La expropiación de Vicentín genera críticas y dudas en el sector agropecuario

Algunos referentes de entidades del campo cuestionaron la medida, mientras otros se mostraron cautelosos. La decisión reabre el debate sobre el rol del Estado en la economía. Danilo Lima

 

La decisión de la administración del presidente Alberto Fernández de expropiar el Grupo Vicentín, que se encuentra en concurso preventivo de acreedores y afronta un pasivo de 1.350 millones de dólares, generó críticas de parte de los dirigentes del sector agropecuario entrerriano, al tiempo que abrió un fuerte debate sobre el rol del Estado en la economía.

El ex ministro de Agroindustria y de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere, fue uno de los primeros en reaccionar y apeló a un tweet para dar a conocer su opinión, breve y contundente. “Muy mala noticia la intervención/expropiación de Vicentín. El Estado se mete en una aventura empresarial que ya sabemos termina con todos los argentinos pagando la fiesta”, expresó el ex funcionario macrista.

Una medida “lamentable”.

Mientras, el director por Entre Ríos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Walter Feldkamp, en la misma línea, definió la expropiación como una “lamentable medida” porque “el capitalismo funciona con quiebras, con concursos de acreedores –como estaba esta empresa– para tratar de reestructurar sus pasivos. Y también es lamentable pensar que ahora, con una gestión estatal, la empresa vaya a mejorar”.

Primero, “habría que ver por qué Vicentín llegó a esta situación” y luego, en todo caso, “vender la empresa a nuevos dueños”, pero al pasar a manos del Estado “vamos a terminar pagando todos los argentinos, como ha pasado siempre, porque vamos a tener que destinar recursos a una empresa que pronto va a ser inviable. Si no pudo ser viable en manos privadas, mucho menos lo será en manos estatales”, le dijo el ruralista de Gualeguaychú a DOS FLORINES.

El dirigente de la SRA, asimismo, lamentó que las advertencias que en su momento se hicieron desde el sector agropecuario se hayan cumplido. “Decíamos que venían por una junta nacional de granos y bueno… ahí la tienen”, remarcó.

Feldkamp, finalmente, le propuso con ironía al presidente Fernández que “hable con sus amigos de países vecinos –como Pepe Mujica, Evo Morales o Lula– y les pegunte si a ellos se les ocurrió en algún momento hacer una locura como ésta”.

“Un disparate”.

El vicepresidente 2° de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), Flavio Izaguirre, consultado por este portal, admitió que se trata de “un tema bastante espinoso” porque es una empresa que “tiene tomados créditos por encima de su capacidad de pago y debe haber responsables”. “No creo que ese volumen de créditos sea sin garantías reales, y, por lo tanto, se hubiesen podido ejecutar esas garantías para que el Banco Nación y el resto de los acreedores pudieran cobrar sus deudas”, se explayó.

Cuando una empresa está en concurso de acreedores, opinó Izaguirre, “primero debe esperarse el final del concurso y después, eventualmente, ir a la quiebra o ser vendida a otro privado. Hubiese sido lo más lógico para que siguiera en manos privadas”.

Sea como fuere, el ruralista de Gualeguay consideró que el Estado nacional “no está para administrar una empresa dedicada a ese tipo de negocios”, algo que “ya se ha demostrado en épocas anteriores con la Junta Nacional de Granos y, en Entre Ríos, cuando se provincializó el frigorífico de Santa Elena”. “Esas cosas que son de todos y no son de nadie terminan mal”, subrayó, y enfatizó: “No estoy de acuerdo, me parece un disparate”.

Prudencia.

El ex secretario de la Producción de Entre Ríos y ex legislador provincial, Daniel Welschen, por su parte, consultado por DOS FLORINES, se mostró prudente al hablar sobre este polémico tema. “No quiero ser apresurado porque ahora se abrirá un gran debate político entre los que son pro estatismo y aquellos que están en contra de la intervención del Estado”, argumentó.

Se trata, además, de “una empresa quebrada y en cesación de pagos, cuyo principal acreedor es el Banco Nación, quien le dio muchos créditos en forma irresponsable, en la gestión anterior”, recordó.

Aclaró, sin embargo, que él no es partidario de las estatizaciones. “He sido crítico de la estatización de las empresas”, pero acá “hay un caso muy particular” porque se trata, insistió, de una empresa que “está en quiebra”.

Welschen, no obstante, valoró el nombramiento de Gabriel Delgado al frente de Vicentín. “Es un hombre que tiene mucho conocimiento, por lo que habrá que esperar, primero, qué es lo que realmente piensa hacer con la empresa una vez que las acciones estén en manos del Estado”. También habrá que aguardar “cómo van a conformar el directorio –habrá seguramente muchas chicanas políticas –, y ver qué pasa con el resto de los negocios” del Grupo Vicentín.

Sorpresa.

El vicepresidente 1º de la Federación Agraria Argentina (FAA), Elvio Guía, por su parte, reconoció que el anuncio de Fernández “nos tomó por sorpresa” a pesar de que el tema se venía hablando desde hace un tiempo.

Acaso por esa sorpresa, el federado entrerriano fue muy cauteloso a la hora de opinar cuando DOS FLORINES le preguntó qué pensaba de la decisión del oficialismo.

La medida, señaló, “nos trae dudas” en principio porque el decreto “es muy escueto” y “no está claro cómo será el funcionamiento de la empresa” en manos del Estado. “Esperemos que el Congreso pueda, de alguna manera, en el debate de la expropiación, traer tranquilidad y ver cómo se sigue”.

Guía, no obstante, dijo que “por supuesto estamos de acuerdo en que los productores que son acreedores de Vicentín puedan cobrar, pero esto es muy reciente y nos genera muchas dudas y pocas certezas”, insistió.

“No es positivo”.

Desde la Federación Entrerriana de Cooperativas (Fedeco), en tanto, el presidente Daniel Kindebaluc no dudó en afirmar que “los productores no van a estar de acuerdo” con la medida del Gobierno, básicamente porque “este Estado no es confiable”.

Las bases cooperativistas, remarcó el dirigente de Seguí, “temen más intervenciones y que esto genere más corrupción” y por eso “van a desaprobar” la decisión de estatizar Vicentín.

“Lo mire por el lado que lo mire no lo veo como algo positivo”, señaló Kindebaluc, quien, sin embargo, expresó su esperanza en la gestión de Delgado porque “es un hombre preparado y conocedor del tema” pero, admitió, “habrá que ver cuál es el margen de acción que le darán”.