Agricultores entrerrianos invertirán U$S 520 millones en la campaña 20/21
26/05/2020
Es la cifra necesaria para hacer frente a los costos de insumos y labores de implantación y protección. No incluye gastos de cosecha, comercialización e impuestos. Dos Florines
Con la implantación de los primeros lotes de trigo, la campaña agrícola 2020/21 se puso en marcha en Entre Ríos, con estimaciones iniciales que pronostican una superficie similar a la del ciclo 2019/20 en los principales cultivos: soja, trigo, maíz, sorgo y arroz.

Los agricultores, en nuestra provincia, para la presente campaña necesitan un monto total superior a los 520 millones de dólares de inversión para poder hacer frente a la misma manteniendo el nivel de tecnología y hectáreas similar al año pasado, según los cálculos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
Aquel número, aclara la institución cerealista, sólo contempla los insumos necesarios (semillas, fertilizantes y productos fitosanitarios) y las labores para la implantación y protección (siembra, pulverización y refertilización). No incluye los gastos de cosecha, comercialización e impuestos.

Sobre la base de esa cifra, añade la Bolsa, un productor necesita en promedio 245 U$S/ha de inversión en insumos y labores en la provincia.
Proyecciones.

“Las primeras proyecciones indican que el ciclo 2020/21 tendría una superficie similar para los principales cultivos: trigo, soja, maíz, sorgo y arroz”, señala la Bolsa. Existen incógnitas, sin embargo, en cuanto a las hectáreas para la campaña de granos gruesos “particularmente para la soja y maíz producto de la caída de precios, falta de financiación y un posible escenario Niña para el verano”. A eso se agregan las retenciones impuestas a principio de año, “lo cual se asocia a la incertidumbre en el mercado granario”.
La pandemia del Covid-19 “ha generado a nivel mundial una caída del PBI y un aumento del desempleo debido a la recesión y, por lo tanto, una merma del consumo general de bienes y servicios. Esto repercute en los precios de lo que podemos venderle al mundo principalmente los commodities”, analizan los técnicos de la Bolsa.
Esta caída de precios, agregan, “también se ve reflejada en algunos insumos principales como lo son los fertilizantes y las semillas, además del petróleo que ha generado bajas en el precio del gasoil mayorista para el campo (lo cual reduce en parte el costo de las labores)”.
“Pese a este contexto negativo, la cadena agroindustrial es una de las economías que puede seguir funcionando con alguna normalidad, y quizás ahí esté la explicación de por qué se va a seguir apostando a la producción y se continuará sembrando”, señalan.
Para el cálculo de inversión de la presente campaña, los técnicos tuvieron en cuenta los precios de labores e insumos de mayo, y para los principales cultivos que se realizan en la provincia.
Las hectáreas se calculan en función a la intensión de los productores en la presente campaña.
Para el caso del arroz se tuvo en cuenta un promedio de acuerdo al tipo de riego sea de pozo o represa, a gasoil o eléctrico, obtenido a partir de los datos económicos publicados por la Fundación Proarroz.
Números.
El monto total necesario en insumos para poder implantar los principales cultivos en la provincia asciende a 415 millones de dólares, esta cifra contempla el gasto en semillas, fertilizantes y productos fitosanitarios para el cuidado de los cultivos y del gasoil necesario para el riego del arroz. Pero no tiene en cuenta impuestos y gastos de comercialización de los granos.
Un dato objetivo, advierte el informe, “es la preocupación que se gaste menos en tecnología por una caída de los precios de los granos como es el caso del maíz. Un ejemplo el año pasado una fertilización de 90 kg/ha de diamónico más 130 kg/ha de urea, significaban unos 107 U$S/ha equivalentes a 750 kg de maíz al precio pizarra y dólar oficial de mayo 2019, hoy en dólares esa misma fertilización significan unos 92 U$S/ha y 750 kilogramos de maíz al precio pizarra actual, es decir disminuye el gasto pero los kilogramos necesarios para pagar dicha inversión se mantienen o incluso pueden incrementarse de acuerdo a la distancia a puerto y gastos de comercialización”.
Si se compara con el año pasado, puede observarse que “la caída de los precios de los fertilizantes y las semillas (variables de mayor peso en los costos), impacta favorablemente en la cantidad de dólares necesarios a invertir en insumos para implantar y proteger los cultivos”, se sostiene el informe, “pero no así en la cantidad de kilogramos a cosechar” y “recordemos que el productor depende no sólo de los kilogramos a cosechar si no de su precio para hacer frente a los gastos”.
Respecto a las labores para lograr la implantación y cuidado de los cultivos se consideran la siembra, refertilización en el caso del maíz, trigo y sorgo más las aplicaciones de agroquímicos. Esta campaña se ha considerado el costo de las labores en litros de gasoil por hectárea que ha sido uno de los instrumentos más utilizados para fijar el precio de las mismas.
El arroz es el cultivo de mayor costo en las labores, esto se debe a la preparación de la cama de siembra y sistematización (taipas y canales) para poder regar el cultivo.
Inversión.
El sector agropecuario para la presente campaña “necesita aproximadamente unos 520 millones de dólares de inversión” para poder hacer frente a la misma manteniendo el nivel de tecnología y hectáreas similar al año pasado.
Sobre la base de estos números y teniendo en cuenta los cultivos de soja, trigo maíz y sorgo, los técnicos estiman que un productor necesita en promedio 245 U$S/ha de inversión en insumos y labores en la provincia.