta semana podrían sumarse tres más.

Sobre el futuro del rubro, Juan Bautista manifestó que no ve un horizonte cercano y que “todo es incertidumbre”. Señaló que deberán adaptarse al virus, que la masividad no será posible y que será muy diferente. “Creo que lo que va a predominar es el entrenamiento en grupos pequeños o individual”, aseguró.

“Soy una persona de proyectar cosas y ahora no lo puedo hacer. En septiembre iban a ser tres años desde que cumplí el sueño de tener mi propio gimnasio. Ahora, ese sueño está en pausa”, dijo Pozzi, y agregó: “Es doloroso. Aguanté un montón. La toma de decisión fue dura, pero todos mis empleados me apoyaron”.

Por último, envalentonado, dijo: “Sé que voy a resurgir. Soy apasionado en lo que hago y con trabajo y disciplina, tarde o temprano llegan los resultados. Si tengo que volver a laburar 18 horas por día no se me caen los anillos”. “Voy a seguir peleando por el rubro y por mi sueño. Cuando uno ama lo que hace, resurge como el Ave Fénix”, cerró.

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