Denuncian que “un impuesto disfrazado de tasa acorrala a los productores de las islas”

Entidades del campo cuestionaron al municipio de Victoria por el cobro de una tributo en concepto de la carga y descarga de hacienda en la zona de islas. Advirtieron que “resulta descabellado y absolutamente arbitrario”. Dos Florines

Con el aval de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), y el acompañamiento de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural de Victoria (SRV), junto a la Comunidad Islera Asociación Civil (CIAC), expresaron “el profundo malestar y enorme preocupación respecto del valor desmedido, abusivo y desproporcionado que la Municipalidad de Victoria cobra por la carga y descarga de hacienda en las islas“.

Cuestionan que “los valores aplicados a la tasa por uso de corrales y bretes -que son un vulgar impuesto- no tiene en consideración los costos de producción ni relación alguna con la realidad, ya que se transforma en uno de los que mayor incidencia termina teniendo, lo que resulta descabellado y absolutamente arbitrario“.

Según la ordenanza, se toma para fijar el precio al servicio, el valor del índice de novillo (de la categoría 431/460 kilos) del Mercado Agroganadero de Cañuelas. Así, hasta las 100 cabezas se abona dos kilos; de 101 a 400, tres kilos, y más de 400 animales se paga cuatro kilos, lo que marca que el costo crece a medida que aumenta la cantidad de cabezas transportadas.

“En síntesis: a mayor producción, más impuesto, desafiando cualquier lógica de incentivo a la producción, llegándose a pagar hasta 12 mil pesos por un novillo para dicha operación fluvial”, cuestionaron.

“Como si esto fuera poco, la norma establece que sólo el 10% de esta tasa estará destinada a “gastos operativos y de infraestructura, para el mantenimiento de Bretes y Corrales”, dejando en evidencia palpable que se trata de un impuesto disfrazado de tasa y que sólo tiene fines recaudatorios sin tener en cuenta de ninguna manera la calidad y mantenimiento del “servicio””, criticaron en un comunicado.

Finalmente, expresaron: “En definitiva, y hasta tanto no se puedan habilitar puertos alternativos y de emergencia en el corredor vial 174 a los efectos de aumentar necesariamente la cantidad de sitios de descarga, munidos a una mayor competencia, los ganaderos isleños continuarán sometidos al arbitrio de un grupo político que no usa referencias productivas reales, que utiliza la ideología como vara de castigo y que pone sobre las cuerdas a cientos de productores, llevando los mismos a una compleja situación de fino equilibrio sobre su rentabilidad, incluso lindando con el quebranto”.