Una propuesta alternativa para el caso Vicentín
10/06/2020
Por Luis Contigiani, diputado nacional por la provincia de Santa Fe
Estoy convencido de que una de las situaciones que hay que superar en el país es una ecuación que representa un gran fracaso: neoliberalismo y estatismo bobo y poco transparente. Esto no significa desconocer que un Estado inteligente, eficaz y probo deba hacer prevalecer el interés público en áreas fundamentales como la seguridad social, salud, educación, energía, hidrocarburos, transporte, conocimiento, recursos naturales, etc. Razones estratégicas definen a un Estado Nación.
En el desarrollo de un país, materia pendiente de la Argentina, la ecuación citada representa el atraso y una de las causas de nuestra fractura social, pobreza e indigencia, junto a nuestra incapacidad de acordar políticas públicas en temas comunes.
Para que una Nación logre su desarrollo, debemos avanzar en una gran concertación con la capacidad de articular en forma pública-privada los factores de producción. Debemos ir hacia una economía social de producción con transición verde, apostando a la innovación, a las cadenas de valor, al desarrollo territorial, a la integración vertical y horizontal, al cooperativismo como modelo que empodere a cientos de miles de productores agropecuarios, a la generación de redes sociales entre el estado y el individuo, a las nuevas economías solidarias. Creo en una economía con mercado y no de mercado.
Observar por estas horas cómo se discute desde el blanco y negro, el prejuicio, el dogma, el maniqueísmo, es una muestra del estado de nuestra patria.
Santa Fe es una tierra de pioneros, de inmigrantes esforzados que inventaron de todo y mucho más en el campo de la agroindustria. El modelo para la Santa Fe federal y profunda es la industria, el cooperativismo, el mutualismo, los productores de todo tipo, la cultura del trabajo, las organizaciones de trabajadores.
Nadie puede estar en contra de una intervención del Estado para salvar una empresa, que siempre es una organización que tiene una dimensión social e histórica, para conservar puestos de trabajo, evitar su extranjerización y, en definitiva, para apuntalar un capitalismo progresista y fuerte, siempre y cuando sea una intervención legal, virtuosa y donde no le quede al Estado la peor parte de la torta (dilapidación de recursos públicos), mientras los empresarios salvan sus ineficacias, desaciertos o irregularidades.
En este último punto hay que ser claros: es una extrema necesidad que los que delinquen en forma privada o pública rindan cuenta o se les haga justicia dentro de un Poder Judicial independiente y no desde la política. Es en el marco de la Justicia donde es necesario, dar muchas explicaciones y pruebas por parte de la empresa por hechos que revisten mucha gravedad.
Está claro, por otra parte, que una intervención para un salvataje o continuidad de la organización empresarial, laboral y de pequeños acreedores, no es lo mismo que una expropiación. Son dos discusiones muy distintas. Una inteligente y satisfactoria intervención puede evitar la expropiación, o una situación sin salida la puede resolver una expropiación, pero bajo una verdadera justificación de necesidad mayor y muy bien fundamentada.
Los que hemos caminado el norte de Santa Fe sabemos que Vicentín con más de 90 años de historia es una empresa valorada socialmente más allá de sus empresarios y dueños. Hay generaciones de trabajadores, familias, profesionales, pymes asociadas, comercios que se vincularon culturalmente con la empresa. No todo es economía e ideología.
Un tema de modalidad no menor: somos federales siempre y mucho más allá de si somos de izquierda, centro o derecha. No puede plantearse este tipo de proyectos sin el diálogo y la consulta necesaria con los intendentes involucrados, el gobierno de la Provincia de Santa Fe, representantes de los trabajadores y algunos actores políticos.
La propuesta.
La Corporación Agroindustrial Exportadora Santafesina que estoy proponiendo tiene que ser configurada bajo un modelo de participación público-privada.
Sociedad Anónima con participación estatal mayoritaria integrada por:
* Alianza Vicentín – YPF Agro SA (participación mayoritaria de la Nación a través de tomas de activos y acciones por deuda. La nación debe recuperar hasta el último peso adeudado o prestado).
* Cooperativismo Exportador Agropecuario de Santa Fe.
* Gobierno Provincial de Santa Fe (con una parte de la deuda que la Nación le debe a Santa Fe, la provincia capitalizaría su participación público-privada en la Sociedad Anónima que crea la Corporación citada y seria clave por la posibilidad que se le abriría para el despliegue de políticas de agregado de valor).
* Representación de los Trabajadores.
Deben desplegarse también diversos instrumentos asociativos y flexibles (contratos de joint venture, de colaboración, por ejemplo), que permitan preservar las autonomías de cada entidad productiva y a la misma vez asociarse, obligarse en la constitución de la Corporación Agroindustrial Exportadora Santafesina.
Se debe convocar a las entidades cooperativas que, por volumen, tamaño, acopio, balances, cantidad de asociados (sean de primero, segundo o tercer grado) y estén operando de manera significativa en el mercado externo.
Estaríamos creando un polo cooperativo exportador clave para darle territorialidad a Santa Fe en uno de los principales enclaves productivos y con la posibilidad de contar con un puerto propio en el centro del polo portuario agroexportador más importante del país y del mundo. Hay que tener en cuenta que por nuestro cordón portuario del sur de Santa Fe se exportan al mundo el 85 %, el 75% el 60 %, o el 54 % de la producción nacional, dependiendo el tipo de producto que tomemos en análisis.
Esto nos permitiría trazar políticas públicas y privadas desde el puerto hacia atrás en cada cadena de valor involucrada. Nos permitirían tener precios diferenciales en productos, insumos, servicios, costos logísticos, especialmente si nos comparamos con las multinacionales exportadoras. Podríamos establecer estrategias de inversión y alianzas (aquí entran muchas pymes nacionales ligada a la producción) para la inversión y agregado de valor en pequeñas y medianas localidades.
Le permitiría a los gobierno nacional y provincial tener una herramienta estratégica para desarrollar políticas de desarrollo territorial, contención en escala de productores para revertir la concentración agropecuaria, manejar el crédito y el acceso a tecnologías de manera diferente a como lo hacen las multinacionales.
Si esta historia termina sólo en manos YPF Agro SA puedo decir que es un proyecto que tiene poco o nada de Santa Fe, de federalismo y de estratégico.