Deuda y reestructuración; ¿Quién Pagará?
27/04/2020
Por Julio Panceri – CPN – docente – investigador
El camino que las provincias transitarán en lo que queda de este 2020 y 2021 será de aumento del déficit de sus cuentas públicas. Con baja en la recaudación de impuestos provinciales y disminución en los importes recibidos vía coparticipación, la financiación de ese déficit será por medio de endeudamiento, pero ya no del exterior sino con el Estado Nacional quién saldrá en auxilio de las provincias, además de los famosos ATN (gobierno nacional) quedará abierta la instancia de tomar créditos de corto plazo en pesos con entidades financieras nacionales, aprovechando que las tasas de interés son relativamente bajas si las comparamos con la inflación estimada.

Durante el mes de marzo 2020, las transferencias del estado nacional a las provincias para brindar ayuda sanitaria y financiera (pago de sueldos y otras obligaciones) fue de $ 18.876 millones, un 270% más que el monto transferido en igual concepto durante marzo del 2019, que fue de $ 5.092 millones.
Déficits.

Pero es obvio, que está realidad hace que el concepto de responsabilidad fiscal pierda un poco de valor e importancia, lo urgente se impone a lo importante.
La posibilidad de insertarse al mundo en 2016, hizo que las provincias pudieran financiar déficit acumulados y deudas de corto plazo con obligaciones a largo plazo y en moneda extranjera, pero dentro de esta economía “cíclica” que caracteriza a nuestro país nuevamente caímos y el mercado de financiamiento externo (que cuenta con liquidez y tasas muy bajas actualmente) se cerró, producto de nuestros propios errores, volviendo a la situación del 2015.

Dentro de estos nuevos esquemas de financiamiento del déficit de las cuentas provinciales, se hace necesario comenzar a pensar como harán las distintas administraciones para pagar los vencimientos de títulos de deuda emitidos en moneda extranjera y bajo legislación extranjera (capital e intereses), habida cuenta que no tendrán los ingresos para hacerlo. Recordemos que la mayoría de las colocaciones de bonos provinciales en moneda extranjera, se realizaron con tasas que oscilan entre el 7% y 9% anual.
Esta semana el Ministro Guzmán dio nacimiento a la Unidad de Apoyo de la Sustentabilidad de la Deuda Pública Provincial, previendo una instancia de reestructuración de las deudas provinciales en moneda extranjera. El ministro les pidió a los gobiernos provinciales que eviten endeudarse en dólares, que se mantengan alineados con la propuesta a los bonistas hecha por el gobierno nacional y que prioricen el peso.
En el caso de Entre Ríos existen dos obligaciones emitidas, una es el Bono ER 2017 por U$S 350 millones y el otro es el ER 2017 segunda emisión por U$S 150 millones que al 31 de diciembre de 2019 equivalían en su totalidad a $ 29.945,00 millones, pero con el tipo de cambio oficial en aumento (devaluación) al 29 de febrero ya representaban $ 31.105 millones, estos bonos devengaron intereses durante 2019 por $ 1.783,46 millones.
Los vencimientos de capital operan en 2023, 2024 y 2025 y aunque las fechas parecen lejanas, lo cierto es que el monto a pagar de intereses se irá incrementando por efecto de la devaluación e impactaran en un crecimiento del déficit fiscal provincial.
La provincia de Córdoba muestra un monto de deuda pública superior a las demás provincias de la Región Centro y alcanzó el 31 de diciembre de 2019 los $ 161.953,13 millones, esta deuda tiene un alto componente en moneda extranjera. El 92,69% de la deuda es en dólares, el 2,44% en pesos y el resto en otras monedas, los títulos emitidos en dólares suman U$S 1.535 millones que a fin de 2019 representaban $ 116.635,77 millones y el vencimiento de capital opera en 2021 (U$S 725 millones),2024 (U$S 510 millones),2026 (U$S 150 millones) y 2027 (U$S 150 millones), el efecto de la devaluación hizo que esa deuda de bonos fuese valuada al 29/02/2020 en $ 120.570,75 millones. Más allá del pago del capital, todos los años hay que amortizar intereses que están pautados en dólares y los cuáles hay que conseguir con los pesos que se recaudan.
De las provincias de la Región, Santa Fe es la que tiene el perfil de endeudamiento público más bajo, al 31 de diciembre de 2019 su deuda consolidada era de $ 39.562,20 millones que sumada a una deuda flotante de $ 16.450 millones hacían un total de $ 56.012,20 millones, tiene emitidos bonos en moneda extranjera y bajo ley extranjera por la suma de U$S 500 millones, que efectuó en dos emisiones de U$S 250 millones cada una, con vencimientos de capital en 2023 y 2027.
Dólar.
La misma realidad sobre endeudamiento público que vemos en las provincias de la Región, se repite en la mayoría del resto del país. Lo que observamos es qué si marchamos a una pesificación de la economía nacional con un tipo de cambio cada vez más elevado y las provincias obteniendo recursos en pesos, los vencimientos de la amortización de capital e intereses incrementarán el déficit fiscal. Todos los caminos parecen indicar que será el estado nacional el que deberá prestar el auxilio correspondiente, haciendo las veces de agente financiero de las provincias y para ello será necesaria la participación cada vez mayor del Banco Central como auxilio del Tesoro Nacional, que también y ante esta pandemia se está haciendo cargo en parte de cubrir las necesidades del sector privado. Esta no sería una alternativa nueva, ya lo hemos vivido en varias oportunidades con las provincias incrementando el déficit de las cuentas nacionales y con el estado nacional incrementando la emisión de moneda para cubrir el gasto, mientras se difieren los vencimientos de la deuda pública con el objeto de hacer frente a las urgencias. La pregunta ¿quién pagará? sigue sin contestarse y la deuda originada en déficit provinciales sigue estirándose en el tiempo, el proceso será largo, costoso y complicado, por ello no podemos permitirnos perder el optimismo.